SAN
ANTONIO
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A principios de la década del 70 no existía la autopista
Córdoba - Carlos Paz; la Villa agotaba sus construcciones
a poco de transitar por la Cárcano hacia el oeste; el
balneario obligado sobre el Río San Antonio era
decididamente El Fantasio y no otro; el Torino era el auto
deseado al momento de hacer dedo; la mochila al hombro; la
expectativa era acampar junto al río, en una sierra virgen y
sin alambrar.
San Antonio de Arredondo era el destino final. La curva
del río, justo antes de entrar al pequeño poblado, sería
el lugar elegido. Era necesario sortear las aguas siempre
agresivas y el resbalón condenó a la mochila y a quien la
llevaba al inesperado e indeseado frío chapuzón.
A más de 50 años de aquella experiencia muchos recuerdos se
tornan imposibles de olvidar y alegra que así sea. De
aquellos momentos extraigo la sacrificada subida al Via
Crucis sobre los cerros ubicados detrás de una Capilla
que, por entonces, no ameritaba mi atención. |
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Con el paso de los años y frente al proyecto desarrollado
desde esta Página, volví a pisar esos mismos espacios; a
contrastar cada imagen actual con la de aquellos juveniles
tiempos; a diferenciar cuanto era diferenciable; a volver
a reconocer los verdes y ocres de la agreste vegetación
así como los azules de su cielo; a aspirar su aire y a
acariciar con la vista las curvas de sus cerros; a
disfrutar, ahora sí, de la arquitectura y de la historia
de la centenaria capilla.
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Hacia finales del siglo XIX
donde el sur del Valle de Punilla se agota, en el predio
conocido como "Las Rosas"
cedido por el
Obispo Fray Juan José Blas Tissera más conocido como Juan Capistrano Tissera y Capdevila
(1825-1886),
se decidió construir una capilla.
El sacerdote había donado las tierras
durante el corto período de dos años en que ejerció como
Obispo de la Diócesis de Córdoba; función a la que había
sido designado por el Papa León XIII en los primeros
meses de 1884.
Con tal fin, se convocó al
Hermano
Don Estanislao Ledesma y al
Reverendo
Padre ex Definidor Fray Juan Vicente
Funes, para oficiar de ejecutores y administradores de lo que se
fuese recaudando como colaboración.
Las manos constructoras serán las de Sotero López quien comenzó
a abrir cimientos el 1º de abril. A él se le entregaron todos
los materiales y a otras personas, se les encargó para que
quemasen cal y ladrillo al pie de obra.
La
empresa fue impulsada por el Guardián de la Orden Franciscana
Fray Zenón Bustos y Ferreyra e iniciada con la colocación, un 5
de abril de 1891, de la piedra fundamental. Al mismo tiempo el
Padre Fray Juan Vicente Funes partió para la Sierra
a
recolectar limosna para ayudar a solventar la edificación.
Una
vez que la obra estuvo finalizada, la Capilla fue bendecida por
el Provisor y Gobernador del Obispado Presbítero Aquilino
Ferreira, en ausencia del Señor Obispo Diocesano Fray Reginaldo
Toro, un 6 de enero de 1892. En carácter de padrinos y madrinas
fueron designados Estanislao Ledesma, Heráqlio Román, Federico
Corvalán y su esposa Pellón y Tránsito y Francisca Tissera. La
misa fue oficiada por el Señor Provisor, sirviéndole de Diáconos
el Reverendo Padre Guardián Fray Zenón Bustos y el Doctor
Jacinto Correa. Hizo el sermón de dedicación el Padre Fray
Benito Perez.
Años después, será el mismo Fray Zenón Bustos quien,
devenido en Obispo de Córdoba, otorgue la siguiente
indulgencia: "Concedemos cincuenta días de indulgencia
a todos los fieles que rezaren devotamente una Salve
delante de la Santísima Virgen del Valle pidiendo por la
conservación de la fe católica" (22/04/1906).
Respondiendo a la estética italiana de finales del siglo XIX, la
Capilla consta de una sola nave de poco más de 15 m de largo y
9,50 de ancho. Un doble par de pilastras planas ubicadas a ambos
lados de la puerta de ingreso sostienen un frontis triangular
donde se dibuja la fecha 1891 sobre el cual la ventana coral
toma forma de óculo circular.
Ascendiendo la vista descubrimos trascendentes cornisas que
recorriendo el edificio en forma perimetral dan el adecuado
sustento al diseño del coronamiento. El mismo, interpretando con
sus curvas el estilo neo barroco, ofrece una apertura central
que da cabida a la cruz de hierro. A cada uno de los lados de
este frontis y completando el cuadro particular se elevan sendos perillones.
Sobre la izquierda, la espadaña es de líneas simples con
terminación piramidal y dos esferas a cada lado. Las
campanas eran sostenidas por un leño transversal; hoy
reemplazado por un hierro.
Al frente, el atrio se constituye en un importante
espacio delimitado por un cerco perimetral integrado por
columnas y rejas. Al mismo se accede por una escalera
que otorga, desde el llano, una perspectiva de elevada
sensación visual.
