SAN
ANTONIO DE PADUA
El
presente relato se construye a partir de hacer converger
distintos pedazos de historia. Algunos remiten a tiempos
lejanos; otros, a la actualidad.
Una
postal.
Todo
comenzó cuando una vieja postal llegó a nuestras manos. Tenía un
matasellos que la ubicaba en 1916 y un texto que, escrito en
alemán, contenía un mensaje de salutación cumpleañero.
La
imagen coloreada reproducía una capilla a la que se identificaba
como San Roque de Capilla del Monte.
La
búsqueda y el acceso a información nos brinda más claridad: se
trataba de la primigenia capilla de Capilla del Monte erigida
bajo la advocación de San Antonio de Padua, los cerros que dan
fondo a la foto son Las Gemelas y la razón de la identificación
como San Roque seguramente es el resultado de la combinación
entre alguien que sabía de sacar fotos, colorearlas, imprimirlas
como postales y venderlas más no de tener conocimiento sobre el
nombre real de la Capilla en cuestión; es obvio, por tanto, que
esto último carecía de toda relevancia para el fin comercial
perseguido. Se podría intuir, tal vez, que dicha falta de
vocación por tener certeza sobre la identificación correcta
puede haber llevado a confundirla con la Capilla de San Roque de
La Cumbre. En concreto, si bien la Capilla ya no existía;
reconstruir su historia, con seguridad, merecía un viaje a
Capilla del Monte y así se hizo.
Postal de época - Fotografía Boote. Editores Pita
y Catalano.
Foto 762-001 Saetta 65 - Gentileza Sebastián
Delcampe
Los
propietarios de la tierra.
Una
lluvia cansina nos acompañó durante todo el viaje hasta Capilla del Monte.
En la Casa Parroquial encontramos una hospitalaria recepción por parte del
Sacerdote Luis Donato con quien intercambiamos una larga
y enriquecedora conversación. Fue él también quien nos acompañó
a la actual nueva Capilla y a su pequeño museo interior. Sobre
las paredes del mismo sendos posters nos brindan un detalle del
cambio de propietarios de estas tierras a lo largo de los años.
De la
lectura de los mismos extraemos la siguiente información:
El
primer documento que acredita condiciones de propiedad
corresponde a la Merced que un 30 de diciembre de 1575 es
efectuada por Lorenzo Suárez de Figueroa a favor de Lucía
González Jaimes, hija de Bartolomé Jaimes.
El 2
de agosto de 1618, Lucía y su marido Juan Maldonado las venden a
su sobrino Capitán Cristobal de Funes quien las permuta por
otras tierras con su tío Miguel González Jaimes, un 24 de
octubre de 1620. Será éste quien las entregará como dote de su
hija María Jaimes al momento de su matrimonio con el Capitán
Jerónimo de Quevedo.
El 13
de abril de 1638 este matrimonio las vende en parte a Manuel de
Ribera. A su muerte, su viuda Lucía Jaimes las cede a Pablo
Gómez un 29 de julio de 1661 quien las dota a su nieta Paula de
Ochoa casada con Juan Jaimes de Ceballos que, años después, las
transfieren al Capitán don Antonio de Ceballos un 6 de mayo de
1695.
El
Capitán Don Antonio de Ceballos hijo del Capitán Don Luciano de
Ceballos y de Doña Antonia de Quevedo Jaimes (dueña de la
Estancia de la Concepción - actualmente Dolores - y de la de San
Esteban) será el propietario de estas tierras
hasta su muerte en 1719. Durante esos
24 años se ocupó de darle vida y desarrollo a la Estancia de San
Antonio que ocupaba una superficie de un cuarto de legua al
Norte y otra al Sur por una legua al Naciente y otra al Poniente.
Los ámbitos de vivienda
que edificó incluían distintas salas y
cuartos que daban cómodo albergue al Capitán de Ceballos, su
esposa Doña Catalina de Almonacid Sarmiento y sus nueve hijos.
El casco de la Estancia incluía además: la Capilla dedicada a
San Antonio de Padua, un molino, bodega y hábitats para esclavos
e indios los que eran utilizados en las tareas agrarias,
ganaderas y de servidumbre. La producción tanto agraria como
ganadera era variada tal como queda consignado en el inventario
relevado al momento de su muerte: "El principal cultivo de la
Estancia lo constituían 1640 cepas de vid; además de la siembra
de trigo, había algunas plantaciones de frutales como manzanas,
peras, higueras y membrillos; la principal cría de ganado era el
ovejuno y para las necesidades de la Estancia se criaban vacas,
bueyes, caballos, yeguas y mulas."
Al momento que en Córdoba el Obispado era detentado por Mons.
Fray Juan Manuel Mercadillo, la Capilla, más asociable a un Oratorio, cobra forma
hacia 1715 ubicándose muy próxima al sitio donde se erige la
actual. Enmarcada en un ámbito agreste de típica y virgen flora
y fauna serrana, estaba edificada en piedra, cal y adobe. La descripción hecha en
documentos de la época expresa: "La Capilla es de diez varas
de largo y ancho correspondiente, paredes dobles, techo de teja
y tejuela, y por de fuera de piedra y cal toda nueva, piso
enladrillado con su baranda de madera, puerta de dos manos y
cerradura correspondiente."
Imagen de 1904 - Al fondo, la Capilla
La advocación será a San
Antonio de Padua para lo cual se le incorpora una talla hecha en
madera que se ha logrado conservar hasta la actualidad; de
hecho, figura en un inventario datado con anterioridad a 1800
donde se consigna lo siguiente: "Tres quartos de alto de
buena porción con su ábito de seda en buen uso y su diadema de
plata. Item, de dicho Santo, una Casulla y Alba todo en buen
uso."
