La Iglesia San Pedro Viejo de San Pedro Norte, Departamento Tulumba, Córdoba
(Argentina), fue construída en tierras que recibió, en 1602 y en
carácter de Merced, Pedro Luis de Cabrera, hijo del fundador de Córdoba.
En la fecha en que se estima su construcción, entre 1689 y 1699, la
estancia era propiedad del Presbítero Juan Arias de Saavedra. La capilla
es de estilo macizo, de una sola nave, con sacristía, techo de teja y
una torre cuadrada que se destaca por su robustez. Forma parte de la
Posta de San Pedro Viejo, nombrado por Alonso Carrió de la Vandera 'Concolorcorvo',
que se estableciera en 1767, a la vera del Camino de Postas y Correos.
En ella se alojaron, al frente de sus tropas, San Martín, Manuel
Belgrano, Manuel 'Quebracho' López, Araoz de Lamadrid y Juan Lavalle.
La Página Web "Capillas y Templos"
está registrada en la DNDA
(Ver detalle)
SAN PEDRO VIEJO
Diario "La Voz del Interior", domingo 25 de junio de 2006,
Sección g, Turismo, página 6, Titular: "La Fiesta de San Pedrito":
"... el viernes próximo es el día del Santo Patrono y por
supuesto el pueblo está de fiesta ...".
¡Qué
mejor oportunidad para ir a conocer esta joya del norte
cordobés!
Sábado por la mañana temprano, sol a pleno dibujando sombras
largas en los hermosos campos a la vera de ruta nacional Nº9.
Marcela y Silvina, desgranando historias de su familia,
tradicional del pueblo de San Pedro. A pesar de la distancia, el
viaje, por lo ameno, se hizo muy corto. Además, había ansias de
llegar a vivir este fin de semana cargado de tradición y
evocaciones históricas.
La
ciudad de Deán Funes en la ruta 60, quedó atrás y en Santa Cruz
el asfalto también. Siempre rumbo norte, 19 km más adelante,
vimos a la derecha: "La Posta de San Pedro" y pocos metros al
noreste la Capilla de San Pedro Viejo, motivo principal de
nuestro viaje.
Paramos un momento para contemplarla asombrados desde el antiguo
Camino Real sabiendo que luego le dedicaríamos muchas horas para
gozar del lugar y al reanudar la marcha en medio de las palmeras
caranday que nos venían acompañando como marco paisajístico,
divisamos las torres de la iglesia de San Pedro Norte.
Habíamos recorrido 185 km desde Córdoba Capital, estábamos en un
apacible pueblo, yo diría cariñosamente pueblito así como a su
Santo Patrono le dicen "San Pedrito", porque en realidad es
pequeño.
El
lugar, cargado de historia, acompañó los acontecimientos de
ella, desde el 4 de mayo de 1602 cuando don Pedro Luis de
Cabrera (1567-1637) hijo del fundador de Córdoba recibe en
merced las tierras de la comarca. Fácil es de suponer que él le
dio el nombre al lugar con su propio nombre. Surgirán, así,
varias estancias como San Pedro, Santa Rosa, Santa Clara, San
Luis y deberán pasar 262 años para que se funde oficialmente
este pueblo del departamento de Tulumba, en diciembre de 1864.
Primero unos mates y luego a caminar que es el mejor medio que
se dispone para conocer un lugar.
"... Posee el encanto propio de aquellos lugares, donde la
historia y el paisaje permanecen detenidos en el tiempo, como
esperándonos para sorprendernos. sus extensos palmares (palmeras
caranday) son el entrono perfecto para cabalgatas, caminatas y
largas charlas sobre leyendas de la zona..." - éso dice el
folleto que nos entregaron y pocas veces leí algo tan acertado
respecto de una descripción turística. Desde luego, estábamos
caminando en una mañana espectacular, admirando las cosas de
este pueblo: sus calles, sus casas, sus patios, sus árboles, sus
instituciones, su gente ... y escuchando relatos de los
acontecimientos más emblemáticos del paraje.
Así
transcurrieron las primeras horas de la mañana y cerca del medio
día, partimos para el predio, distante tres kilómetros, donde se
desarrollaría la fiesta del Santo Patrono San Pedrito, día en
que la liturgia recuerda a los Santos Pedro y Pablo, los 29 de
junio, mientras que, la que corresponde al pueblo de San Pedro
Norte, se celebra el primer domingo de febrero.
