Síntesis

El Oratorio de la Posta de Sinsacate es hoy parte del Museo Nacional de la Posta de Sinsacate, Departamento Totoral, Córdoba (Argentina). Fue construído en tierras que Miguel de Ardiles recibió en carácter de Merced en 1579 con el objeto de establecer una encomienda. La propiedad fue adquirida por Juan Jacinto de Figueroa en 1762 sumándole al Oratorio dedicado a la Virgen del Rosario, una casa, molino, bodega, barraca, acequia y tajamar, constituyéndose en una de las postas mejor equipadas de la Provincia de Córdoba. En el lugar fueron huéspedes Belgrano, San Martín, Lavalle, entre otros. En la Posta fueron velados los restos de Facundo Quiroga y su secretario José Santos Ortiz asesinados en el cercano paraje de Barranca Yaco. Si bien dos descendientes de Figueroa se hacen cargo de la Posta, ésta entra en decadencia luego de los trágicos hechos de Barranco Yaco y de la muerte de los propietarios. Las construcciones son ocupadas por usurpadores hasta que, en 1940, se inicia su restauración bajo la dirección del Arq. Mario Buschiazzo para devenir, en 1941, en Museo Histórico Nacional.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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ORATORIO DE LA POSTA

"Si salgo bien te volveré a ver. ¡Si no, adiós para siempre!"

(Palabras de Facundo Quiroga al partir de Buenos Aires el 18 de diciembre de 1835)

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Un 2 de enero de 1579 en tiempos de la fundación de Córdoba, Miguel de Ardiles recibió en merced las tierras llamadas de Sinsacat, con el objeto de establecer una encomienda. Por entonces, el cacique de la región era Chinchana o Chincharagua.

Las propiedades serán heredadas por su hijo, Miguel de Ardiles “el mozo”.

Este vendió la Estancia de Santa Catalina, de la cual fue su primer dueño, pero reservó las tierras de Sinsacate donde fundó una estancia entorno de la cual, surgirá una pequeña población.

Otra referencia está dada por el rector de la Compañía de Jesús de Córdoba, el Padre Torreblanca, en 1637, como parte de la narración de un viaje, dice: “… pasé por el pueblo de Miguel Ardiles…”.

Bernando de Reyna Vera, vecino fundador de Córdoba, sevillano, que fue capitán general y teniente gobernador de Córdoba le adquirió a la viuda de Ardiles la estancia de Sinsacate, la cual es heredada por una de las hijas Juana de Reyna y Salguero,  casada con Alonso de Herrera y Velazco, quien le pone de nombre: “San Pablo de Sinsacate”. Una idea de las pertenencias de la misma, puede tomarse del documento “La tasación de la Hazienda de Chjinzacate” de 1717.   

A través de los tiempos la estancia pasó por varios problemas económicos; a tal punto, que debió ser entregada en censo a favor del monasterio de Santa Catalina y del convento de San Francisco.  

Afirman el prof. Luis Q. Calvimonte y el Lic. Alejandro Moyano Aliaga “… de allí surgió un largo pleito judicial, donde pretendió ser parte la Compañía de Jesús, sin conseguirlo, quedando debidamente comprobado que la estancia de Sinsacate jamás perteneció a los jesuítas como equivocadamente se viene sosteniendo; inclusive la placa colocada por la Comisión Nacional de Monumentos, Museos y Lugares Históricos sigue apoyando ese error …”. 

No obstante, existen estudiosos del tema que manifiestan que la estancia de Sinsacate, en algún momento de la historia fue patrimonio de los jesuítas, aunque no se dispone documentación fehaciente al respecto. Posiblemente, deberá ahondarse la investigación  a fin de clarificar las sucesivas hipotecas, herencias, fraccionamientos y ventas.

En el inventario de la estancia “San Pablo de Sinsacate”, practicado en 1720, se describen las edificaciones y se hace un más que detallado relato del oratorio: “… está construido de media agua y techo de teja. En su interior existe un altar portátil usado, una imagen de bulto de San Pablo, otra imagen más pequeña de Nuestra Señora, un cáliz y vinajeras de plata, dos campanas de bronce, una más grande que la otra; ornamentos completos para celebrar la santa misa, tales como misal con su atril, juego de casullas, albas y manteles”.