El 17 de junio de 1755 el Sargento Mayor Antonio de Ceballos
Almonacid, hijo del Capitán Antonio de Ceballos, herederá
conjuntamente con su esposa Juana de Corvalán y Castilla. Al no
tener hijos, el albacea designado la vende un 14 de octubre de
1767 a Francisco de Ceballos quien las transferirá a su hijo
Benito de Ceballos un 20 de junio de 1777.
A la muerte de Benito de Ceballos, las tierras pasarán a manos
de su hija Concepción de Ceballos por entonces esposa de Felipe
Marín. Ambos venderán a Pastor Montoya un 6 de setiembre de
1824.
Hacia fines de la década del '70 del siglo XIX, la extensa zona
quedó separada en dos grandes fracciones resultado de más de 50
años donde se operó una infinidad de subdivisiones.
La gran fracción septentrional conocida como "Comunidad de
Ochoa" confinante ésta con la "Comunidad de la quebrada de
Luna", linda al sur con el río Calabalumba, las propiedades de
Adolfo Doering y la sucesión de Sandalio Pavón; al este, con
tierras de Pío Cruz Olmos y herederos de Donato Cáceres y al
oeste con el río de Dolores.
La otra fracción ubicada al sur ocupa los terrenos de la actual
Capilla del Monte y sus adyacencias con un área total de 3200
hectáreas teniendo como límite norte el río Calabalumba, al sur
con las tierras de Olmos (Dolores) y Justo Balmaceda, al este
con las cumbres de las Sierras Chicas y al oeste con las
propiedades de Totoralejo y Cunoputo de Gómez.
Sobre esta última fracción, tal como veremos más adelante, el
científico alemán
Adolfo Doering y su familia gestarán lo que hoy conocemos como
Capilla del Monte. Con él y con otros futuros visitantes
alemanes, quizás, encontremos el sentido que da explicación a la
postal que dio inicio a este texto.
Un científico cruza el océano.
Hacía
varias semanas que venía recorriendo el camino que unía proa y
popa. Poco más de cien metros a los que le había logrado
encontrar el ritmo justo de modo de repetir, en ya varias
oportunidades, el número exacto de pasos.
Esa tarde
no completó el trayecto. Se detuvo, sintió la vibración de una
de las dos chimeneas que le llegaba desde lo alto; evaluó el
horizonte mientras el sol caía con displicencia, aspiró hondo y
renegó por
la sal marina que le lastimaba la garganta.
Quedaban
atrás, tanto las lejanas imágenes de su partida de Alemania como
las recientes costas de Montevideo y su puerto.
Se alejó de
la baranda dejando impresas las imperfecciones de la madera en las yemas
de sus dedos. Se dejó caer sobre una reposera y permitió que su
vista se molestase con los reflejos rojo intenso que dejaba
el sol al desangrarse sobre el agua.
Saludó a
una pareja de jóvenes pasajeros que, tomados de la mano, deslizaban su amor
de modo manso e irreverente por la cubierta del barco.
Entrecerró
sus ojos y meditó sobre cuales serían las sorpresas que
encontraría cuando Buenos Aires se expusiese frente a su
llegada. Pensó en cuan misterioso sería ese país dibujado de
mitos, de personajes que invitaban a la aventura. Le habían
llegado las noticias de la puja entre "civilización" y
"barbarie". El se identificaba con lo primero, de hecho debía
ser otra de las razones por las que Sarmiento lo había convocado
a través de su compatriota y científico Germán Burmeister; en
cuanto a lo segundo, sintió que la idea de la "barbarie" era
como un imán que a sus jóvenes 24 años en modo alguno lo atemorizaba
sino que, por el contrario, lo entusiasmaba, lo atraía, lo
desafiaba y motivaba.
Adolfo Doering de pie; Oscar Doering, sentado a la izquierda y
Domingo Faustino Sarmiento
Corría 1872, la Buenos Aires que lo esperaba intentaba aún
sobreponerse de la epidemia de fiebre amarilla que la había
diezmado el año anterior. No se sintió particularmente
preocupado por la situación; de hecho y atento que su destino
final era radicarse en Córdoba, tenía claro que su paso por la
Capital sería fugaz.
Por un instante, dejó a un lado tantos pensamientos y, tentado por
un suave sopor y serenidad, se durmió.
Adolfo Doering.
Nació en Neuwaake, Hannover (Alemania) un 22 de enero de 1848.
Desde joven se volcó a la pasión por las Ciencias Naturales,
especialidad que estudió en la Universidad de Göettingen sin
llegar a doctorarse.
Universidad de Göettingen
Para dar cumplimiento a la Ley 322 del 11 de setiembre de 1869 que impulsaba la
contratación de hasta 20 profesores de ciencias diversas,
el Presidente Sarmiento le solicita al paleontólogo y zóologo alemán Carlos
Germán Burmeister, quien desde hacía varios años estaba radicado
en Argentina y ocupaba el cargo de Director del Museo de Buenos
Aires, que convoque a varios científicos extranjeros.
El destino
que se les proponía era Córdoba donde debían darle creación a la
Academia de Ciencias de dicha provincia. Con dicho objetivo se
previó contratar a dos matemáticos y un profesor para cada una
de las siguientes especialidades: química, botánica, física,
geología, mineralogía y zoología.
Una de las razones que también tuvo peso al momento de
direccionar la búsqueda hay que encontrarla en la influencia de
la masonería. La logia "Piedad y Unión" se había creado en
Córdoba en 1868 y dentro de ella, Bursmeister era una figura
relevante. A dicha logia se irán sumando los científicos
germanos convocados así como otros quienes venían transitado
otros caminos, tal el caso del estadounidense Benjamin Gould quien será
el gestor del Observatorio Astronómico de Córdoba.
