NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES
La Estancia La Concepción en la "Punilla de Jaimes" fue el sitio donde
se construyó esta Capilla. La obra iniciada en 1750 como
proyecto del matrimonio integrado por José Félix Burgos y María
de Olmos y Guevara.
El esfuerzo conjunto de los esposos se vio demorado por el
fallecimiento de José, en 1765. Entre las deudas que dejó, anotó
el tasador las siguientes: “… debe dicho difunto de donación
que hizo a nuestra Madre de Dolores para su capilla $ 170, de
los cuales tiene dados $20 al maestro Antonio Juárez a cuenta de
dicha Capilla …”.
Doña María continuó la obra y antes de morir (1785) dispuso:
“… que el quinto [de sus bienes] se invirtiera en
beneficio de
la
Capilla de Nuestra Señora de los Dolores que se estaba edificando
y se acabase con la mayor anticipación”.
La
obra estaba casi terminada , como lo puso de manifiesto don José
Fabián de Burgos, al declarar en el juicio sucesorio de su
madre, los gastos que se habían efectuado en la construcción de
la Capilla,
como por ejemplo: “ … $ 42 que le dieron al portugués Marcos
por siete mil tejas a $ 100 el millar; ; $ 7 por carretada de
cal de lo de Ochoa que le compré a José Rivera; $ 8 por otra
dicha que trajo de Yocsina; $ 4 reales por las bisagras para la
puerta principal; 15 días que sirvió el indio José Miguel a
razón de $ 3 por mes, 12 reales; $
6 a José de
la Cruz
por dos meses para el corte de teja; $ 9 que le dieron al
maestro albañil Andrés Palacios; $ 1 por la licencia ordinaria
para bendecir la iglesia; $7,4 reales que le dieron al maestro
carpintero José Manuel Echavarría…”.
Don
José Fabián Burgos, acompañado por su hermano fray Manuel de
Burgos, mercedario, terminaron la capilla alrededor del año
1786.
El nombre elegido para identificarla fue el de “Capilla de
Dolores” u “Oratorio de Burgos” o el de “Relicario de Dolores”,
como gustaba llamarle fray Manuel.



La
estructura se sustenta sobre paredes de piedra de poco más de un
metro de ancho sobre las cuales se monta un techo de dos agua
con cubierta de tejas musleras. Tiene una sola nave.
En
el inventario del Curato de Punilla de 1800, se deja constancia
que la capilla tenía “dieciséis varas de claro [y su]
ancho correspondiente, sus paredes de adobe y por la parte del
sur y [del] este rafa de cal y piedra con su sacristía de
cuatro varas de largo y su ancho correspondiente, todo su techo
de teja y tejuela”.
La
espadaña, terminada con un penacho formado por dos curvas
simétricas en distinta dirección y coronada en una cruz
forjada, se encuentra sustentada por dos columnas rectangulares
y aloja un travesaño de madera que sostiene sendas campanas.
Subiendo por una escalera de piedra, adosada a la iglesia en el
lateral izquierdo, se accede a una amplia terraza que no solo
nos acerca a las campanas y al coro, sino que, además, cubre el
atrio inferior y sus tres arcos de ingreso: uno frontal y dos
laterales, todos de medio punto.










Se ingresa por el cuarto lado, por puerta de madera de dos
hojas.
La
habitual ventana del coro, en este caso, se ha transformado en
una puerta de acceso al mismo, desde la terraza.


En el interior se puede hallar una imagen de
1,25
m y de origen español de Nuestra Señora de los Dolores, reclinatorios,
cuadros y un armonio histórico que aún, en nuestros días, hace
escuchar su música.



A la
altura del presbiterio, la nave se conecta con la sacristía a
través de un amplia arcada de medio punto, ricamente acentuada
con formas de concha marina y curvas que se espiralan sobre sí
mismas a ambos lados.


En el espacio anterior de la Capilla, un muro de piedra con tres
puertas de hierro forjado, cierra el recinto.

