Iglesia del Monasterio de San José de las Carmelitas Descalzas de Santa
Teresa Córdoba Capital. El gestor fue Juan de Tejeda y Mirabal, hermano
de Leonor fundadora del Monasterio de Santa Catalina de Siena. La obra fue
producto de una promesa frente a la enfermedad de su
hija María Magdalena. El Monasterio abrió sus puertas en mayo de 1628. La Iglesia es una sola nave con bóveda de cañón corrido
y lunetos sin ritmo fijo. El conjunto, decorado por Carlos Camilloni, se
divide por pilastras y arcos fajones en cinco tramos. El altar mayor
es obra de Juan Manuel López con la imagen de Santa Teresa obra de Alfonso Bergas (siglo XVIII). Los entallados de madera
son de los
artistas carpinteros Dionisio Rodríguez y Gonzalo Carvallo. Luce
notables vitraux. El coro alto se comunica con el Museo de
Arte Religioso Juan de Tejeda. El Coro Bajo privativo de
las religiosas separado del público por una exquisita reja monacal. La
muy expresiva fachada se corresponde con la nave a la que se accede por una
puerta de doble hoja bordeada por un alfiz hispano mudéjar y dos pares
de pilastras toscanas que sostienen la superior cornisa serliana; a
derecha la espadaña de estilo barroco.
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IGLESIA DEL MONASTERIO DE SAN JOSE DE LAS CARMELITAS DESCALZAS
DE SANTA TERESA
…
las que avían de ser resebidas se juntaron en la iglesia del
convento de Sta. Catalina de Sena, estavan ya en la portería, la
madre Catalina
[Leonor de Tejeda] con dos compañeras suias de las mas
antiguas ( con quien iba a governar el nuevo monesterio
…)
…
llego su señoria, y sacola con sus dos compañeras hasta la
iglesia de donde empeçó a salir la processión, de grande y
lustroso número de gente; que de la ciudad y sus contornos havia
concurrido. Las religiones iban después conforme a sus
antigüedades y despues en ombros de religiosos, la imagen de la
gloriosa Santa Catalina de Sena, en unas ricas andas, iban tras
ella con la nueva fundadora las vírgenes dichosas que iban a ser
recibidas triunfando con alegre modestia, de los ricos atabios y
adornos que llevaban puestos; menos la fundadora; que nunca ni
en esta ocación quiso dexar el de su devoción
… las tres
religiosas de santa Catalina eran las ultimas, con los belos
negros sobre los ojos, iba cada una en medio de dos cavalleros
de los mas graves y ancianos del aiuntamiento de la ciudad;
admiraba, y conpungia al verlas passar, sin alçar los ojos a
un a mirar las paredes, de las casas en que nacieron y se
criaron al passar por ellas
…
Así relataba Luis José, hijo del fundador, en un pasaje de su
obra “Peregrino en Babilonia”,
los acontecimientos del día de
la solemne fundación del
Monasterio
de las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa de Jesús, domingo 7
de mayo de 1628.
Su fundador, el conquistador Don Juan de Tejeda y Mirabal, era
hijo de Don Tristán de Tejeda y de Doña Leonor Mejía y Mirabal.
Habíase casado con Doña Ana Guzmán, hija del general Pablo de
Guzmán y de María Magdalena de la Vega.
Los hijos de este matrimonio fueron: Luis
José, Gabriel, Gregorio, Alejandra y María Magdalena.
El primero de ellos es el más conocido por universitario, por
hombre de armas, por los cargos públicos que desempeñó y
de modo prioritario,
por su producción literaria.
Al fallecer su esposa, Francisca de Vera y Aragón, entró en el
claustro dominico, lugar donde desarrolló su tarea que lo llevó
a ser considerado el primer poeta argentino.
La menor, María Magdalena, según se afirma, a causa de una grave
enfermedad que padeció, cuando tenía doce años, motivó a su
padre que la ofreciera a Dios, para convertirla en monja del
convento que se comprometió a fundar.
De significativa presencia en la familia fue, también, la
hermana del fundador Doña Leonor, quien treinta años antes había
fundado el Monasterio de Santa Catalina de Siena.
A
comienzos del año 1625, a tan solo tres años de la canonización
de Santa Teresa de Jesús por el Papa Gregorio XV, un sobrino
nieto de ella, en estas tierras americanas se disponía a hacer
grandes reformas en su vivienda para transformarla en el
monasterio de las Carmelitas Descalzas.
Formando parte de ese monasterio, la iglesia, según archivos,
estaba casi concluida el 18 de abril de 1628, ya que ese día,
después de un año y medio de trabajo el oficial entallador
Dionisio Rodríguez concluía con la obra del retablo de madera
del altar. El oficial carpintero Gonzalo Carvallo, había ya
realizado trabajos de enmaderamiento del coro alto y el
bajo y la construcción de las rejas, tarea que no concluyó
totalmente a causa de su fallecimiento.
Se conoce que tanto el monasterio como la iglesia sufrieron
modificaciones a lo largo de su existencia, adaptándose a las
necesidades que se fueron planteando con el paso del tiempo. No
se conoce con precisión quien o quienes fueron los autores de
este conjunto edilicio, que se desarrolló a lo largo de muchos
años. En los inicios, Juan de Tejeda dirigió los trabajos y
posiblemente, haya que considerar la participación de su hijo
Luis José.
La iglesia tiene una sola nave cuyas dimensiones son: longitud
35,30 m, ancho 7,40 m.