Durante el quinquenio que se extendió desde 1870 a 1874 fueron llegando los distintos
profesionales; el geológo, zóologo y paleontólogo Adolfo Doering
y su hermano Oscar Doering, cuatro años mayor y especializado en
matemáticas y meteorología, serán algunos de ellos.
El Dr. Bursmeister tenía un afianzado prestigio producto de
haber sido discípulo de Alexander Von Humbolt y de contar con
una vasta labor científica expuesta en su prolífica obra
literaria donde se destacaba, entre otros: los cinco tomos de su
"Manual de Entomología", "Los caballos fósiles de la pampa
argentina" o su inconclusa obra "Descripción Física de la
República Argentina" la que se convertiría, para la época, en el
mayor inventario de la flora, fauna, paleontología y geología de
nuestro país.
Será Bursmeister quien impulsará, creará y presidirá la Academia
de Ciencias de Córdoba conformándola con los Profesionales
convocados. Dicha asociación cobra vida en 1873.
Oscar Doering - Carlos Burmeister - Adolfo Doering
Por ese entonces, Adolfo Doering ya llevaba un año como ayudante
en la Cátedra de Química de Máximo Siewert a quien reemplazará
como Titular al momento de su retiro en 1875 asumiendo además el
cargo de Secretario de la Academia desde donde gestará su
Boletín.
En 1876, profundas discrepancias dentro de la logia,
desaveniencias con la
conducción de Bursmeister al frente de la Academia y los
reiterados enfrentamientos entre
Oscar Doering y los denominados "germanos" con Benjamin Gould
llevan a este último a crear, en 1877, una nueva logia masónica
denominada "Southern Cross" con una mayoritaria presencia anglo
estadounidense.
Los científicos que permanecen en "Piedad y Unión" impulsarán la
creación de una unidad académica que se integrará a la
Universidad de Córdoba bajo el nombre de Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas la que será presidida,
entre 1878 y 1880 en carácter de Decano, por Oscar Doering
y luego, por el mismo Adolfo Doering.
Otra de las
consecuencias de esos enfrentamientos fue la gestación, por Decreto
del 22 de junio
de 1878, de la Academia Nacional de Ciencias de la que, Adolfo Doering, será
presidente a lo largo de varios años (1914 - 1923).
Adolfo Doering afianza su relevancia científica a partir de los
distintos trabajos en los que participó y que fue publicando a
través del Boletín de la Academia
hasta entrado el siglo XX. A aquel su primer trabajo asociado
a la composición química de la caparazón de los caracoles que,
en Alemania, le había significado trascendencia se le sumaron
los que encaró en Argentina. Varios de ellos tuvieron que ver
con la Química Orgánica, la Zoología y la Geología mereciendo un
párrafo aparte el Informe Oficial que elaboró tras las tareas
de investigación realizadas en la Patagonia durante 1879 por una
Comisión Científica interdisciplinaria de la que fue miembro
acompañando al Gral. Roca durante la Campaña del Desierto.
Extraemos del libro Grandes Escritores Argentinos y en
particular del espacio dedicado a Florentino Ameghino (también
miembro de la logia masónica "Piedad y Unión") unos
párrafos del Prólogo escrito por Joaquín Franguelli donde se
brinda una semblanza de Adolfo Doering: "Adolfo
Doering fue realmente un maestro; porque maestro no es sólo
quien mucho sabe, sino quien con sus palabras de estímulo y con
su ejemplo ferviente, sin presunción y sin jactancia, sabe
encender en sus discípulos la llama del entusiasmo en la
consecución de ideales puros."
Continúa Franquelli haciendo una descripción de la relación
entre Doering y su discípulo Ameghino: "...
había sido Adolfo Doering quien sustrajera
a
Florentino Ameghino de sus recogidos soliloquios, de sus
solitarias meditaciones, en la desamparada trastienda de la
pobre
"Librerilla
del Glyptodón"
...
quien lo llevara a Córdoba como director del Museo
Antropológico
y Paleontológico
de la Universidad de aquella ciudad
...
quien lo propusiera para el título de
Doctor
Honoris
Causa,
a fin de que pudiera ocupar la cátedra de Zoología en la
Facultad de
Ciencias
Físico-Matemáticas
de la misma Universidad
Nacional
...
quien le facilitara fósiles y datos geológicos
"preciosos",
como los califica el mismo Ameghino, y le acompañara en sus
excursiones por los alrededores de Córdoba
... quien
publicara
[a través de la Academia]
su magna obra sobre los mamíferos fósiles argentinos, fruto de
quince años de asidua labor".
Con motivo del acto de Colación de Grados en
la Universidad Nacional de Córdoba, la Revista "Fray Mocho"
n°34 del 20 de diciembre de 1912 destina un significativo
espacio a dicha ceremonia. Complementa la nota una fotografía
del Químico Dr. Adolfo Doering que por entonces, con 40 años de
servicio, era el Docente más antiguo de la casa de altos
estudios.
"El Profesor más antiguo de la Universidad
Nacional de Córdoba, el Químico Dr. Adolfo Doering
que lo es desde octubre de 1872" - Revista "Fray Mocho" -
N°34 - 20 de diciembre de 1912
Adolfo Doering y Capilla del Monte.