LAS TIERRAS:
Hacia 1585, como merced real, las tierras pasan a
pertenecer a Bartolomé Jaime hijo del conquistador y primer
beneficiario de la merced, Don Miguel González Jaime. Éste,
aventurero como su padre, muere en
la
Jornada de Los Césares.
El 3 de abril de 1621, su viuda Doña María de Ludueña, hace
declaración judicial de bienes con motivo de la muerte de su
esposo y entre otros bienes, manifiesta que le pertenecía: “
… La estancia que está poblada llamada San Miguel ( Dolores) y
otra que linda con ella que fue de Cristóbal Funes ( Gualumba),
hoy Capilla del Monte.
La
estancia de
la Concepción, que así se llamaba el lugar donde años más tarde
se construiría la capilla de Dolores, perteneció a Dona Antonia
de Quevedo, esposa del capitán Luciano de Ceballos, fallecido en
1714.
Su
hija, doña Pabla de Ceballos, entregó esta propiedad como dote
cuando se casó, en 1691, con Don Francisco Sarmiento de
Figueroa. Sus herederos vendieron la estancia a Don Francisco de
Olmos y Ceballos (1687-1742). Al fallecer, Don Francisco, la
estancia tenía dos leguas de oriente a poniente y una legua de
norte a sur.
A fines del siglo XVIII eran propietarios de la estancia de
Dolores, los descendientes de Don Francisco de Olmos y de su
esposa Doña Petronila Ladrón de Guevara, radicados en 1721, una
de cuyas hijas doña María de Olmos y Guevara (1711-1785) se
casó, en 1728, con José Félix de Burgos (1700-1765),
descendiente en línea paterna de Juan de Burgos.
Los siguientes procesos hereditarios ven pasar la propiedad
por distintas manos hasta que será Esteban Cabanillas quien le
dará impulso a lo que pasaría a ser San Esteban como núcleo
desde donde las mulas eran comercializadas hacia el norte con
rumbo a Bolivia y hacia el oeste con destino a Chile.
Los finales del siglo XIX y principios del XX fueron años
dorados para el lugar. El ferrocarril y la llegada de familias
adineradas en busca del clima reparador para sus enfermedades
así como para disfrutar la posibilidad de acceder a la
tranquilidad y la belleza que ofrecía su naturaleza, fueron la
razón de ese momento de apogeo.
Sorpresivamente, un día la historia se detuvo convirtiendo a
Dolores de San Esteban en lo que hoy podemos descubrir: una foto
congelada y
costumbrista de aquellos glamorosos años.


Canónico
Juán Trifón Moyano Olmos

Visión de la Capilla por Kronfuss


Viejas imágenes de la Capilla

Vieja imagen (Miryam Mathieu)

Foto "Petray" - Postal de la década del '20
Datos complementarios:
Un mito falso:
"En San Esteban podemos encontrarnos con otra curiosidad:
un molino diseñado y construído por Gustave Eiffel. El mismo, tras
ser adquirido en la Exposición Rural de Buenos Aires por María
Harilaos de Olmos, de la
familia del entonces Gobernador de Córdoba Don Ambrosio Olmos,
fue instalado en San Esteban en los primeros años del siglo XX". El texto anterior, sustentado en la tradición oral y aún escrita
de la historia de la localidad, pierde toda verosimilitud
ante las evidencias que el mismo molino expone frente al
visitante.
Jorge Tartarini, bajo el título "Molinos de viento",
demuele el mito en una nota publicada en el "Suplemento de
Estilo y Decoración" del Diario Pagina 12 de fecha 26/01/2013:
"Se trata de un modelo fabricado por la firma del Ingeniero
J. A. Saglio, con casa central en Bernardo de Irigoyen 1460-70
de Buenos Aires y talleres y sucursal en la ciudad de La Plata."
Tartarini transcribe en su nota el contenido de un catálogo de
principios del siglo XX donde la Empresa pondera las virtudes de su molino
con las siguientes palabras:
"Nacido en la Argentina y perfeccionado paulatinamente en su
Patria. ¡La Industria Nacional imponiéndose a la extranjera!
Hércules el molino que, tarde o temprano, tendrá Ud. que
adoptar".



La folletería de J. A. Saglio refiriéndose al Molino "Hércules"
Modelo 1916 Tipo Nº7 lo presenta del siguiente modo:
"Soberbio molino que describe la capacidad de nuestros talleres
en esta clase de construcciones. Se construye con dos depósitos
de agua: uno, para servicio de riego y el otro, para servicio de
agua corriente. Lleva escalera caracol que da acceso a la
primera plataforma y balcón del gran depósito inferior y
sucesivamente a la plataforma del depósito cilíndrico superior.
La torre está construída con travesaños armados, ménsulas y
ornamentación artística, formando un conjunto altamente
recomendable".