Enseguida vimos el humo: asado, empanadas y locro, al aire
libre, como cualquier fiesta gaucha que se precie de tal.
Primero la misa y luego, el almuerzo.
A lo
largo de toda la tarde pudimos vivenciar esta histórica capilla,
fotografiarla de todos los ángulos posibles, con las más
variadas incidencias de luz, su interior y exterior hasta el
anochecer.
En el
testamento de doña Jacoba Martel de los Ríos, firmado el 26 de
julio de 1699 en la Estancia San Miguel, por primera vez se
menciona la existencia de la Capilla de San Pedro. Doña Jacoba
solicitaba ser enterrada en cualquiera de las capillas de la
zona: "... ya sea en Nuestra Señora de Sumampa, San Miguel o
la de San Pedro o Jesús María ...".
Con
este antecedente se puede estimar que la construcción de la
Capilla se efectuó entre los años 1689 y 1699.
Esta
capilla de estancia edificada muy cerca del casco de la misma,
es de estilo macizo, destacándose una torre cuadrada situada del
lado de la Epístola, más por su sección que por su altura.
Aproximadamente sus dimensiones son: 15 m de largo por 6 de
ancho. Es de una sola nave con un pequeño atrio a cobijo, con
coro y sacristía del lado del Evangelio.
Su
fachada principal que está orientada al oeste, "está ritmada por
fajas horizontales, la inferior al nacimiento del arco de medio
punto que forma un cobijo previo a la entrada de la nave, la
siguiente entre esta arcada y la ventana central que descansa
sobre peana, luego la que marca el perfil curvilíneo de la
fachada y se prolonga en horizontal sobre el cuerpo de la torre.
Faltan aún cuatro horizontales más sobre el volumen prismático
de la destacada torre, marcando la línea de nacimiento de los
orificios de las campanas y la línea de separación entre la
terminación del prisma y la pirámide del chapitel gallonado.
Estas líneas horizontales asientan la obra al terreno
otorgándole un carácter de robustez que se opone, en cierta
medida, con el intento de esbeltez buscando con la culminación
de la torre piramidal.
Video - Año 2007
Tiene una sacristía del lado del
Evangelio y aún conserva sus imágenes, siendo de destacar su
Dolorosa, un Cristo articulado, un San Juán y su extraordinaria
imagen de San Pedro sedente vestido de pontifical, con tiara
papal de plata recamada en piedras preciosas y que, por su
tamaño, sus devotos llaman San Pedrito con ingenua ternura. Una
secuencia de cabreadas muy simples, de pares y tirantes, van
ritmando el interior, descansando los tirantes sobre canes de
cabeza recortada, tallados a mano sobre la dura madera de
algarrobo".
Muchas leyendas giran en torno de esta capilla, como la que
cuenta que Santos Pérez iba a pedir perdón por los crímenes
cometidos el 16 de febrero de 1835 en Barranca Yaco, cuando
asesinó con su partida a Facundo Quiroga, atormentado,
martirizado, por el recuerdo del gemido del niño postillón que
degolló.
Con
el marco descrito, entre destrezas criollas, doma de potros,
bailes típicos la tarde se fue lentamente, el sol se ocultó tras
las típicas palmeras caranday. La capilla, estrategicamente
iluminada, con la luna llena a sus espaldas, daba una visión
distinta al conjunto poniendo un digno broche a la celebración
de la fiesta de San Pedrito.
Datos Complementarios:
LA TIERRA
04-05-1602
(merced)
Pedro Luis de Cabrera (1567-1637), hijo del fundador de
Córdoba,
fue el primer propietario de esta comarca recibida en
merced. Fácil es de suponer que él le dio el nombre al
lugar, con su propio nombre.
02-08-1603
(confirmación)
En la ciudad de Santiago del Estero
el Gobernador Francisco de Barraza y de Cárdenas le
confirma el otorgamiento. Don Pedro Luis de Cabrera fue un
hombre acaudalado, propiedad de una gran extensión de
tierras en la región y bienes en la ciudad de Córdoba.
Como hombre público ocupó importantes cargos de gobierno.
Año 1637
(herencia)
A su muerte es heredado por sus hijos, entre ellos el
capitán don Miguel Jerónimo Luis de Cabrera.
Año 1652
(herencia)
Queda como dueño de San Pedro uno de sus hijos, el capitán
Pedro Luis de Cabrera casado con doña Teresa de Carranza y
Cabrera.