A poco de llegar a Córdoba, Adolfo Doering opta por guiar sus
pasos hacia el norte del Valle de Punilla. Por entonces Susana
Montoya de Núñez en carácter de propietaria habitaba en la
Casona del casco de la antigua Estancia ubicada en proximidades
de la Capilla de San Antonio. En circunstancias no del todo
claras, Doering va tomando posesión de estas propiedades a
partir de gestar un primer asentamiento sobre los terrenos que
hoy reconoceríamos como el Centro de Capilla del Monte. La Sra.
Montoya va siendo desplazada hasta que fallece poco tiempo
después; frente a esta circunstancia, en 1887, Doering procede a
mensurar la zona con el auxilio del Perito Domingo Vilches
unificando todas las tierras, asumiendo la propiedad de las
mismas y rebautizándolas como Villa Doering.
Enrique C. Mallet, en una nota (que podríamos asumir como la
"historia oficial") publicada bajo el título "Algunos
antecedentes históricos de Capilla del Monte" en la Revista
"El Hogar" n°1096 del 17 de octubre de 1930, asegura que
"… en el año 1888, los únicos habitantes de Capilla del Monte
eran Gregorio Moyano, José Montoya, Bautista Jaime, Pedro
Farías, Gregorio Ordóñez, Felipe Bustos, Guillermo Olmos,
Dolores Vázquez de Ordóñez".
Como vemos, ya no se menciona a la Sra. Montoya de Núñez. En
paralelo, en 1889 se inicia la construcción del Ferrocarril
Central Córdoba que potenciará el interés económico por las
tierras vecinas a dicho tendido a lo largo de todo el Valle de
Punilla. Las obras duran tres años y la nueva línea férrea se
inaugurará en 1892.
En ese mismo año, será el mismo Adolfo Doering quien creará y presidirá una
Comisión Vecinal que le dará forma a la nueva comunidad; para lo
cual, se convocarán a ingenieros suizos quienes diseñarán la estructura
poblacional haciendo eje de convergencia en la Estación del ferrocarril.
Según el artículo de Mallet, junto con la llegada del tren se
"… empezaron a construir las primeras casas, asentadas en cal y
arena, siendo ellas las que ocupan las oficinas del
Ferrocarril". Continúa el cronista dando cuenta que, a
partir de 1893 "… empezaron a invadir turistas, en su mayoría
de Rosario, que se alojaron en la casa ‘Las Rosas’ a la que, en
ese tiempo, le dieron el nombre de 'Hotel Primavera'".
Mallet describe a estos primeros años como el resultado de "…
la iniciativa de los espíritus empresarios que, aglomerando sus
capitales, beneficiarán al núcleo con un cúmulo de comodidades
igual al que disfrutan los poderosos del dinero, mediante un
equitativo y proporcional concurso que pone al alcance de todos
las felicidades, la ventaja, la abundancia, que permite
experimentar sin desembolsos preliminares y enormes las
satisfacciones de aquella vida de los grandes acaudalados". Este
texto no amerita adjetivación alguna ya que habla por sí mismo.
La recuperación cronológica que realiza Enrique C. Mallet en
"El Hogar" se ubica, párrafos más adelante, en 1894 cuando
identifica a Juan Burgers y a Basilio Mallet (padre del
cronista) como constructores de los Hoteles "Británico" y
"Victoria" por los cuales, en los siguientes años, "...
desfilarán las más importantes personalidades de la época: el
Coronel Domínguez, el General Ayala, José Figueroa Alcorta,
Carlos F. Gómez, Manuel Quintana, Evaristo Uriburu ... y el gran
poeta Rubén Darío quien escribió sendas correspondencias en
algunas revistas y diarios que incluían muchos versos y textos
sobre Capilla del Monte".
Imagen coloreada del Hotel Victoria a principios
del siglo XX
En 1897 el pueblo, ya configurado como Municipio, toma el nombre
de Capilla del Monte.
Será en ese mismo año que se publicará el libro "Tierra
Adentro - Sierras de Córdoba" escrito por Ashaverus
(seudónimo del escritor cordobés Amado J. Ceballos). La obra
recopilaba las experiencias de viajes realizados por el autor al
interior de las bellezas geográficas y costumbristas de la
provincia mediterránea y que fuesen publicadas, a modo de
salidas periódicas, en el diario La Nación de Buenos Aires. El
prólogo de dicho libro fue escrito, para el mismo diario, por
Rubén Darío durante su permanencia en Capilla del Monte; del
mismo extraemos un párrafo donde el poeta describe al incipiente
pueblo como "... una villa chica, verde de palmas y fresca de
aires puros; la vieja capilla está en una altura, allí la
hicieron los españoles y vi el antiguo inventario de ella en un
libro del Dr. Doering, verdadero Barón de la Capilla del Monte,
sabio y alemán y alemanísimo, con viñas y casa y un Albert
también alemán, de administrador, que hay que conocer y querer.
¡Oh, vosotros los que vayáis a veranear a aquel punto en donde
la brisa es tan suave y el agua tan diamantina y buena
[donde] ... acostumbran hacer grandes antorchas a la orilla
de un arroyo eclógico y cantante, que pide a sollozos un son de
flauta; ... verdaderamente paradisíaco aquel pueblo nuevo,
situado en tan deliciosas alturas [donde] ... el paisaje
es multiforme y caprichoso". (Acceda
al texto completo)
Foto de de la casa de Adolfo Doering (primeros
años del siglo XX)
En enero de 1903 se publica una concesión del Departamento de
Hacienda según la cual se autoriza "... a levantar el agua
del Río de Calabalumba por medio de un ariete hidráulico
[que se colocará en un arroyo afluente del Calabalumba] y
regar ..." diversas propiedades entre las que se cuenta las
ocupadas por Adolfo Doering. Al año siguiente, en abril de 1904,
una nueva concesión habilita a tomar aguas del mismo Río
Calabalumba para brindar riego a "... cinco hectáreas del Sr.