 

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Fue en 1762 cuando don Juan Jacinto de Figueroa adquirió la propiedad por la suma de ocho mil pesos y permanecerá en la familia por varias generaciones.

Construyó una casa, un molino, una bodega, una barraca, acequia y tajamar. Instaló un comercio bien equipado y  atendió una buena plantación de frutales. Tenía muchos caballos, mulas, bueyes y carretas. Era una de las postas con mejores servicios en la región de Córdoba..

Dice el arquitecto Rodolfo Gallardo en sus escritos sobre la Arquitectura de Córdoba que "... es interesante apuntar que dentro del equipamiento de las postas y de lo que llamamos programa arquitectónico, figura la capilla, ya que las necesidades de los usuarios iban más allá de las corporales, que son las que hoy más se tienen en cuenta ... y si los baños se reducían a precarios lugares comunes, no faltaban en el rango que era menester estos pequeños recintos sagrados, donde llegaban los viajeros llenos de promesas hechas en los inhóspitos caminos, preñados de peligros, de asaltos, de muerte y de la acción de las desatadas fuerzas de la naturaleza”.

 

 

Paralela al "camino real" una larga fila de pilares cuadrados remata en el Oratorio dedicado a Nuestra Señora del Rosario.

Una serie de habitaciones corridas a lo largo de una fresca y generosa galería culminan en este pequeño oratorio con su fachada orientada al este y una imagen de planta rectangular de 13.50 m de largo por 3.60 m de ancho, con un arco cobijo que protege un nártex con una profundidad de 3.60 m por el mismo ancho de la nave.

 

Se ingresa por una puerta de dos hojas de abrir, de madera con dintel recto de algarrobo.

 

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Sus gruesas paredes son de piedra asentadas en adobe y cinco cabreadas de par y nudillo con alfajías y bovedillas dan sustento a  su techo a dos aguas, cubierto con tejas coloniales. Están perpendiculares a los del resto de las habitaciones. Su piso es de ladrillos y en sus paredes encaladas hay una ventana coral y otra en la cara norte. Una puerta lateral de baja estatura, comunica el oratorio con el resto del conjunto.

 

 

La fachada muy sencilla, con una moldura horizontal en el inicio del arco tiene a su derecha  la espadaña de tres orificios arranca desde el piso con su plano de piedras, revocada solo del lado del naciente. Quedan claramente delimitados tres sectores: el más bajo, totalmente ciego, acaba en una simple línea de cornisa. El segundo, entre esta cornisa y otra igual, tiene dos arcos de medio punto y a pesar de tener travesaños de madera no tiene ahora campanas. El último tramo, más angosto, con un arco con tirante y campana, tiene su recorte final en  una cornisa un poco más graciosa, de línea quebrada, que sigue el arco en su desarrollo. Pequeñas esferas en la parte superior y lados completan la decoración.

 

 

Una escalera al final de la galería, sobre el límite con el oratorio, permite el acceso al plano de ronda, de donde emergen los techos inclinados cubiertos de tejas.

 

 

 

Pedro y Manuel Figueroa continuaron la obra de Juan Jacinto, su padre, pero en la década del 30 del siglo XIX, poco después de la tragedia de Barranca Yaco, fallecen ambos y se pierde la continuidad en el mantenimiento de la heredad. Sus descendientes venden lo que fuera la posta y después de pasar por varios propietarios, termina siendo usurpada por moradores de la región.

 

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El monumento fue restaurado, en 1946, por el Arquitecto Mario J. Buschiazzo de la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos. La capilla conserva su planta primitiva y actualmente es sede, junto al resto de la edificación, del Museo Nacional de la Posta de Sinsacate, con elementos rurales de su época.

