Esta
Página ha sido creada para mostrar las características del
importante Patrimonio Cultural Religioso de la Provincia
de Córdoba, en la seguridad que aportando a su conocimiento,
se
alentará a
una mayor conservación del mismo, por parte de quienes
detentan
la
responsabilidad de hacerlo y de aquellos que simplemente lo
visiten.
Se desea, además, poner a la mano un material básico para ser
consultado por quienes se interesen en la materia.
Camino a recorrer
Dado que la Página es un hecho vivo, estará en permanente
crecimiento, ya sea por la
suma tanto
de nuevas obras
como
de mayor información
en
las ya incorporadas.
Dentro de dicho espíritu están en preparación, entre otras:
Santa Rosa de Río Primero, Nuestra
Señora de la Merced de Calmayo y San Francisco de Córdoba Capital.
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Consideraciones generales
En
el centro de la actual República Argentina,
Córdoba de
la Nueva Andalucía, fue fundada en el
siglo XVI de la mano de Don Jerónimo Luis de Cabrera.
Juan
de Burgos, Tomás de Irobi, Bartolomé Jaimes, Blas de Peralta,
Bernabé Mejía, Hernán Mejía Mirabal, Lorenzo Suárez de Figueroa,
Tristán de Tejeda, entre otros, lo acompañaron en la gesta
fundadora. A ellos les correspondió la inicial contribución de
mercedes y encomiendas que dieron origen a los primeros curatos
y parroquias.
La
corriente colonizadora principal descendió de norte a sur,
ramificándose hacia el oeste hasta encontrarse con la
proveniente
del
reino de Chile; y hacia el sudeste, rumbo a las llanuras del
Río de la Plata.
Capillas, iglesias,
templos
y monumentos religiosos
fueron
poblando
sierras y valles cordobeses.
Las
que llegaron hasta nuestros días y se pueden ver en ésta
Página, permiten seguir paso a paso, la evolución y
el
enriquecimiento
que asumieron
las formas constructivas;
percibiendo, en aquellas que mejor se conservan,
sus características originales
y
la colaboración del aborigen no solo como obrero que cumple
directivas sino
como artífice que deja inconfundibles huellas
de su modalidad y estilo.
En los inicios,
las capillas solo fueron un rancho de adobe o piedra, un
poco más grande que los
que se utilizaban como vivienda.
Contaban
con techumbre a dos aguas
la que
se
prolongaba
hacia el frente creando un pequeño cobijo y luego el atrio.
Hacían las veces de campanario: dos horcones de madera y una
campana atada con tientos de cuero crudo. |
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Más
tarde y según las posibilidades del hacedor de la obra, surgirá
la sacristía y en los frontis, la incipiente espadaña con
escalera.
Luego, el coro o pequeño entrepiso de madera sobre la entrada,
con acceso desde la escalerilla del campanario o espadaña y la
doble sacristía, simulando la planta en cruz latina.
De un modo paulatino
irán
creciendo en tamaño, integrándose al paisaje circundante,
obteniendo mejores soluciones en cuanto a lo arquitectónico;
aparecen las bóvedas, linternas y cúpulas.
Interiormente, evoluciona su ornamentación. Los altares pasaron
de simples gradas de material y algo de pintura a elaborados
sagrarios o tabernáculos. La imaginería es inseparable del
monumento que se visite. Con el transcurso del tiempo y las
corrientes inmigratorias fueron modificándose los estilos
arquitectónicos, en especial, las capillas rurales del este
cordobés.
Este proceso ha
sido
por demás rico e
importante;
sin
embargo,
factores diversos han contribuido, para que pocas de ellas hayan
llegado a nuestros días.
Un
valioso patrimonio en la Provincia de Córdoba espera,
como ya lo han hecho muchos,
que consite
su interés.
Lo invitamos
a que lo recorramos juntos.
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