Peters y diez hectáreas del Sr. Doering".
En 1909, se habilita una red pública de
provisión de agua corriente.
Hacia 1913, la comunidad se va desarrollando a partir de la
actividad turística apuntalada por un sector social pudiente que
construye numerosas viviendas que destina para ser ocupadas en
tertulias y largos períodos de descanso tanto en verano como en
invierno. La Revista "Caras y Caretas" n°751 le brinda, a
estas edificaciones, un espacio relevante. (Acceda
a la nota)
La presencia, en la casa de Adolfo Doering, de importantes
referentes políticos de la época y del país, así como de las
familias adineradas e influyentes de aquellos años, es tan
significativa que nos permite concluir cuan relevante era, con
seguridad, la ascendencia y opinión que, el científico, había
cobrado.
De hecho "Fray Mocho", la tradicional revista de esos
años destina una página doble a uno de dichos encuentros que
incluían caminatas, almuerzos y cabalgatas. (Acceda
a la nota)
Revista "Fray Mocho" N°47 - 21 de marzo de
1913
En 1918 será
el Dr. Pelagio Baltazar Luna
Herrera (Vice Presidente de la República de Hipólito Yrigoyen
por la Unión Cívica Radical entre 1916 y 1919) el que se hará un
tiempo vacacional en Capilla del Monte. Alojado junto al
Gobernador Julio Borda en el Hotel Edén de La Falda se hicieron
espacios para compartir encuentros tanto en la residencia
del científico como en otras viviendas de adineradas familias del
lugar.
Las Revistas "Caras y
Caretas" del 16 y el 30 de marzo de 1918 difundirán dicho
acontecimiento con algunas imágenes fotográficas:
Concurrentes al baile en honor al Vice Presidente
Pelagio Luna y del Gobernador Borda
organizado por el matrimonio de Juan y Lola
Salazar de Fraser
"Caras y
Caretas nº 1015"
El vice Presidente Dr. Pelagio Luna en la
recepción que el Dr. A. Doering le ofreció
en su chalet - "Caras y
Caretas nº 1017" - Biblioteca Nacional de
España
El Párroco Arturo Gómez despide junto
a referentes vecinos de Capilla del Monte al Vice Presidente de la República
Pelagio Luna al momento de su partida hacia Buenos
Aires.
Nótese que la Estación es la de
San Esteban
- "Caras y
Caretas nº 1017"
A mediados de 1920, Adolfo Doering vuelve a ser
considerado como noticia de la época. Es así como,
la Revista "Caras y Caretas" de agosto de ese
año, publica una foto grupal frente a su casa. La
jornada de excursión por los alrededores de Capilla
es compartida por una larga lista de familias con
inconfundibles apellidos alemanes: Plagemann, Derner,
Ercole, Lask, Bochuig, Bautche y Eichhorn.
Revista
"Caras y
Caretas" nº 1140 - 07
de agosto de 1920
Algunos años después, un artículo que lleva la firma del Dr. Luis Harperath y
publicado, bajo el título "La vitivinicultura cordobesa
juzgada hace un cuarto de siglo", en la "Revista Caras y
Caretas" de diciembre de 1927, asegura que "... en un
establecimiento recién formado en Capilla del Monte, el Dr.
Adolfo Doering viene en primera línea dotado de las mejores
clases de parras para vino, como son las uvas de Burdeos,
Borgoña y del Rin. Este establecimiento, por su magnífica
posición, su extensión y por la introducción de todos los
métodos racionales y progresos nuevos del ramo será, sin duda,
uno de los más importantes de la provincia".
El 17 de octubre de 1930, Enrique C. Mallet firma un artículo en
la Revista "El Hogar" n°1096 bajo el título "Algunos
antecedentes históricos de Capilla del Monte y sus bellezas
panorámicas" sobre el que ya nos hemos referido
anteriormente. Vale, sin embargo y como corolario a este relato,
extraer los últimos párrafos de dicha crónica donde el autor
transcribe un reportaje que le realizó al Sr. Ramón R. Moyano
que, según su pluma, describe como "... un viejo y
caracterizado vecino de Capilla del Monte". (Acceda
a la nota)
El nuevo templo.
Volviendo a finales del siglo XIX, otro eslabón crucial en esta historia se produce
en consonancia con aquel proceso de conformación de la nueva
ciudad. Será en 1894, cuando durante un viaje del
Párroco Arturo Gómez Morón, la vieja Capilla es demolida y en
las vecindades de ella, a poco de comenzar el año 1910, se coloca la
piedra fundacional de la futura nueva iglesia.
En enero de 1910, la "Revista Caras y Caretas"
exhibía una fotografía del Gobernador cordobés de entonces
junto a su familia en su casa de Cosquín. Se trata de Manuel
Segundo Ordóñez quien ejerció dicho mandato entre 1909 y 1910
representando al Partido Autonomista que, en la Provincia, era
la expresión conservadora de la época. La imagen está acompañada
por un texto que da cuenta que "... el Gobernador ... irá, a
fines de enero, a Capilla del Monte, para asistir a la
bendición del templo local que se llevará a cabo el 30 y dará
motivo a lucidas fiestas".
Con el título de "Las fiestas de Capilla del Monte", el Diario
"Los Principios" de la ciudad de Córdoba, se ocupó de
hacerse eco de los
acontecimientos que se habían sido vividos por la pequeña
comunidad de la novel villa.