05-03-1689
(venta)
La propiedad continuó estos años en poder de la familia
Cabrera y en esa fecha doña Jerónima de Cabrera y
Carranza, y su esposo, el maestre de campo don Fernando
Salguero de Cabrera, la venden al presbítero don Juan
Arias de Saavedra (1648-1708).
Año 1708 o 1709
(juicio
sucesorio)
Fallece el presbítero Arias Saavedra y con ello sus
herederos desataron un largo juicio por la partición de
los bienes.
17-12-1718
(venta)
Casi diez años después, “con todo lo edificado y
plantado y
la Capilla que allí se halla puesta"
los herederos venden la propiedad al comerciante sevillano
don Manuel Noble Canelas.
08-10-1743
Don Manuel fundó una capellanía a nombre de su hijo don
José Ignacio, quien trabajó en la misma haciendo muchas
mejoras.
"Casa
nuevas de crecido costo, corrales y molino”.
07-10-1762
(venta)
Por no poder mantenerla, vendió la estancia “con una
capilla y ornamentos maltratados“, al capitán don Juan
José de Carranza (1719-1788), quien está casado con doña
Claudia de Ávila.
24-09-1787
(testamento)
Carranza se
afincó en la estanciay
testa a favor de su hijo JuanJosé
Carranza y lo nombrapatrón
de la Capilla de SanPedro
: “… que he trabajado amis
expensas“ “… agregandopara
que no se desampare el
santuario y la capilla(dejo)
doscuadras de
tierras de la Capilla alNorte,
dos al Sud y dos al
poniente, para morada y
habitación de todos mis hijos yyernos
las que poseerán ellos ysus
descendientes para siemprejamás,
sin que las pudieranvender
, enajenar, empeñar, nitocar,
sólo entre sí, no para los
extraños, aunque llegue el casode
vender la estancia no podránvender
este terreno sino que
precisamente deberá recaer en
descendiente mío y cuandollegue
a faltar por acabarse, ytodos
en este caso se aplicará afavor
de la capilla para
conservación de esta".
09-10-1788
Don Juan José Carranza fallece
en su estancia de San Javier.
22-11-1789
A la edad de 80 años fallece su esposa doña Claudia de
Ávila. La heredan sus hijos, quedando luego como único
propietario Juan José Carranza y Ávila por haber adquirido
los derechos a sus hermanos.
Año 1891
Se realiza un inventario donde la estancia contaba con
“ … unedificio antiguo hecho de teja, compuesto
de 6 piezas de adobe crudo, techo de teja del país ; tres
piezas más techo de paja; un corredor nuevo techo de
material cocido de treinta metros de largo por tres y
medio de ancho . Una capilla antigua con sacristía; techo
de teja, en buen estado y dotada de todos los ornamentos
necesarios para celebrar. Dos represas contiguas al
edificio. Una al naciente del mismo como de
100 metros de largo por 30 de ancho, rodeada de grandes
sauces y provista siempre de agua corriente, otra represa
al poniente del edificio que tiene una extensión de 40
metros de largo por 20 metros de ancho. A la parte norte
del edificio y a continuación de la capilla existen
grandes chacras de alfalfa que se riegan con agua propia,
perteneciente a la estancia, 50 hectáreas..."
POSTA DE SAN PEDRO VIEJO
Al oeste-suroeste de la capilla, “camino real” de por medio, se
encuentra la posta que funcionó en el casco de la estancia. Fue
testigo, en los tiempos del Virreinato, del paso de viajeros,
comerciantes, arrieros, tropas y caravanas que iban de Buenos
Aires a Lima.
En 1767, se instala el servicio regular de postas al quedar
establecido el Camino de Postas y Correos. Concolorcorvo en
EL Lazarillo de Ciegos Caminantes, publicada a mediados del
siglo XVIII, hace referencia a esta posta.
En 1813, San Martín en su marcha con el Ejército del Norte pasa
por esta posta y Juan José Carranza y Acosta, el maestro de
postas de ese momento se dirigió al Supremo Gobierno para que
envíe circulares a todos los maestros de postas a fin de
ordenarles envíen a San Pedro el ganado reunido para auxiliar a
las tropas.
El Gral. Manuel Belgrano buscó descanso en esta posta de San
Pedro, la que fue utilizada a lo largo de las luchas de la
organización nacional. Manuel López
“Quebracho”, gobernador de Córdoba, concentra sus tropas en la
posta, con motivo de la amenaza de invasión, por parte de la
“Coalición del Norte",
a la que Córdoba no apoyaba. Araoz de Lamadrid, cuenta en sus
Memorias, que tanto sus tropas como las del Gral. Lavalle, con
los restos de su ejército libertador, pernoctaron en San Pedro.