Esta cubierta con una bóveda de cañón corrido con lunetos
ubicados sin ritmo fijo. Solo los de orientación norte se
encuentran abiertos a la luz natural y todos están profusamente
decorados. El espacio está dividido por pilastras y arcos
fajones en cinco tramos de anchos irregulares. La imposta
corrida de proporcionada saliente, ubicada en el borde superior
de los muros y pilastras sostén de la bóveda, se extiende
desde el coro alto hasta el altar mayor.
En el ingreso una puerta cancel de dos hojas centrales, con
coloridos vitrales en el sector fijo superior y una puerta a
cada lateral, permiten el acceso a la nave, por el sotocoro,
contenido por una bóveda de arco rebajado.
En segundo nivel, el
coro alto tiene el ancho de la nave y se cierra con una baranda
alta muy elaborada. Su ingreso se produce desde el exterior,
donde actualmente funciona el Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda.
A
medio nivel, la fuerte presencia del coro de las hermanas
novicias, adosado a la pared sur está finamente trabajado,
en madera, con ménsulas rectas talladas y cerrado con un
entramado romboidal. Se ingresa a él,
desde el exterior, en el sector sur.
En el segundo tramo de la nave, en la pared sur se encuentra la
puerta lateral de grandes dimensiones en madera, de dos hojas
de abrir.
A su derecha, sobre la pilastra que está entre el
segundo y el tercer tramo, el púlpito, muy refinado con un
tornavoz diseñado en base a dos conchas marinas superpuestas, de
distintas dimensiones. Corona esta composición la figura de San
Miguel pisando un demonio.
En el cuarto tramo, que es el más ancho, está el altar del
Sagrado Corazón y frente a éste, en el muro norte el altar de
San José, patrono del Monasterio. Por la disposición general de
los escaños, frente
a
ambos altares no ha quedado el espacio de
oración para los feligreses.
En la pared norte llama la atención los
dos confesionarios que se
desarrollan dentro del espesor de ese muro. Los mismos
sobresalen del lado del monasterio (hoy Museo de Arte Religioso
Juan de Tejeda) permitiendo su uso por parte de las hermanas en
clausura.
El último, pertenece al presbiterio, el cual se encuentra a un
nivel tres escalones superior a la nave y se ensancha
espacialmente ya que, en el flanco derecho se encuentra el coro
bajo, privativo de las religiosas y separado del ámbito público
por la original reja monacal con su cratícula. Un cuadro de la
coronación de Santa Teresa, ocupa el medio círculo formado por
el arco generatriz de la bóveda de cañón que es la cubierta de
ese ámbito.
En el flanco izquierdo está el altar de la Virgen del Carmen, en
un espacio iluminado por una pequeña linterna cenital con cuatro
vanos vidriados y
terminada con un cupulín.
Está inserta en la bóveda de cañón corrido que oficia de techo,
a menor altura que el de la nave. En este ámbito está el torno
que comunica con el monasterio y en la otra cara, el ingreso a
la sacristía.
Esta es de grandes dimensiones para la época ya que tiene 10,25 m de largo por 5,15 m de ancho. Esta cubierta con una
bóveda de cañón corrido con dos lunetos en la culminación
superior de las caras este y oeste; el techo es a dos aguas con
tejas españolas. Desde este ambiente se accede al púlpito, al
locutorio del monasterio por la puerta sur y al interior del
mismo, por la puerta oeste.
El Altar Mayor obra del ingeniero voluntario, Juan Manuel López,
en el centro, tiene la imagen de Santa Teresa, de madera tallada
y policromada de 2,95 m de altura, cuyo autor fue el
imaginero del siglo XVIII, Alfonso Bergas.
(Gori- Barbieri).
Dos pares de columnas corintias flanquean el nicho de la Virgen,
sosteniendo un frontis curvo abierto donde se aloja un medallón
con la imagen de la Virgen del Carmen y sobre éste, el escudo
carmelitano.
Por fuera de ellas, están las imágenes de San Elías y de San
Juan de la Cruz.
En los finales de la década del treinta del pasado siglo con
motivo del tercer centenario de la fundación del monasterio, el
templo fue decorado, profusamente, por el artista Carlos Camilloni.
Dejó de lado los blancos muros y los pisos de baldosas criollas,
características del período colonial y le imprimió un sello
distinguido, culto y europeo, todo en tonos oscuros con figuras
geométricas y toques en dorado.
Comenta el diario Los Principios de octubre de 1928, al
concluirse los trabajos de restauración: “… Rendimos los
debidos honores al excelente artista que ha sido el alma de esta
reconstrucción ornamental, sin olvidar que, a la vez, queda bien
mantenida su conquistada fama de pintor en los ocho cuadros, al
fresco, ubicados en los correspondientes lunetos, reproduciendo
escenas de la vida de Santa Teresa, que armonizan con el cuadro
central y sus dos laterales con el grupo principal de la bóveda,
a los que Camilloni restauró, dándoles ese valor patinado de
antigüedad.
Corresponde, pues, destacar la obra realizada por Carlos
Camilloni, con un desinterés que se iguala a su mérito.
Expuestos como se encuentran, muchas veces, nuestros monumentos
históricos a ser objeto de reparaciones improvisadas por manos
incompetentes, es de felicitarse que uno de los más singulares
exponentes de nuestro arte religioso y colonial haya tenido, en
el excelente artista, el artífice de una digna y plausible
restauración.”