 

"Documento perteneciente al CeDIAP - Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública, AABE - Agencia de Administración de Bienes del Estado"

 

Por el contenido de una carta que, el 11 de junio de 1945, el Arquitecto Buschiazzo le envía al Presidente de la CNMLBH Dr. Ricardo Levene, podemos enterarnos del diseño que adoptó para el frontis de la Capilla. Según el Profesional "... la aparición de detalles ocultos, que obliga a cambiar los planos previstos, ha paralizado parcialmente los trabajos de restauración de este edificio. Efectivamente, donde había un galpón que sirvió para depósito para forrajes, apareció un arco escarzano, quebrado en los salmeres, así como un cimiento de piedra, probando de modo terminante que allí se encontraba la capilla, cuya es la espadaña cercana que aún se conserva. Ante tal sorpresa, que viene a confirmar la tradición lugareña que afirma haber existido capilla en Sinsacate, fue necesario alterar parte de los trabajos previstos, de modo de poder restaurar dicha iglesia. Los elementos aparecidos, entre los cuales se encuentra el marco de la portada englobado en el espesor de un muro de adobe que tapiaba el porch, permitirán reconstruir la capilla sin incurrir en fantasía alguna, sin faltar en lo más mínimo a la verdad histórica".

El Diario "Los Principios" de la ciudad de Córdoba en su edición del domingo 19 de mayo de 1946, bajo el título "Se inauguraron las obras de restauración del Convento de San Isidro y Posta de Sinsacate", hace un pormenorizado relato de tan importante acto, realizado el día anterior, al que concurren numerosas personalidad relacionadas con el acontecimiento. (Acceda a la nota completa y los respectivos discursos, haciendo click aquí)

 

Espadaña - Foto de Hans Mann

 

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Video - Año 2007

 

Foto de Agencia Córdoba Turismo

 

A lo largo de la historia:

Generales con sus tropas como Manuel Belgrano, viajeros como el asturiano Alonso Carrió de la Vandera, Visitador de Correos, con su secretario Carlos Calixto Bustamante Inca “Concolorcorvo”, extranjeros recorriendo estas tierras de paso hacia el Alto Perú o bajando hacia Buenos Aires, por el llamado “Camino Real”, comerciantes con mercancías o simplemente en viajes de negocios, miembros de la iglesia en tareas pastorales; a lo largo de muchos años, habrán rezado  ante la imagen de la Virgen del Rosario, que hoy se exhibe en el Museo Provincial Marqués de Sobre Monte.

El coronel San Martín en su paso por la posta, cuando iba a hacerse cargo del Ejército del Alto Perú, en los primeros días de enero de 1814,  recibió un aporte de caballada por parte de José Javier Diaz, dueño de la vecina estancia de Santa Catalina. En ese momento era Maestro de Postas don Manuel de Figueroa.

Allí descansaron los hombres del General Juan Lavalle, en 1840, en derrota después de Quebracho Herrado, por gestión de Orencio Correas, su cuñado, que residía en la Estancia de Jesús María.  En la reorganización de sus fuerzas lo acompañaban los coroneles Videla, Acha, Deheza y Pedernera.

En un ya lejano 16 de febrero de 1835, cual testiga muda, la Posta cobijo entre sus muros la tragedia de Facundo Quiroga y su gente,

 

“Téngase usted sin cuidado

por mi vida Usandivaras,

que no nació todavía

quien va a despacharme el alma”

 

La mano de Santos Pérez burló coraje y confianza, el hombre había nacido y Facundo lo ignoraba. Alejandro Noréz Martínez, evoca con estos versos el sangriento suceso de la muerte de Juan Facundo Quiroga (1788-1835) en Barranca-Yaco (Agua de la Barranca) cercana a la Posta.

 

Revista "Fray Mocho" - Año XV n°733 - 11 de mayo de 1926

 

Un monumento, de reciente construcción, se erige en el sitio de los sucesos y recuerda a los asesinados de aquella trágica jornada.