Según el inventario de 1798, al fallecimiento del maestro de
posta Francisco Javier Carranza, le sucedió en el cargo, su
esposa Dona Rosa Cabanillas de Carranza. Los materiales usados
en la construcción fueron: paredes de adobe, techos a dos aguas
con varas de algarrobo y cumbrera de quebracho macizo, con cañizo recubierto de tejas. Puertas de madera de algarrobo de
las llamadas de quicio.
A
pesar de algunas modificaciones, la posta se encuentra
restaurada, conservando los rasgos principales, desafiando
estoicamente el paso del tiempo.
VILLA SAN PEDRO NORTE
En 1845, después de la muerte de Don Juan José Carranza y Ávila,
sus herederos dividen las tierras de la merced de San Pedro,
dando origen a varias estancias. Esto genera la necesidad de
crear un centro poblado próximo a estos nuevos establecimientos.
Así, el 18 de septiembre de 1859, Don Bartolomé Lesta, Don
Severo Novillo y Don Santiago Moyano, vecinos del lugar, se
reúnen y deciden ceder terrenos de su propiedad en beneficio de
los pobladores de la villa.
El 7 de diciembre de 1964 se crea la nueva Villa de San Pedro
de Tulumba, dándole título y se nombra a Don Luis Aliaga,
síndico procurador para que administre los intereses de la
misma.
En este pueblo, lleno de historia, Doña Senobia Suarez (90),
relata: “ … Mi suegra nos contaba que cuando pasó Facundo
Quiroga, cuando
lo mataron en Barranca Yaco, me decía, que le avisaban que
tuviera cuidado que lo iban a matar, y que él decía: ´Yo me voy
y si me matan que me maten´ y así fue, por acá pasó, ahí en lo
de doña Clara Ávila , sabía haber un algarrobo grande, ahí dice
que ataron las carretas y tomó mate, yo recuerdo ese algarrobo,
y ése era como un recuerdo; ya no hay nadie que cuente …".
“… cuentan que Santos Perez iba a San Pedro Viejo, a pedir
perdón en la Capilla… ",
comenta Don Héctor Espinosa.
En el cementerio local, existen unas extrañas tumbas verticales
que despiertan la curiosidad de la gente y que son un verdadero
testimonio de los mercaderes que transitaban por el Camino Real.
Doña Senobia Espinosa (93), dice que a las niñas Salcedo,
“las mató el baselico
(basilisco)y
las enterraron paradas, por que así se acostumbraba”.
Las otras corresponden a "tres
hermanos turcos (árabes)
que tenían un negocio en el pueblo. Eran solteros y fueron
muriendo, los enterraron parados con sus joyas de oro, luego
vinieron parientes, los dejaron a ellos y se llevaron lo valioso".
Datos Complementarios:
Latitud: 30º 6´ 57,68”
S
Longitud : 64º 8’ 55,31” W
Altitud : 888 m.
Orientación fachada ppal.: oeste
Fuentes de consulta:
CALVIMONTE, Luis Q. y MOYANO ALIAGA, Alejandro, San Pedro Norte
- Reseña Histórica - Córdoba 1989.
CALVIMONTE, Luis Q. y MOYANO ALIAGA, Alejandro,
El antiguo Camino Real al Perú en el Norte de
Córdoba - Ediciones El Copista -
Córdoba, 1996.
DOCUMENTOS DE ARTE ARGENTINO:En los senderos misionales de la arquitectura
cordobesa - Cuaderno XV - Buenos Aires,
1942
FURLONG
CARDIFF, Guillermo, S.J., Arquitectos Argentinos durante la dominación
hispánica
-Editorial Huarpes,
S.A. - Buenos Aires, 1945.
GALLARDO, Rodolfo (Ver
Biografía); MOYANO ALIAGA, Alejandro; MALIK de TCHARA,
David, Estudios de arte argentino - Capillas de Córdoba - Academia Nacional de Bellas Artes - 1988.
Municipalidad de San Pedro Norte: Historias populares
cordobesas - Comunideas, Córdoba 2005.
LAZCANO GONZALEZ, Antonio,
Monumentos Históricos de Córdoba Colonial - S. de Amorrortu e hijos - Buenos
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