(Acceda
a la nota)
En febrero de 1910, la "Revista Caras y Caretas"
publicará una nota donde dará cuenta, en detalle, de estos
hechos. Según
la misma "... en el pintoresco pueblo se realizaron grandes
fiestas en los días 29 y 30 de enero pasado con motivo de la
colocación de la piedra fundamental del nuevo templo. En la
mañana del día 29 salió un tren de la estación del Ferrocarril
Central Argentino, conduciendo en los coches reservados al
Gobernador de la Provincia Dr. Ordoñez, Obispo Fray Zenón
Bustos, Ministro de Gobierno Sr. Reina, Secretario del
Gobernador Sr. Beltrán Posse, Diputado Miguel Rodríguez Latorre,
Dr. A. Garzón, Ingeniero Posse y otros caballeros. La comitiva
llego a Capilla del Monte a las 5 pm, siendo recibida en la
estación por autoridades locales y numeroso pueblo". Al
día siguiente, 30 de enero,
con la
presencia de numerosas autoridades eclesiásticas y civiles
nacionales, provinciales y municipales así como con una enorme
cantidad de feligreses y veraneantes, se colocó y bendijo la
placa fundacional del templo. Tras la
ceremonia los invitados fueron agasajados en la casa del Dr.
Adolfo Doering. (Acceda
a la nota)
Luego de la bendición y
colocación de la Piedra Fundamental se realiza un encuentro
en la casa de Adolfo Doering ("Caras y
Caretas" n°593) - Biblioteca Nacional de España
Por su parte, el Semanario y Magazine Argentino "La Vida
Moderna" n°148, de fecha 9 de febrero de 1910, también se
ocupa de este acontecimiento reflejando tanto el acto de
colocación de la Piedra Fundamental como el posterior ágape
realizado en la residencia del Dr. Adolfo Doering. (Acceda
a la nota)
Colocación de la Piedra Fundamental según la
visión del Semanario y Magazine Argentino
"La Vida Moderna" n°148, de fecha 9 de febrero de 1910
Otro medio que destinó un relevante espacio fotográfico a estas
jornadas fue la Revista "PBT" n°273 del 12 de febrero de
ese año. De dicha publicación rescatamos el momento de la
llegada del Gobernador y el Obispo así como la visita al Zapato.
Otras imágenes corresponden a los concurrentes junto a la banda
musical convocada para la ocasión, el momento de la colocación
de la Piedra Fundamental, el posterior agasajo a los visitantes
en la casa de Adolfo Doering vecina al sitio de la ceremonia y
por último, el instante de la partida.
Revista "PBT" n°273 del 12/02/1910
El proyecto se pone en ejecución.
Se presentaron los planos del proyecto; de los mismos nos llega
su corte longitudinal visualizándose, en la actualidad, que el
resultado dista mucho de
lo concebido. Hoy día, observamos una obra profusamente
modificada e inconclusa.
Corte Longitudinal
Planta actual
En
febrero de 1911 el nuevo templo ameritó una sucinta nota de la
Revista "Caras y Caretas". La misma, bajo el
título "La nueva iglesia de Capilla del Monte, una reliquia
histórica" asegura, sobre la vieja capilla, que "... no
se conservan documentos que prueben la fecha de su erección,
pero se supone que tenía algo más de doscientos años."
Agrega que "... hace algún tiempo fue derribada para levantar
en el mismo sitio una nueva capilla. Sólo se dejó intacto el
altar mayor primitivo." Además de una foto de la etapa
constructiva y otra donde el viejo altar está adaptado a la
nueva construcción, la revista incluye varias imágenes del Cura
Párroco Presbítero Arturo Gómez a quien le atribuye la dirección
de las obras. Dicho material lo incorporamos a continuación con
sus epígrafes originales.
Estado del templo en
construcción
(Caras y Caretas nº 644) |
Capilla provisoria dentro del nuevo
templo, con el primitivo altar, en el que se han
hecho algunas reparaciones (Caras y Caretas nº 644) |
Las campanas de la Iglesia vieja, que
servirán
para la torre de la nueva (Caras y Caretas nº 644) |
El presbítero Gómez y el monaguillo
Eduardo Arribalzaga (Caras y Caretas nº 644) |
El cura párroco presbítero Arturo
Gómez, encaminándose a la capilla (Caras y
Caretas nº 644)
|
La tradición oral
nos entrega la versión de que el templo fue construído sobre un
antiguo cementerio comechingón, muy próximo a la capilla que
para ese entonces ya hacía alrededor de diez años que había sido
demolida. Una década después del comienzo de la obras, Adolfo
Doering determinaba la traza urbana de la villa y el templo
quedaría ubicado a poco más de 500 m al este de la plaza
principal, San Martín.
No conocemos, por
ahora, la autoría del proyecto, por ende desconocemos las
premisas de diseño; sí creemos que quien o quienes estuvieron a
cargo de la idea se inspiraron mucho más allá, en el tiempo, que
sus profesionales contemporáneos.
Esto se refiere,
fundamentalmente, a la adopción de la planta central y más
precisamente a la octogonal, de las que hay escasos ejemplos en
nuestra provincia.
Debemos recordar
que a partir de la época constantiniana (primera mitad del siglo
IV) es común encontrar templos con estructura central en
Occidente, ya que el arte cristiano influído por modelos romanos
adopta este tipo de plantas para determinadas funciones
litúrgicas, por ejemplo, en los baptisterios. También se utilizó
en iglesias funerarias o conmemorativas, inspirándose en los
mausoleos paganos. Fueron monumentos que en Palestina
conmemoraron los acontecimientos más importantes de la vida de
Cristo.
Es en Oriente,
donde la planta central con cúpula desempeña un papel
trascendental en la evolución de la arquitectura cristiana.
