La Capilla de Nuestra Señora del Rosario del Milagro de Characato,
Departamento Punilla, Córdoba (Argentina) se eleva en la Pampa de Olaén
donde habitaban las comunidades de naturales comechingones. Esas tierras
se identificaban como Chara Cato que significaría Tierra de Aguas. La
propiedad estuvo en manos de los Jesuitas como parte de la Estancia de
la Candelaria. En el siglo XIX los dueños pasan a ser Toribio Peralta y
su esposa Remigia Guzmán quienes levantan la Capilla consistente en una
estructura rectangular de líneas austeras con campanario de acceso
externo y sacristía del lado del evangelio. Con el inicio del siglo XX
la propiedad pasa a manos de los hermanos Joaquín e Ignacio Amenabar. El
suicidio inexplicable de ambos dentro de la Capilla acaecidos con pocos
días de diferencia tiñe de misterio al sitio.
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NUESTRA SEÑORA DEL
ROSARIO DEL MILAGRO
LAS TIERRAS
La singular denominación de Characato tiene dos posibles
acepciones: Chara Cato en lengua de Comechingones significaría
tierra de aguas y haría alusión a los muchos cursos de agua que
hay en la zona. La otra se refiere a un cacique Characate que
fue de donde, aparentemente, derivó el nombre de este paraje, de
la Pampa de Olaen.
Primero las tierras fueron de los comechingones, más tarde lo
serían de los jesuitas. La Junta de Temporalidades creada
después de la expulsión, vendió la estancia de la Candelaria en
varias fracciones que pasaron a manos privadas. Paulatinamente,
la posta instalada en esas tierras, se fue transformando en
estancia.
A
fines del siglo XIX, los propietarios eran Toribio Peralta y su
esposa Remigia Guzmán, siendo ellos los que mandaron construir
la Capilla de Characato.
LA
CAPILLA
La
capilla está edificada en un solitario paraje, solo acompañada
por la antigua construcción del casco de la estancia. Emerge de
la piedra, en medio de amarillos pajonales.
De
líneas austeras, de planta rectangular, de 14,30 mts. de largo
por 5,90 mts. de ancho, con sacristía del lado del evangelio,
de 4,00 mts. por 4,00 mts.
Construída
con ladrillones, sus paredes tienen un espesor promedio de 0,57
mts, cabreadas
de madera, alfajías y tejuelas de ladrillo, constituyen el techo
a dos aguas que tiene como cubierta, bovedillas a la vista. La
sacristía tiene techo a una agua, más bajo que la nave y con
iguales materiales.
Conserva el piso original, realizado con ladrillones de 44 cm. X
58 cm. x 8,5 cmts de espesor.
La
fachada, orientada al suroeste, está enmarcada por dos columnas
simuladas y un frontispicio con abertura circular en el centro,
que es la ventana coral. Su terminación es con un revoque grueso
rústico color blanco.
En
el flanco izquierdo está la espadaña, que nace desde el suelo y
termina en un arco ojival, con una columna trunca en su costado.
Aloja una campana, a la cual se accede por una escalera
exterior que previamente conduce al coro alto.
Este
último tiene el ancho de la nave y una profundidad de 2,45 mts.
con baranda igual a la del presbiterio en dos tramos, e igual a
las rejas exteriores en el centro.
El ingreso está determinado por una puerta de dos hojas de abrir
de simple factura. Sobre la misma, un 1895, modelado en el muro,
indica la fecha de construcción.
Esta Capilla fue consagrada a Nuestra Señora del Rosario del
Milagro, una advocación muy difundida en la Provincia de
Córdoba. Su origen data de 1591, tras el triunfo de los
cristianos en Lepanto; San Pio V, atribuyó la victoria a la
intersección de la Virgen, invocada por medio del Santo Rosario.