Comenta que don Noé Bricoli, fue el operario que secundó, con
sus dotes destacadas, la realización estética de Camiloni.
Menciona, además, la tarea realizada por Luis Font, “… en
cuyos talleresse reconstruyeron el coro bajo y el barandal del
comulgatorio, tallados de acuerdo al estilo arquitectónico y
decorativo del templo, como también, las obras de reconstrucción
en el altar mayor y el púlpito".
Video - Año 2010
La fachada principal, muy expresiva, podría decirse que está
compuesta por dos rectángulos verticales: el cuerpo principal en
correspondencia con la nave y el de la espadaña, adosado del
lado de la epístola.
En el primero está marcado un eje vertical de simetría; la
puerta principal de dos hojas de abrir, en madera, esta
bordeada por el alfiz, recurso hispano mudéjar, consistente en
un rectángulo con un arco de medio punto en su interior.
Imagen previa a la restauración
A
ambos lados de la puerta, dos pares de pilastras toscanas, de
carácter monumental, con nichos vacios en la calle central,
sostienen la cornisa, al más puro estilo serliano. Esta
expresión estilística fue la que, por semejanza en el uso,
varios autores se la atribuyen al hermano jesuita Bianchi.
Un recurso similar al alfiz, se repite en la ventana coral,
contorneada por una faja lisa, bordeada por otra que se
introduce en el tímpano. Sobre la ventana coral esta la peana
siempre respetando el eje de simetría.
La peana estaba vacía, la faja lisa bordeaba la hornacina,
aparentemente, inexistente. En lo alto del frontispicio,
en los últimos días de julio de 2010, vimos colocar la imagen de
bulto de Santa Teresa de Jesús, sobre esa peana, en esa
hornacina.
Dice Alicia Susana Beltramino, restauradora: “… Otro
hallazgo inesperado que se registró durante el avance de obra
fue el descubrimiento de una hornacina o nicho en el ático del
frontis. Éste habría sido tapiado entre los años 1871/2 y
1905/10 ca. Fotografías tomadas en esos años son el testimonio
real de lo antedicho. En el libro “Córdoba Fotografiada” de la
Lic. María Cristina Boixadós, en una foto de 1871/2 no sólo
aparece la hornacina descubierta sino que supuestamente
aparecería (en toma ampliada) una escultura, mientras que en
Archivo del Cedodal aparecen las fotografías de principios del
siglo XX en las que la hornacina ya aparece tapiada. En su
interior no se hallaron restos de tantos colores como en la
fachada…”.
Más allá de las numerosas teorías sobre el restauro, es éste un
plausible intento de restituir un detalle que el tiempo se había
llevado.
Sobre las toscanas pilastras y en su coronamiento, se apoya el
frontis mixtilíneo con su base recortada en el centro,
permitiendo la presencia de peana y hornacina. Sobre el tímpano
y en correspondencia con la proyección vertical de las
pilastras, se perfilan cuatro pináculos, terminados en forma
piramidal rematando con sendas esferas. Aquí, “…
la
independencia compositiva es mayor. Curvas y contracurvas tienen
la musicalidad del barroco. Es como un coro polifónico, donde
todo contribuye a la exaltación espiritual
...”,
dice el arq.
Gallardo.
La voluminosa cornisa se prolonga lateralmente produciendo el
remate de la fachada sur.
En la composición de la fachada principal
encontramos
el otro rectángulo vertical
del
cual
ya
hacíamos referencia:
la singular
espadaña de estilo barroco, que según G. de Moiset –Treco, “…
fue agregado a posteriori del claustro, previa modificación del
recinto y el cierre de un tramo de la galería
…”. En un plano
levemente retirado del resto de la fachada y fuera del
rectángulo de la nave, se inicia desde el solado, con un primer
nivel, que llega hasta la altura del alfiz sobre la puerta
principal, totalmente lisa, igual que el resto de los muros
contiguos del monasterio, rematado con una suave cornisa, que
también se visualiza en el resto de las fachadas. En el segundo
nivel se repite la
misma organización del imafronte:
cuatro pilastras y nichos cerrados entre ellas, siendo los
centrales bilobulados.
En el tercer nivel continúa la composición con nichos abiertos
donde se alojan las campanas, afinándose con líneas curvas hasta
terminar en una veleta de hierro forjado.
Como cierre lateral, la composición lo hace con una pilastra y
su proyección vertical en un pináculo. Un muro dentro del
claustro, aguzado en curvas y contracurvas, hace el cierre
norte.
Podemos hablar de una fachada lateral. La misma se visualizó
con la, no tan acertada, demolición de la construcción adosada
al templo, del lado sur.
Se destaca la puerta de grandes dimensiones, que en algún
momento estuvo vinculada con el cementerio y que actualmente se
la ve algo desproporcionada al carecer de las construcciones que
la acompañaban. Vuelven a aparecer las pilastras pareadas y sus
nichos en las calles centrales. A ambos lados unas figuras
treboladas caladas en el muro, tiene reminiscencia alto
peruana.
En el extremo derecho, una corta escalera con baranda de
mampostería conduce al coro de las hermanas novicias, al cual se
accede por una puerta de dos hojas de madera con dintel recto y
tímpano de medio punto calado en muro.
El atrio se extiende actualmente a lo largo de 31,50 m,
paralelo a la calle Independencia.