Para dar definitiva claridad a este tema, aconsejamos leer
el capítulo titulado "Molinos
de Viento" del libro "El patrimonio industrial y otras cuestiones - Escritos Breves"
de Jorge Daniel Tartarini.
La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes
Históricos por Decreto n°1971 del 30 de octubre de 2014 declaró
"Bien de Interés Nacional" al Molino Hércules de San
Esteban. (Acceda
al Decreto)
A partir de 2022 y por gestión de la Comisión se está
procediendo a la restauración del Bien con la intención de
dejarlo recuperado durante 2023.

Capilla de los Dolores y Molino - Foto de A. Sola
Casa San Sebastián:
Donada, en 1940, por la Señora Socia Doña Adelia María Harilaos
de Olmos a la memoria de su esposo Don Ambrosio Olmos y en
recuerdo de su madre política Doña Sebastiana Cabanillas de
Olmos.



Un domingo en las Sierras:
El periodista y dramaturgo entrerriano Francisco Defilippis
Novoa, en la
Revista
“Caras y Caretas”
N°987 del 01 de setiembre de 1917 bajo el título "Un
domingo en las sierras", nos cuenta que "... desde las
primeras horas de la mañana, el paisanaje demostraba inmensa
alegría. Por las carreteras de Dolores y Capilla del Monte,
cruzaban jinetes empilchados con las mejores prendas del baúl.
El saludo era una guiñada hacia la cabalgadura o una promesa de
puntualidad. Se oficiaba en Capilla y en Dolores y los paisanos
llegaban a la puerta de la iglesia sin decidirse a entrar.
Cuando terminaron las ceremonias, supimos la razón de la
inquietud de los hombres. Habían organizado carreras para la
tarde y se prometían unas horas de regocijo a costa de las
proezas de las bestias que montaban". (Acceda
a la nota completa)

Francisco Defilippis Novoa y tapa de la
Revista
“Caras y Caretas”
N°987 del 01 de setiembre de 1917
Fiesta Patronal:
La fiesta
patronal
se celebra el
26 de diciembre
mientras que
el tercer domingo de septiembre
se festeja
el día de la Virgen Nuestra Señora de los Dolores.
Altura sobre nivel de mar: 1010 msnm
Latitud: 30º 54’ 26,45"
S
Longitud: 64º 32’ 07,60"
O


Fuentes de consulta:
-
LAZCANO GONZALEZ, Antonio,
Monumentos Históricos de Córdoba Colonial
-
S. de Amorrortu e hijos,
Buenos Aires, 1941.
-
CABRERA, Pablo, Presb. - PUNILLA, desde el dique al
Uritorco – Editorial Pereyra. Córdoba, 1931.
-
En los senderos misionales de la arquitectura cordobesa:
DOCUMENTOS DE ARTE ARGENTINO, Cuaderno XV - Buenos
Aires, 1942
-
FURLONG CARDIFF, Guillermo, S.J.,
Arquitectos Argentinos durante la dominación hispánica
- Editorial
Huarpes, S.A. - Buenos Aires, 1945.
-
GALLARDO, Rodolfo (Ver
Biografía); MOYANO ALIAGA, Alejandro; MALIK de TCHARA,
David
G.,
Las Capillas de Córdoba – Estudios de arte Argentino, Academia Nacional de
Bellas Artes, 1988.
-
KRONFUSS, Juan (Ver Biografía),
Arquitectura Colonial en la Argentina
-
Editorial A. Biffignandi,
Córdoba.
-
TARTARINI, Jorge: "Molinos de viento"
-
Suplemento de "Estilo y Decoración" del Diario Pagina
12 de fecha 26/01/2013.
-
DEFILIPPIS NOVOA: "Un domingo en las sierras" - Revista
“Caras y Caretas”
- N°987 del 01 de setiembre de 1917 - Biblioteca Nacional de
España.
-
Revista
“Caras y Caretas”
- N°1078 del 31 de mayo de 1919 - Biblioteca Nacional de
España.
-
Nuestro especial reconocimiento a Yamila De Lorenzi por su
aporte fotográfico de la Fiesta de la Virgen Nuestra Señora de
los Dolores.

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