Un
vano, que termina en arco de medio punto, comunica ambos
recintos. Esto, dentro del presbiterio, que está enmarcado con
baranda de madera. El altar es de mampostería, de líneas muy
simples, donde se destacan dos columnas y la hornacina que
cobija a la imagen de la Virgen del Rosario. En las proximidades del techo, una ventana circular
ilumina el sector. Junto con la del coro alto, que es de igual
fisonomía, son las dos únicas aberturas que permiten introducir
luz en el sagrado recinto.
Un muro con pilares y rejas color negro, cierran la capilla,
determinando un patio anterior.
La simpleza y austeridad de esta capilla, cobra una dimensión
inusitada, que seguramente se debe a su emplazamiento en medio
del desangelado paisaje de Characato, con el majestuoso cerro
Uritorco como telón de fondo, allá a lo lejos; todo ello teñido
por el estigma que sobre ella pesa, desde hace 80 años.
Video - Año 2005
DE HISTORIAS PARALELAS
De
los dichos de José Raimundo Guzmán (88), del vecino pueblo de
Characato, que fueran difundidos en agosto de 2006, por el
diario “La Voz del Interior”, se desprende una historia de
amor, tragedia y misterio, que pueden haber signado la vida, el
destino de esta capilla solitaria.
Parecer ser que, dentro de las primeras tres décadas de su
existencia, la vida transcurría con la normalidad propia de
aquellos tiempos, hasta que ocurrió lo inesperado.
Es
que, en los primeros años del siglo XX, dos hermanos
provenientes de Dean Funes, habían recalado en el lugar en busca
de trabajo. Los dueños de la estancia de Characato los tomaron y
de ese modo los hermanos Amenabar, Joaquín e Ignacio, terminaron
su peregrinar en busca de una ocupación que les permitiera
vivir. Poco a poco fueron ganando la confianza de los
propietarios y fueron realizando los trabajos de mayor
responsabilidad.
Ignacio trajo a su mujer y sus tres hijos desde Dean Funes.
Joaquín terminó casándose con Remigia Peralta Guzmán, hija de
los dueños, y con el correr del tiempo y la muerte del fundador
ocurrida unos años después, se transformó en el dueño del campo.
En
la estancia la actividad crecía día a día generando un bienestar
para dueños y empleados. La casa grande de la estancia se fue
construyendo hasta lo que hoy todavía se conserva.
La
capilla cumplía su función y cada quince días un cura venía
desde La Falda o Dean Funes.
Cuando todo parecía que marchaba sobre rieles, se desencadenó la
tragedia.
No
hay registros veraces, pero en el pueblo aseguran que primero se
suicidó Joaquín, el esposo de Remigia y que unas semanas después
lo hizo Ignacio, el menor.
Dos
hermanos unidos por el mismo misterio, con pocos días de
diferencia, parados frente al altar, pusieron fin a sus vidas
con sendos pistoletazos que se llevaron para siempre, todos los
indicios, todos los por qué, todas las razones…
Del
centro a la izquierda, mirando al altar, fueron enterrados los
hermanos Amenabar. Sus tumbas identificadas con lápidas de
mármol fueron profanadas y han desaparecido.
La
blanca Capilla de Characato hace casi ochenta años, entornó sus
puertas y así permanece, alejada de Dios, desde aquellas muertes
inexplicables..
Sin
lugar a dudas, independiente del grado de veracidad, historias
de este tipo son muy “vendedoras”.
En
1994, nuevos dueños se hacen cargo de la estancia de Characato.
Antes de poner en marcha la producción del establecimiento,
comenzaron por restaurar la capilla, que, muy derruída, había
servido de establo, criadero de murciélagos y receptáculo de
cuanta basura se les ocurría tirar a los ocasionales turistas,
durante varios años.
Su
actual propietaria descree de la historia narrada, de la cual no
hay documentación que la avale. Manifiesta además, que la
capilla ha generado numerosas y verdaderas historias de amor en
estos años.