Tiene un pretil de
mampostería y rejas de hierro que al demolerse la construcción
que,
por entonces era
adyacente a la iglesia, se extendió reproduciendo el original
que solo estaba frente a la fachada del templo. Al decir del
Arq. Gallardo:
"...
el espacio ha sido afectado, no en su
artisticidad, pero si en su historicidad".
El portal del monasterio, que fue ingreso de la residencia y hoy
lo es del museo, es una hermosa pieza barroca del siglo XVIII.
"Da la nota epocal, al evocar la solidez del patriarcado
cordobés en los tiempos fundacionales".
Un portal de madera de
dos hojas está flanqueado por pilares constituidos por haces de
columnillas que sostienen un frontis curvo y su penacho superior
rematando en una grácil cruz de hierro forjado.
Por la similitud con la demolida Casa de Allende, se especula
con la posibilidad de un mismo constructor. En la Revista "El
Hogar" Año XXVI n°1096 del 17 de octubre de 1930, Mario E.
Bialet Laprida describe a los Allende como una "... antigua y
encopetada familia cordobesa que conserva su casa solariega como
el mejor exponente de la íntima relación de sus miembros con la
vida de la ciudad, a través de los tiempos".
Portal de ingreso de la casa de la familia
Allende (Revista "El Hogar" - 17 de octubre de 1930)
En el conjunto pueden apreciarse varias fechas: 1770 en la
entrada del Monasterio, hoy Museo; 1717 en el pórtico; agosto 21
de 1753 en el escudo carmelitano empotrado en la fachada y 1758
en la bóveda del coro. Sin duda, todas representan un momento
importante en el devenir de la construcción, pero no hay certeza
a cual atribuírselo.
Con respecto al autor de este bello monumento, si bien
indefinido al igual que las fechas, algunos estudiosos le
atribuyen la influencia del hermano jesuíta Andrés Blanqui
(1675-1740).
Si la fecha 21 de agosto de 1753 del escudo carmelitano ubicada
bajo la ventana coral, fuese la culminación de la obra, significaría
que esto sucedió trece años después de la desaparición de
Giovanni Andrea Bianchi. Según el Padre Dalmacio Sobrón,
"...
solo
se puede decir del constructor de la iglesia de Santa Teresa,
que conoció las obras de Bianchi, y que copió a su manera la
composición, sin haber sido permeado por su sentido profundo".
El arquitecto Carlos Page, manifiesta sobre el tema:“…
Toda
esta fachada recrea un juego de luces y sombras que fueron bien
interpretadas de los Tratados de Arquitectura con que,
fehacientemente, sabemos contaba la biblioteca universitaria.
Pero que bien sabían manejar estos profesionales italianos con
una fuerte carga cultural que tendría una notable adaptación al
medio. Pues allí estaban justamente los libros de Serlio y Pozzo,
entre muchos otros. Eran los instrumentos fundamentales con que
contaban los arquitectos, modelos de los que serían sus propias
creaciones en un medio no muy favorable ante la escasez de mano
de obra experta. Sólo los jesuitas contaban con un cuerpo
técnico acorde a las necesidades que demandaba una ciudad en
crecimiento”.
Dibujos de Juán Kronfuss
CRONICA DE LA FUNDACIÓN
Relatada por Luis José de Tejeda y Guzmán
…El
Tuquman es una de las más remotas Provincias que hacia el Polo
Antártico, terminan el prolongado imperio de la América y la que
últimamente entre ellas, conquistaron las Armas de España, y
penetró la luz del evangelio; en la ciudad de Córdova, una de
las …
De esta
manera comienza, Luis José de Tejeda y Guzmán, hijo de Juan, el
fundador, en su obra “Peregrino en Babilonia” la:
RELACION DE LA FUNDACION DE EL CONVENTO DE RELIGIOSAS CARMELITAS
DESCALZAS DE SAN JOSEPH, EN LA CIUDAD DE CORDOVA DEL TUQUMAN
Después de
referirse brevemente a la fundación del Convento de Santa
Catalina de Sena, relata como el General don Pablo de Guzmán,
natural de la ciudad de Guadalaxara, muy devoto de la Santa de
Ávila, recibe su imagen de bulto, para ser colocada en una
Capilla de la Iglesia de la Compañía…
…Pero
para otro más alto y meritorio empleo había Dios dispuesto que llegasse; que fue para colocalla en un templo y convento propio
de Mojas Carmelitas descalças, cuio fundador que fue el capitán
Juan de Texeda de quién atrás esta dada noticia de que era su
hierno, estava entonzes, con doña Ana de Guzmán su muger, y con
su suegra e hijos en el pueblo de la encomienda de Indios de
Soto, treinta leguas de la ciudad de Córdova. Híçole luego don
Pablo de Guzmán despacho, con las cartas y Relación del P.