Occidente, siempre
más proclive a la planta basilical, necesitó la influencia de
Oriente para asumir, y sólo en determinadas épocas, una cierta
predisposición hacia las estructuras centralizadas.
Tradicionalmente
se plantea que las corrientes bizantinas, ya por los Alpes, ya
por el litoral mediterráneo y el valle del Ródano llegaron a la
Galia y se concretizaron en un edificio cumbre de la
arquitectura carolingia: la Capilla Palatina de Aquisgrán,
erigida a finales del siglo VIII.
Carlomagno, en el
intento de crear en Aquisgrán una segunda Roma, busca el máximo
perfeccionamiento en sus construcciones. Vuelve los ojos hacia
todos los monumentos de la antigüedad, e indistintamente
Constantinopla, Jerusalén, Roma, Milán, Ravena, le ofrecen un
importante cúmulo de experiencias en el campo de las estructuras
cupuladas.
Sin olvidar la
trayectoria de los baptisterios que continúan la misma tradición
arquitectónica desde el siglo IV hasta el siglo XI, sobre todo
en Italia septentrional y Francia sudoriental, éste fue el
impulso definitivo para que el templo de planta circular o
poligonal se extendiera por Occidente.
La capilla
Palatina de Aquisgrán, a partir del año 1000, ejerce una
influencia que alcanza a templos de diverso tipo que incluyen lo
mismo capillas cementeriales que iglesias conventuales, como es
el caso de la iglesia de Ottmarsheim.
Tampoco es ajeno a
esta difusión el papel desempeñado por cruzados y peregrinos de
Tierra Santa; unos y otros parecen buscar en la planta
centralizada la rememoración más próxima e intensa de los
templos conmemorativos de tierras palestinas y más especialmente
del Santo Sepulcro de Jerusalén.
En nuestras
tierras, en la Diócesis de Cruz del Eje, el templo San Antonio
de Padua de Capilla del Monte, de aspecto románico en su
composición y fisonomía actual, tiene una planta octogonal
regular con un diámetro total de 17,92 m.
En cada uno de los
vértices una columna de hormigón armado que remata en una
ménsula direccionada al óculo del centro de la cúpula, da sostén
a la misma, que es aplanada y del mismo material. La
pronunciada curvatura de la hipotenusa de las ménsulas, produce
la sensación de que la cúpula es más abovedada. Tejas españolas
hacen de cubierta de este espacio octogonal.
El proyecto original contemplaba una gran cúpula central de diez
metros de diámetro y que alcanzaría una altura de 25 m.
Los
cerramientos, en toda la obra, son de piedra del lugar en
conjunción con mampostería de ladrillos, todo a la vista
interior y exteriormente, salvo puntuales sectores que han sido
revocados y pintados en color blanco. El espacio octogonal
central, en virtud de las capillas que integran la obra, los
ingresos y el ábside del presbiterio, no se deja visualizar
desde el exterior.
Se accede por un sotocoro de baja altura, tal como en el
proyecto original. El ingreso-presbiterio es un eje muy marcado,
destacándose este último, recortado en la cara este con una
abertura rematada en arco de medio punto y prolongado en un
pronunciado ábside, todo revocado en color blanco contrastando
con las desnudas paredes del recinto central.
En su interior luce un altar de ónix y
mármol travertino.
En
ambos lados se desarrollan sacristía y contrasacristía de menor
altura y techos inclinados, que junto a las capillas menores que
se alternan en las caras del octógono, le otorgan un marcado
movimiento volumétrico a las fachadas.
La
fachada principal está orientada al noroeste. El cuerpo central
está constituido por un rectángulo vertical dentro del cual se
disponen varios elementos en forma simétrica. Dos anchas
pilastras de borde simulan sostener el tercio superior donde se
desarrolla el campanario de composición horizontal. El mismo se
encuentra perforado en sus cuatro caras, por ocho aberturas que
terminan en arco de medio punto con sus bordes internos
encalados en blanco. Culmina una blanca cruz de hormigón.
En el
proyecto original, se preveía una mono torre de 37 m de altura,
que le hubiera otorgado una esbeltez que dista en mucho del
partido adoptado.
En el
rectángulo rehundido se desarrollan el portal de ingreso de dos
hojas de abrir en madera de cedro con dintel recto, sobre la que
se han colocado dos ventanas fijas apareadas con arcos de
medio punto. El conjunto está asentado sobre un friso revocado
en blanco que también culmina en un arco de medio punto, en
marcado contraste en color y textura con su entorno inmediato.
En un
plano posterior están los volúmenes de las capillas de menor
altura culminando con molduras horizontales, bajo mojinetes con
pendientes leves hacia los costados. En ambas paredes se
destacan ventanas apareadas bordeadas con revoques en blanco
sobre fondo de piedra a la vista.
La
fachada noreste, compuesta por volúmenes dispuestos en cuatro
planos incorpora un nuevo elemento que no se manifiesta en las
otras tres. Se trata del frontón, de origen clásico, que corona
el cuerpo central apareciendo como sostenido por pares de
pilastras.
Dos de
ellas ingresan, curiosamente, en el tímpano inclusive con su
capitel. También es característica de esta fachada, la
culminación de todos los muros con cornisa de importante volado.
A diferencia de las otras fachadas, carece de los frisos y
bordes en revoque blanco.
La
fachada suroeste es la más inconclusa. En sector central, en
las llamadas puertas del mediodía, es similar en su composición
al portal de ingreso, solo que el dintel es un arco de medio
punto.