 

 

Acceda al Expediente de la "Causa Criminal seguida contra los autores y cómplices del asesinato en Barranca-Yaco, Territorio de Córdoba, el día 16 de febrero del año de 1835, en las personas del Exmo. Sr. Brigadier General  D. Juan Facundo Quiroga, Comisionado del Exmo. Gobierno de Buenos-Aires; su Secretario Coronel Mayor D. José Santos Ortiz y demás individuos de su comitiva. Con la defensa de los reos, acusación del Fiscal del Estado, dictámenes del Juez Comisionado y del Asesor General; y las últimas actuaciones hasta la sentencia definitiva y su ejecución. Publicación Oficial. Buenos Aires. Imprenta del Estado, 1837." (Biblioteca Nacional Mariano Moreno de la República Argentina - Buenos Aires - Ver Doc. Digitales: Obra completa - Formato .pdf)

 

Los restos del Caudillo, junto a los de su secretario, doctor José Santos Ortiz, fueron velados en la Capilla de Sinsacate, antes de ser trasladados a Córdoba.

En ese momento el propietario de la Posta, don Pedro Luis Figueroa, era Juez Pedáneo,  por lo que fue el funcionario judicial que actuó en primera instancia ante el trágico acontecimiento.

¿Los hermanos Reynafé, Estanislao López, Juan Manuel de Rosas ... autores intelectuales? Esto es materia pendiente de la Historia Argentina. Una respuesta que, probablemente, nunca llegue.

De lo que no hay duda es que Santos Pérez junto a su partida había logrado su cometido asesinando al Tigre de los Llanos y toda su comitiva incluído el postillón José Luis Basualdo de tan solo 12 años que se había incorporado al grupo en la Posta Ojo de Agua.

El historiador José Ferreira Soaje describe, de modo angustiante, las dramáticas circunstancias de la muerte del niño: “Aterrorizado por lo que ve y no alcanza a entender, llora sin consuelo pidiendo por su madre. Benito Guzmán, de Totoral Chico, que conoce al niño y a su familia es quien se empeña ante Santos Pérez en querer salvarle la vida invocando que es una criatura inocente. El sargento Marcelo Figueroa será quien lleve a la tierna víctima al sitio del holocausto".

El Arquitecto Mario Buschiazzo concluye que "... la modesta capilla jesuítica [SIC] que fuera más tarde paradero y relevo de caballos en el camino de Córdoba a Santiago del Estero, tiene escaso valor artístico. Pero la tragedia ocurrida en sus cercanías, y la función que llenó durante casi un siglo en la ruta del norte, le asignan un lugar en el recuerdo de las cosas que fueron".

 

También la visitaron:

El austríaco misionero jesuítico Martín Dobrizhoffer S. J. (1717-1791), en su importante obra "Historia de los abipones", relata acontecimientos de 1749: "El camino real que une a Córdoba tanto con el Perú como con las ciudades de Buenos Aires y Santa Fe, raramente está falto de muertes y robos, nunca de peligros. De tal modo que los bárbaros asestaban sus golpes mortales a los viandantes o los amenazaban y nunca hubo seguridad. Y no los resguardaban ni las cimas de las más altas rocas ni los segurísimos escondrijos de los bosques. Los abipones supieron escrutarlo todo como perros de caza y raramente volvieron a sus chozas con las manos vacías. Entre las muchas muertes, referiré unas pocas que, por ser más recientes, las recuerdo mejor. Muchos fueron muertos o capturados cuando estaban por las selvas más apartadas en busca de miel o cera en los huecos de los árboles. El día de San José [19 de marzo], apenas amanecía irrumpió en el predio de Sinsacate, distante diez leguas de la ciudad, [de Córdoba] un gran malón de abipones a las órdenes de Alaykin. Regenteaba ese lugar el Presbítero Carranza, del clero secular, por aquel tiempo era muy frecuente que acudieran los pobladores de la zona al templo vecino de Jesús María para intervenir en los oficios religiosos. Los bárbaros mataron o llevaron cautivos a cuantos vieron, se llevaron a veinticinco entre negros y españoles; a muchos los degollaron y los demás se salvaron huyendo. Una mujer mulata hirió a un abipón que ya la amenazaba a punto de asestarle el golpe, arrebatándole la lanza que pocos años después, conservaba como trofeo en la localidad de Caroya, y que yo mismo pude ver, lo mismo que al abipón que la había poseído. Todo fue destruído en Sinsacate, robados los caballos y las mulas que colmaban los campos. El templo de Jesús María se salvó por sus muros altos".