Procurador , pidiéndole encarecidamente la brevedad de su venida
a la ciudad, para que con la solemnidad debida se colocasse la
imagen en la capilla de la Compañía y se celebrasse la nueba de
la canonisación . Recibiolo todo Juan de Texeda con el gusto a
que siempre la piedad christiana y devossión con los santos le
inclinaban, y trató de abrebiar su partida…
… Era el
día señalado para la partida el de diez y seis de julio, en que
se celebra en su Religion la fiesta de nuestra Señora de el
Carmen; estorbó la partida esse mismo día un grave accidente
con que amaneció la menor de dos hijas que tenía, llamada Doña
María Magdalena, de edad de doze años, de rara hermosura y
prendas naturales, que sazonadas en tan poca edad con maduro
juicio, aseguraban esperansas de felizes logros. Por esto, i ser
la última de todos sus hijos la amaban con extremo sus padres;
embargosela Dios para el empeño de esta fundación; y a mi me
sacará del empeño de referirla, incertar aquí una relación , que
el illustríssimo Señor el M.º don fray Gaspar de Villarroel
Arçobispo de los Charcas , hiço de este acontecimiento ; porque
le vido, i palpó en esta ciudad , pasando por ella a los Reynos
de España, cuia Autoridad tan grande a todas luzes acreditará la
que voy escribiendo, que es la que sigue…
… En la
ciudad de Córdova, Provincia de el Tuquman, distrito de la
Audiencia de los Charcas, enfermó garvementeDoña María
Magdalena, de edad de doçe años; començo el achaque por un
cauzon, continuose por algunos días, subiosele a la cabeça
apoderose la calentura del cerebro con que arrebatándose los
sentidos en breves oras se vio un confirmado Lethargo de la
doncella. Una modorra mortal con valientes indicaciones , de que
se resolvía el suxeto, i se le acababa la vida; fue
circunstancia para el peligro el lugar, un pueblo de Indios
treinta leguas de el rrecursso, a quese podía aspirar que era
la ciud. de Cordova era este el pueblo de Soto de la encomienda
de el capitán Juan de Texeda padre de la niña, i aviase ido con
su casa , a el, por unos días; y recelando aora que el
movimiento, despertasse algún accidente que executasse mas
aprissa que la misma enfermedad, no se atrevió a hacer mudança
con su hija, creció al fin apresuradamente el mal; i al sexto
dia las intercadencias del pulsso, desesperaron de todo buen
sucesso a quantos lo entendían ; començo la naturaleza a mostrar
las ultimas señales , con que fue forsosso rrecurrir a los
santos sacramentos dioseele la extremaunssion, i hicieronse
todas las diligencias sin omitir alguna de las que padres tan
christianos deben hacer en situación semexante; encomendole un
sacerdote el alma, pusieronle en la mano la candela de bien
morir, i a la cabezera un habito con que se había de amortaxar:
Esperavan cada instante que rindiese el alma. La edad, la
condición, la hermosura , i las costumbres de la enferma,
enternecieron a quantos la miraban; esso todo sobre ser un
retaço de el coraçon, tenia como en una prensa los de sus
padres; sobrevinole un paroxismo que como es transumpto de la
muerte; apenas dejo rastro de vida en ella; su padre, que según
lo certifico después, nuncahvia tenido devossión especial,
sinolo qu deben todos los católicos a Santa Thereza de Jhs. ;
como impelido de una fuerza interior , que le arrastraba a
valerse de la Santa ; en aquel conflicto levanto muy fuera de su
costumbre la voz y dixo a gritos . O Gloriosa Sta. Thereza de
Jessus doleos de mi desconsuelo y dadme esta hija, para monja
vtra. que io os hare un monasterio, a mis expenssas i les dare
el sustento a vtras. hijas …
…Apenas pronuncio el lastimado padre su voto, cuando cobró la
enferma cabalmente todos sus sentidos, i començo a hablar y
risueño y alegre el rostro le dixo a su padre que no avia de
morir, que ia se podía alegrar; que avia de ser monja de Sta.
Thereza de Jessus, a quien avia prometido un monasterio; Baño
aquella como resurrección la casa de alegría y la devosion
embaraço el pecho de aquel tan religioso Cavallero y viendo
todos tan inopinada salud restituida por un tan evidente milagro
daban a Dios muchas gracias, i a sus padres, otros tantos
parabienes
…
Don Juan de
Tejeda, poco a poco fue olvidando su promesa, habiendo tenido
ya, una experiencia anterior, incumplida a la fecha. Hasta llegó
a pensar en la búsqueda de un buen esposo para María Magdalena,
pero Dios, apretó por la deuda con una singular, i admirable
providencia;…
…Estava
la enferma ia restituida, en su salud, aunque no en su primero
vigor; i apretó la calentura, doblaronse los accidentes y como
sobrevinieron a fuerças no reparadas, en suxeto flaco, i en
quien aun se veian, resultas del estrago que avia hecho la
dolencia rrigurossa , fue al aprieto maior; mostro lo formidante
de el pulsso, y la constancia con que a cada instante apagaba
que se acababa, vidriarionse los ojos, levantándose el pecho, i
falto la habla i con todas las demás traiciones postreras, que
haçe la enfermedad, entro a bregar con la agonia, retiraron los
que la asistían a sus desconsolados padres, i quando ia juzgaron
que espiraba, por no defraudarla en las ultimas bendiciones;
llamaronlos para que se la hechassen, entraron i los dos vieron
que la niña dio dos boqueadas; a la segunda fue sentimiento
común que avia espirado. Havia advertido su padre, que aquel
amago nacia de la tibieça, que le sobrevino al primero voto; i
tomo firme resolussion de estar a lo prometido; sin embargo que
via haçer en el cuerpo ya frio, todas las diligencias, que
preceden al entierro y comenzar a vestirle la mortaxa,
fortalecido en la fee, i confirmado en su propossito dixo a
vozes, Havia espirado en hora buena, que amortaxada, i de la
sepultura, me ha de sacar Santa Tereza mi hija viva ; Porque le
he de edificar un monasterio, y hade ser infaliblemente monja
suia; o, casso prodixiossoo, o, portento raro, la ultima de
estas palabras no estaba bien pronunciada; cuando todos vieron a
su hija viva; abrio los ojos i con una rissa santa dixo en voz
mui alta, que estaba sana ya, i que avia de vivir, para ser
monja de Santa Tereza; i sacándole un retrato de la Santa, se
assento en la cama, y hablando con el y con los circunstantes
dio bastante muestra de que había recibido la vida
...