Imagen previa a la
restauración de 2009
Su interior, con una altura de casi 10 m presenta un
altar que fue cedido por la Iglesia Franciscana de
Córdoba. Las imágenes presentes son las de San Antonio,
San Francisco de Asís, Santa Clara y en sitio central,
Nuestra Señora del Valle.
De las tierras:
1586 |
Juan de Mitre las recibe en carácter de merced. |
1623 |
Cedidas a una familiar, éste las vende a
Diego Fernández Salguero quien las designa como "Estancia
San Antonio". Los descendientes la transferirán a los
Jesuítas quienes la conservan hasta su expulsión en 1767. |
23/05/1796 |
Tras el control de la Junta de
Temporalidades, son compradas por Antonio de Arredondo quien
se radica con su familia en la misma. Los predios adquiridos
incluyen además del Puesto de San Antonio los de Santiago y
San Ignacio. Será en este sitio donde su nuevo propietario
construirá un oratorio del que se da cuenta en una misiva
dirigida al, por entonces, Obispo de Córdoba Angel Mariano
Moscoso Pérez de Oblitas, donde se le solicita que bendiga
el mismo y autorice la celebración de misa por parte de
algún sacerdote que transitase por esas soledades. El
precario oratorio de 7 varas de largo estaba bajo la
advocación de Nuestra Señora de las Mercedes cuya imagen
lucía junto a dos Cristos y un San Antonio. Además, según el
inventario de 1825: "lienzo de origen peruano de seis
cuartas de alto y cuatro de ancho que representa a San José,
un lienzo peruano de San Antonio de Padua, un lienzo viejo
que representaba al Señor Crucificado, San Juan y María
Magdalena, un lienzo de la Purísima Concepción y un cuadro
de Nuestra Señora de las Mercedes de cinco cuartas de alto
por cuatro de ancho". |
Mediados
del Siglo XIX |
El oratorio se fue degradando producto no
solo por el paso del tiempo sino, además, por saqueos y
otros ultrajes. Consecuencia de lo cual será el Obispado de
Córdoba quien retire su licencia; a pesar de lo cual, hacia
1878 se rescatan referencias que acreditan que seguía
vigente su utilización. |
22/09/1819 |
Fallece Don Antonio de Arredondo. Sus
restos descansarán en la Iglesia de la Merced de Córdoba. De
resultas de la sucesión su esposa, Doña María Ventura de la
Corte, conservó la Estancia Santiago. El legado a sus hijos
se distribuyó del siguiente modo: el puesto San Antonio a
Claudio Antonio, el Puesto El Potrero a Rosa, el Puesto Icho
Cruz a Marcos mientras que a Manuel le correspondió un
predio que limitaba por el Río San José, la estancia Alta
Gracia y las cercanías del arroyo proveniente de la Estancia
Santiago. Al fallecer la madre de la Estancia Santiago que
había conservado le correspondió el Potrero San Antonio a
Rosa y el resto permaneció indiviso entre el total de los
herederos. |
01/07/1851 |
Fallece Claudio Antonio y se produce la
subdivisión de la Estancia San Antonio, heredando sus hijos
de acuerdo al siguiente esquema: "San Antonio" a Adelaida,
"Campo Alegre" a Manuela, "Las Ciénagas" a Manuel Angel,
"Las Rosas" a Claudio y "Las Ensenadas" a Ramón. |
30/07/1867 |
Claudio Arredondo vende la "Las Rosas" a
Raimundo Arredondo. |
17/04/1885 |
Fray Juan Capistrano Tissera, Fabián,
Francisco y Tránsito Tissera adquieren "Las Rosas" subdivida
en varias fracciones. El total de las propiedades
involucraba poco más de 232 hectáreas y se extendía por unas
ocho cuadras entre la costa este del Río San Antonio y las
Sierras Chicas. |
20/09/1886 |
Fallece, devenido por entonces en Obispo,
Juan Capistrano Tissera. Sus hermanos renuncian a los
derechos de propiedad a favor del Convento San Francisco de
Córdoba de acuerdo a la voluntad del muerto. Será en 1891
que la propiedad queda definitivamente bajo la tutela de los
franciscanos. |
1891 |
Conjuntamente con el inicio de la
construcción de la Capilla se edifican dos habitaciones
linderas para luego, al año siguiente, sumarle un
salón y otras dos piezas, un refactorio y una cocina. El
conjunto fue completado con una chacra con animales y
frutales. |
Coordenadas:
Latitud: 31º 28’ 41,01" S
Longitud:
64º 31’ 20,18"
O
Fuentes
de consulta:
-
de DENARO,
Liliana, "Pasado y Presente del Sur de Punilla - Pedanía
Santiago" - Talleres Gráficos de Corintios 13
-
2007.
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Libro de ingresos y egresos de la obra de la Capilla de San
Antonio de Arredondo, perteneciente a la Orden Franciscana.
Archivo del Convento de San Francisco. Citado por: GARZÓN
DE NELLES, María Ignacia. "La orden Franciscana de los
Frailes Menores en la Ciudad de Córdoba", Ediciones del
Copista, Córdoba, 2006.
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