 

 

Datos Complementarios:

Monumento Histórico Nacional:

Por decreto Nº 90.732 del 14 de mayo de 1941, decláranse Monumento Histórico Nacional diversos inmuebles, algunos del dominio provincial y otros pertenecientes a la Iglesia y a particulares en la Provincia de Córdoba. Entre ellos, "la Posta de Sinsacate: edificio característico de las antiguas postas destinadas al relevo de los caballos y reposo de los viajeros que data del año 1709 , tiene Capilla con restos de púlpito y de las pinturas que lo ornaban"; tal lo expresado por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos.

 

 

 

 

Ubicación:

Latitud: 30º 58’ 21.87” Sur

Longitud: 64º 05’ 50.12” Oeste

Altura: 554 msnm

 

 

 

 

Fuentes de consulta:

  • BUSCCHIAZZO, Mario J.: "Estancias Jesuíticas de Córdoba" - Ed. Bond Hnos., Buenos Aires, 1969.

  • BUSCCHIAZZO, Mario J.: "La estancia jesuítica de Jesús María" - Documentos de Arte Argentino . Cuaderno X – Publicaiones de la Academia Nacional de Bellas Artes. Buenos Aores, 1940.

  • BUSTAMENTE CARLOS INCA, Calixto “CONCOLORCORVO” – CARRIÓ DE LA VANDERA, Alonso: "El Lazarillo de ciegos caminantes" - Emece Editores, Buenos Aires, 1997.

  • CALVIMONTE, Luis Q. y MOYANO ALIAGA, Alejandro: "El antiguo Camino Real al Perú en el Norte de Córdoba" – Ediciones El Copista, Córdoba, 1996.

  • CARRASCO QUINTANA, Martín: "Como se mata a una Caudillo" - El Calafate Editores. Capital Federal, 2004.

  • CeDIAP: Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública, AABE - Agencia de Administración de Bienes del Estado.

  • Diario "Los Principios": "Se inauguraron las obras de restauración del Convento de San Isidro y Posta de Sinsacate" - Córdoba, 19 de mayo de 1946.

  • FERREIRA SOAJE, José V.: "Facundo, su cita con la muerte" - Junta Provincial de Historia de Córdoba, Córdoba, 1985.

  • FOGLIA, María Elena  y GOYTÍA Noemí: "Los poblados históricos de norte cordobés"  - Boletín Oficial, Córdoba, 1993.

  • FURLONG CARDIFF, Guillermo, S. J.: "Arquitectos Argentinos durante la dominación hispánica" - Editorial Huarpes, S.A. - Buenos Aires, 1945.

  • GALLARDO Rodolfo (Ver Biografía)"Compilación de sus escritos – La Arquitectura en Córdoba y su Historia", Editorial Nuevo Siglo, Córdoba, 1995.

  • DOBRIZHOFFER S.J., Martín: "Historia de los abipones" - Vol. I - Facultad de Humanidades - Resistencia, 1967.

  • GONZALEZ WARCALDE,  Luis: "Por la ruta de la historia"  -  Edición del autor, Jesús María, 1971.

  • GRACIA, Joaquín, S. J.:  "Los Jesuitas en Córdoba" - Espasa Calpe Argentina S. A. – Buenos Aires, 1940.

  • SINSACATE: "Historias Populares Cordobesas" – Comunideas, Gobierno de Córdoba – Córdoba, 2005.

  • CAYETANO BRUNO: "Historia de la iglesia en la Argentina" - 1967

  • Revista "Fray Mocho" - Año XV n°733 - 11 de mayo de 1926 - Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer Kulturbesitz.

 

 

Revista "Fray Mocho" - Año XV n°733 - 11 de mayo de 1926

CAYETANO BRUNO - "Historia de la iglesia en la Argentina" - 1967

 

Foto de 1944 (Autor: C. Cabrera Pauli)

 

 

 

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