Comenta el relacionista que, Juan de Tejeda, al poco tiempo de
haberse casado, tuvo un gran accidente, aparentemente, producido
por la ingestión de un brebaje que inexorablemente lo llevaba a
la muerte como lo hizo con su paje. Puso el agonizante su alma
en manos de San José, de quien era muy devoto desde niño
prorrumpiendo en estas afectuosas palabras,
…favorecedme
santo gloriosso como siempre lo haveis hecho en este ultimo
trançe de mi vida; que yo os prometo poner por obra, el deseo
que ha muchos días que tengo, de fundar en vuestro nombre , i
con vuestra advocación en esta ciudad un hospital en que se
curen los pobres, i necesitados, acabo apenas de
decirlo, cuando tras ellas huyo por la voca, la nociba bebida,
i quedo tan sossegado i restituido, a su primera salud, que assi
en las causas no conocidas del mal , como en los efectos todos
la aplaudieron a vozes por milagrosa…
El
cumplimiento de esta promesa se demoró en el tiempo, por
muchos años, y estuvo próximo a concretarla cuando ocurrió el
milagro de su hija en Soto. Ahora debía cumplir honrar las dos
promesas, pero le parecía inapropiado en razón de lo mucho que
demoraría e incluso podrían hacerse imposibles. Dubitativo
consultó con su hermana la Madre Catalina de Sena, quien
respondió
…
paréceme hermano, que seria de maior sero. de ntro.
Sr., que de las dos fundaciones , se hiciese una sola, que esta
fuese la del monesterio de Carmelitas descalças. Las
enfermedades corporales hospital tiene ia en esta ciudad; i esas
qué tiene que ver, con las dolencias y necesidades de el alma?
Remedio sería el hospital para esta ciudad sola, pero el
monesterio lo será para estas provas. tan dilatadas
que no tienen más que este que yo fundé; conmútese pues la
fundación del hospital en la del monasterio; : que assi queda
mexorada, empleandose en otros más altos y meritorios
ministerios, y de mas singular serbicio del glorioso San Josep,
como lo aseguran los grandes favores que por su medio alcanço
Sta. Thereza, como ello lo refiere en el libro de su vida…
Alegrissimo quedo Juan de Texeda, con la senzilla y devota
persuassion de su hermana, i admirado de saber la misteriosa
consonancia que hacían, con las obras de Sta. Thereza los
patrocinios de su glorioso abogado, que ignoraba; i tomó desde
allí una resolussión firmíssima de conmutar con las debidas
licencias en la obra del convo. la del hospital,
intitulándose de san Joseph. Mientras estas se negociaban con el
obispo y gobernador desta prova. Coloco la imagen
referida de Sta. Thera. Con su dozel i ornamto. (que le entregó D. Pablo de Guzman su suegro para la iglesia que
se había de hazer en el monasterio) en una rica i curiosa
capilla que tenia en su casa; dixose en ella el dia de su
colocasion, una missa, con grande solemnidad y música; salió a
oirla la tierno doña María Magdalena, vestida del habito de
devosión, que poco después avía de vestir mas aspero i rigurosso,
renunciando desde este día las galas, i adornos del mundo…
En momentos en que llegan las licencias para el comienzo de la
obra, don Gregorio, el menor de los hermanos, sin el permiso
correspondiente de la familia decide contraer matrimonio. Esto
ocasiona un importante pleito, con fuertes erogaciones a cargo
de Don Juan que demoran la obra
…
…
Entrado pues el año de veinticinco, se començo aproseguir la
obra de la Iglesia, con doblados alientos y obreros de suerte
que a los fines de el estaba acabada; Pero mas trabaxo y nuevos
cuidados avia de costar, i no era aun llegado el dia,ni el año
que Dios tenia señalado para aquella fundación; quería el Obispo
hallarse personalmente en esta ciudad para efectualla; dilatose
su llegada a ella, dos años más, en que exercito Dios largamente
los desseos fervorosas de las donçellas que avian de ser las
primeras monjas; i la paciencia del fundador…
…
Llegó al fin la illustrísima a esta ciudad de Cordova por los
fines del año veintisiete; visitó el convento futuro, i mandó se
pusiesen en conveniente clausura, lo restante de la casa, que
por vivir a un en ella el fundador i sus hijos no lo estaba;
trato para esto efectivamente de mudarse; a otra que tenia ia
prevenida; Pero quería ntro. Señor que sin salir de su casa, se
la la dexase como el sucesso lo manifestó; i assi no
correspondió el efecto a sus desseos. Fuele apretando el mal de
manera que los que mas acertadamente asistían asu cura le
aseguraban mui pocos días de vida, consuelo le era solamente el
estar allí ya el Obispo; Llegó en esta ocación a su Señoria la
noticia de la convocatoria para el cncilio Provincial que este
año se celebró en la ciudad de la palta; y por ser corto el
plaço, y la distancia de trecientas leguas; señalo para de allí,
a veinte días su partida; yaprecibio al fundador que si dentro
desse termino no quedava fundado el convento: no se haría asta
después del concilio; era este termino largo y dudoso; y el
primero tan breve que desfallecía en consultando las fuerças,
pues asta no se hallaba con ellas para lebantarse de la cama,
pero sacándolas de su misma flaqueza esperando en cuia era esta
obra, se resolvió acabar en tan breve termino, lo que faltava
della sin salir de su casa, en dos aposentos contiguos, pequeños
i mal aliñados que salian al patio principal, estrechó toda su
familia; y en el uno dellos le pusieron la cama aforrándole el
techo con unas xergas, por ser invierno y estar a texa vana,
desde allí empeço a solicitar su obra; pudo tanto este animo, y
resolución; que ele dia siguiente se pudo lebantar de la cama,
i salir con sus pies a asistirla; Parecioles a todos los de su
casa milagrossa aquella mexoria; y el atribuiendola a la
intenssion de quien se la negociaba, con tierrnoy humilde
reconocimiento oiendolo todos dixo: Gloriossa santa
alcansadme la salud necessaria, por tres meses, para que ntro.