Cuenta que una familia de Buenos Aires en su primer viaje a las
sierras de Córdoba, pasó por la Capilla, en momentos en que estaba muy deteriorada. Entraron,
limpiaron un poco y los niños colocaron algunas flores que
recogieron en las inmediaciones.
Ya
en la Capital, la señora, que es muy devota, solicitó en su parroquia
que le cedieran una imagen de la Inmaculada
Concepción, relatando el destino que le sería dado: la capilla
de Characato. Al pasar al lado de la imagen, guiñándole un ojo
le dijo: "Si quieres ir, yo te llevaré".
A la
semana, le informaban que había sido concedido su pedido. Al
poco tiempo, la familia realiza un viaje para depositar la
imagen en su nueva residencia. Cuando llegaron a la capilla,
casi con sensación de milagro, la vieron majestuosamente blanca,
recién restaurada.
A la
siguiente semana, las ancianas hermanas Peralta, residentes en
Cosquín, propietarias anteriores, llamaron para entregar la
Virgen del Rosario del Milagro y la campana, ambas originales de la
Capilla. Decía una de las hermanas. “Todas las noches sueño
que la virgen me pide volver a la Capilla“.
Desde la aparición de la nota, la Capilla se hizo conocida, no
por el valor patrimonial que la obra representa, sino por lo
truculento de los acontecimientos relatados. Comenzó ha ser
punto de interés de las excursiones de la zona y el uso
irrespetuoso de la misma, obligaron a sus dueños, con mucho
pesar, a cambiar la modalidad que se mantenía en los últimos
catorce años. De estar abierta día y noche, para que quienes
desearan orar en ella, debieron cerrarla para preservarla.
A lo
largo de décadas el reclamo por la Capilla golpeó las puertas
del Obispado de Cruz del Eje, hasta que en 2013 la insistencia
terminó dando frutos y las campanas, después de 80 años
volvieron a sonar en Characato. El diario La Voz del Interior en
su edición del 10 de mayo de 2013 anunciaba lo siguiente:
"La histórica Capilla de Pampa de Olaen será reabierta mañana
[11 de mayo de 2013]. La propia Iglesia la condenó al cierre
por una misteriosa tragedia.
Un día, hace 80 años las campanas dejaron de sonar. La capilla
cerraba sus puertas y adentro, en la oscuridad, guardaba una
historia de leyendas y tragedias. Mañana se reabre al público y
en la Pampa de Olaen el sonido de las campanas invitará a la
fiesta.
Para su reapertura y próxima restauración terció el padre Pedro
Lopez, de Villa de Soto, con la autorización del Obispado de
Cruz del Eje, que volvió a consagrarla como sitio religioso.
Durante ocho décadas pesó sobre ella una pena canónica.
Mañana a la tarde habrá misa y una asamblea de vecinos, para
aunar esfuerzo y lograr la restauración, a 118 años de su
construcción. Paredes agrietadas, techos deteriorados y nada de
mantenimiento, muestran sus huellas.
Cuando mañana reabra sus puertas, dejará ventilar los misterios
que sobre ella se tejieron y motivaron que alguna vez, la propia
iglesia, decidiera condenarla, y ahora “perdonarla”."
Datos complementarios:
Latitud : 31º 6´
40,52"
S
Longitud : 64º 45´
1,25"O
Altitud : 1.442 m.
Orientación fachada: sur-suroeste
Fuentes de consulta:
CAMARASA, Jorge,
Misterio y tragedia en la capilla de Characato –
Diario “La Voz del Interior”, pags. F4- F5, Córdoba, 06/08/2006
Google Earth
DIARIO La VOZ del INTERIOR – "Luego de 80
años, suenan las campanas en Characato". 10 de mayo de
2013. Córdoba
Agradecemos la deferente atención brindada por la
propietaria
de la vecina
Posada de Montaña
"Tierra
de Aguas"
quien, autorización mediante, permite acceder a una visita de
la Capilla.