monesterio quede acabado, i yo le pueda ver y gozar algunos días;
asistió desde entonces personalmente con tanta continuación a
todo lo que faltava por acabar que en menos días de veinte que
le avian dado de termino quedo todo el monasterio con la
conveniente forma y clausura; sábado seis de mayo del año de
seyssientos y
veinte ocho; vio el Reverendissimo desta prova.
nuevamente las scripturas y capitulaciones de la fundación, y
las confirmo; examino la Doncellas que habían de recivirse y
hiço autto en que dispuso, la forma i orden que el dia siguiente
se avia de guardar fue este dia felis dia el de SanJuan ante
portam Latinam, faustissimo, siempre i misteriosso en la
sagrada reforma carmelitana y que dexó grandes esperanças a su
ínclita fundadora de sus crezes futuras como se podrá ver en su
historia, y fundación de elconvento de Pastrana (ocurrida a 7
de Mayo de 1628) otro dia muy de mañana que fue domingo, y
siete de maio, en conformidad de el dicho auto, las que avían de
ser resebidas se juntaron en la iglesia del convento de Sta.
Catalina de Sena, estavan ya en la portería, la madre Catalina
[Leonor de Tejeda] con dos compañeras suias de las mas
antiguas (con quien iba a governar el nuevo monasterio)
despidiéndose de sus antiguas hermanas…; …llego su señoria, y
sacola con sus dos compañeras hasta la iglesia de donde luego
empeçó a salir la processión, de grande y lustroso número de
gente; que de la ciudad y sus contornos havia concurrido. Las
religiones iban después en ombros de religiosos, la imagen de la
gloriosa Santa Catalina de Sena, en unas ricas andas, iban tras
ella con la nueva fundadora las vírgenes dichosas que iban a ser
recibidas triunfando con alegre modestia, de los ricos atabios y
adornos que llevaban puestos; menos la fundadora; que nunca ni
en esta ocación quiso dexar el de su devoción…; … las tres
religiosas de santa Catalina eran las ultimas, con los belos
negros sobre los ojos, iba cada una en medio de dos cavalleros
de los mas graves y ancianos del aiuntamiento de la ciudad;
admiraba, y compungía al verlas passar, sin alçar los ojos a
un a mirar las paredes, de las casas en que nacieron y se
criaron al passar por ellas, su humilde garvedad, y su curiosso
aliño iban haciendo alarde de la perfección interior de sus
almas, cerraba el obispo la procession y despues el cabildo
Justicia y Regimiento; llegó con esta orden el son de sagrados
himnos (epitalamios de tan divinas bodas) hasta la puerta de
la iglesia del nuevo convento. Aguardava en ella, puesta en
otras hermosas Andas ; La milagrosa imagen de Sta. Thereza; a la
que venia a honrrar su nueva casa pusieronlas ambas en la
capilla maior y asus pies se pusieron sus hijas
…
…Su Sa.
Illustrissima después de aver dicho la missa, y dado la comunion
a todas en una breve, grave, i docta pláticaque hiço encareció
todo esto dando las gracias a la Magd. Divina que con tan
señaladas providencias lo había assi dipuesto; declaroles a
las que avian de recibirse la perfeccion de la religión que
entraban a seguir …
…Hiço
una confesión larga y general de su vida, recibió el viatico
con muchas lagrimas, y la extrema unssion, con que alegre y
animoso deseaba ia la ultima hora; siempre clavado los ojos en
un cruxifijo; Diciendole la missa ordinaria en el altar que
tenía delante, y oiendola las monjas por la rexa; y haciéndole
la recomendación del alma se le entrego a su Criador, jueves a
la quatro de la mañana, a los veinte quatro de de agosto, dia
de san Bartolome Apostol, ora i dia felisissima en que la
gloriosa Santa Thereza de Jesus fundo en Avila el primer
convento de monjas de la reforma, y a los tres meses, i pocos
días mas cumplidos que tan encarecidamente avia pedido a la
santa para acabar su convento y gozar de el estas, otras grandes
esperanças nos dexo el difunto fundador de su salbacion…
"Las Teresas desde la Plaza Mayor" -
Foto Witcomb y Cia. Ca. 1872 FDEA, FFyH, UNC
Foto de 1901; nótese además, la curiosa torre
que, unos años antes,
El conjunto fue declarado Monumento Histórico Nacional (MHN) por
la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos
por Decreto Nº 106.845 del 28 de noviembre de 1941. La
Municipalidad de Córdoba lo declara de Interés Municipal por
Decreto Nº 0292/B de 1977.
Cenizas:
Ilustres cenizas se encuentran depositadas en la
Iglesia. Las
del fundador Juan de Tejeda (1575-1628)
están en el Coro de la
Monjas. Las
del gobernador José Javier Díaz (1764-1829),
hijo de
Francisco Antonio Diaz, alcalde de primer voto y propietario de
la Estancia de Santa Catalina, se encuentran en el atrio.
También está sepultado, el presbítero Miguel Calixto del Corro
(1775-1841), diputado por Córdoba al Congreso de Tucumán.
Santa
Teresa de Jesús:
"Nada te turbe, nada te espante.
Todo se pasa. Dios no se muda.
La paciencia todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene, nada le falta.
Sólo Dios basta."
Se llamaba Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada. Nació en
Ávila, España, el 28 de marzo de 1515. Su padre fue Alonso
Sánchez de Cepeda, descendiente de familia judía conversa.
Alonso tuvo dos esposas. Con la primera, Catalina del Peso y
Henao, tuvo tres hijos: María, Juan Jerónimo y Pedro. Con su
segunda esposa, Beatriz Dávila y Ahumada, que murió cuando
Teresa tenía unos 12 años, tuvo otros nueve: Hernando, Rodrigo,
Teresa, Lorenzo, Antonio, Pedro Alonso, Jerónimo,
Agustín
y Juana.
A
los dieciocho años ingresó en el convento de Santa María del
Carmelo. Por consejo del mismo Jesús emitió el voto, tan arduo
como desusado, de hacer siempre lo que entendiese ser más
perfecto. De esta forma alcanzó un grado tan alto de oración y
vida mística que le valió el sobrenombre de la Mística Doctora.
Esa contemplación y continua unión y trato con Dios, quedó
reflejada en sus numerosas obras que nos dejó escritas gracias
al consejo de sus directores espirituales: Libro de la Vida, Las
Fundaciones, Castillo Interior o Las Moradas, Camino de
Perfección, etc.
A
los 45 años después de una revelación y con constancia heroica
comenzó la reforma de la Orden con la fundación del Convento de
San José de Ávila, en 1562, fundando a lo largo de veinte años
más de 32 conventos en su continuo peregrinar de monja
andariega. Murió en su convento de Alba de Tormes (Salamanca) el
4 de octubre de 1582, lugar donde se conserva su cuerpo
incorrupto.
Fue beatificada el 24 de abril de 1614 por el Papa Pablo V.
Fue canonizada el 12 de marzo d/Be 1622 por el Papa Gregorio XV.
Fue proclamada por Pablo VI, la primera mujer Doctora de la
Iglesia, el 27 de septiembre de 1970.
Su fiesta se celebra el 15 de octubre.
Patronazgo: de los escritores y de los gastronómicos.
Coordenadas:
Domicilio: Independencia 148
Latitud: 31º 25’ 03,33" S
Longitud:
64º 11’ 05,43"
O
Fuentes de consulta:
BOIXADÓS, María Cristina: Córdoba fotografiada entre 1870 y
1930. Imágenes urbanas – Universidad Nacional de Córdoba.
Córdoba, 2008.
DENARO, Liliana de: Buscando la identidad cultural
cordobesa, Tomo I - Corintios 13. Córdoba, 2008.
FURLONG CARDIFF, Guillermo, S.J.: Arquitectos Argentinos
durante la dominación hispánica, editorial Huarpes, S.A. -
Buenos Aires, 1945.
GALLARDO, Rodolfo, - Las Iglesias Antiguas de Córdoba –Fundación
Banco de Boston -, Buenos Aires,1990.
GONZALEZ, Juan B.: Córdoba colonial, Conservación de
Monumentos, la Tumba de Trejo. Imp. Pereyra, Córdoba, 1917.
KRONFUSS, Juan: Arquitectura Colonial en
la Argentina,
Editorial A. Biffignandi - Córdoba.
LAZCANO GONZALEZ, Antonio: Monumentos Históricos de
Córdoba Colonial, S. de Amorrortu e hijos -Buenos
Aires, 1941.
SOBRON, Dalmacio H., S.J.- Giovanni Andrea Bianchi, un
arquitecto italiano en los albores de la arquitectura colonial
argentina. – Editorial Corregidor Buenos Aires, 1997.
TEJEDA, Luis José de: Coronas Líricas- Prosa y verso,
Biblioteca del Tercer Centenario de la Universidad Nacional de
Córdoba – Córdoba, 1917.
DIARIO LOS PRINCIPIOS, jueves, 4 de octubre de 1928 - "El
Señor Obispo en el Templo de las Teresas"
Revista "El Hogar" Año XXVI n°1096 del 17 de octubre
de 1930 -
Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer Kulturbesitz.
Revista Ciencia Hoy - Volumen 23 nº138 - abril/mayo 2014
Agradecemos a Julio María Echevarría su participación en la
sesión fotográfica y a la Hna. Teresa Riego por su deferencia.
Estampas de Córdoba y Monumentos Coloniales de Córdoba.
Foto de 1963 tomada desde la terraza del Edificio Ames; a la
izquierda de Las Teresas, se observan aún en pie las construcciones
que serán demolidas para ampliar el ingreso al Convento