En la
fachada sureste se destaca la forma curva del ábside, donde
cuatro pilastras generaron tres paños verticales que en su parte
superior contienen ventanas apareadas. El sector esta rematado
con marcadas cornisas. En un plano posterior dispuestas
simétricamente se visualizan las sacristías de igual diseño que
las capillas frontales.
Todo
el conjunto da una sensación de gran robustez, de una obra
inconclusa, quedando latente la incógnita de cómo hubiera sido
el resultado según proyecto.
Los vitreauxs.
Algunas consideraciones.
El lugar
geográfico del emplazamiento de este templo, las importantes
modificaciones con respecto al proyecto original, que es cercano
al año 1908, ciertos cambios que quedaron marcados en las
fachadas sin dejar comentarios sobre los motivos que lo
originaron, algunos elementos o signos que pueden atribuirse a
orígenes inciertos, dieron pie a elucubraciones respecto de la
autoría de la obra. No se puede soslayar, dada la profusa
información existente, que hay seguidores de la corriente que
atribuye vinculaciones entre este templo y la Orden de los
Caballeros del Temple.
Al maremágnum de leyendas y rumores en las que
los templarios encarnan el ideal de héroes rebeldes exterminados
por el poder establecido, hay que sumar otro elemento para la
confusión: el de la supuesta existencia de una arquitectura
templaria característica, cargada de simbolismos esotéricos y
heréticos.
En este caso, la idea sugiere que los templarios
construyeron siempre sus iglesias con planta circular u
octogonal. Como otros muchos mitos sobre los templarios, éste
nació también en el siglo XIX, aunque en este caso de la mano de
autores académicos.
Fue el célebre arquitecto Eugéne Viollet-le-Duc
(1814-1879) quien refirió en sus trabajos la idea de que los
templarios construían sus iglesias con planta central, para
rememorar así el Santo Sepulcro de Jerusalén. A Viollet-le-Duc
le siguieron, en aquellos años, otros autores como Lenoir o Prosper
Mérimée, y la idea quedó cimentada hasta bien entrado el siglo
XX.
Fue otro historiador francés, Èlie Lambert
(1888-1961) quien acabó con el mito arquitectónico tras
demostrar, con un completo estudio, que las plantas centrales
en la arquitectura de las iglesias templarias eran las menos
frecuentes.
De hecho, ni siquiera puede hablarse de una
arquitectura templaria, con tipologías propias. Todo indica que
las características de la arquitectura de los edificios del
Temple, ya fueran fortalezas o iglesias, se asemejaban a la
tradición arquitectónica del país en el que se desarrollaban.
Por desgracia, esta falsa identificación de los
edificios de planta central con construcciones templarias ha
dificultado no pocos estudios, creando atribuciones erróneas que
se han perpetuado durante años.
Por ejemplo, en España, todavía hoy se atribuyen
al Temple una serie de iglesias de planta circular o poligonal
que en realidad tuvieron otro origen: es el caso de las iglesias
navarras de Santa María de Eunate y Torres del Río, ambas
octogonales y ubicadas en el Camino de Santiago o la iglesia de
la Vera Cruz de Segovia, de planta dodecagonal, por nombrar solo
algunas.
Ninguna de ellas perteneció, según los últimos
estudios, a la orden del Temple. En otros casos, es suficiente
con que se desconozca el verdadero origen de un edificio para
que, con el único apoyo de las leyendas locales, se atribuya a
los caballeros.
San Antonio de Padua de Capilla del Monte está a
casi mil años de todo eso y en el sur del continente americano.
Vieja postal con vista posterior de la Iglesia de
San Antonio
La propiedad de Doering.
En los primeros años del siglo XX Doering demuele la vieja
Casona donde habitaba la Sra. Montoya y construye una nueva
donde vivirá hasta su muerte, un 19 de febrero de 1925.
Imagen de la
Revista
“Caras y Caretas”
- N°751 del 22 de febrero de 1913
La reproducción.
A unos pocos kilómetros hacia la zona sur de la ciudad se
levantó la Capilla de Fátima que intenta reproducir la estética
original de la vieja Capilla de San Antonio.
Pinceladas históricas.
-
La vida cotidiana en 1914.
La Revista "Fray Mocho" n°95 del 20/02/1914 difunde
una fotografía donde se observan a un grupo de vendedores
ambulantes que, en proximidades de la Estación de
Ferrocarril y frente al Hotel "Victoria", esperan la
llegada de los turistas con el deseo de concretar alguna
venta que alivie las sufridas privaciones cotidianas.
-
Festival Deportivo en 1919.
La Revista "Caras y Caretas" n°1067 del 15/03/1919
lleva en sus páginas una imagen de un grupo de jóvenes
deportistas convocados a participar en un Festival en la
Villa serrana de Capilla del Monte.
Ubicación.
30º 51’ 28.80” latitud sur
64º 31’ 13.60” longitud oeste
Fuentes de consulta:
-
Se agradece la especial colaboración de los Sacerdotes Luis
Donato y José Guillermo Gómez; así como a María José Bosch.
-
García Blanco, Javier: "Los Mitos de la Arquitectura
Templaria" - Tomado de la Web 01-02-2016.
-
Franguelli, Joaquín: Prólogo de XLIV - "Florentino Ameghino"
del libro Grandes "Escritores Argentinos" - Director:
Alberto Palcos.
-
Ruiz Montejo, Inés: "Una iglesia relicario de atribución
incierta. La Vera Cruz de Segovia" - Universidad
Complutense de Madrid.
-
Revista
"Caras y Caretas”: N°591 del 29/01/1910; N°596 del
12/01/1910; N°644 del 04/02/1911; N°751 del 22/02/1913; N°1015 del 16/03/1918;
N°1017 del 30/03/1918; N°1031 del 06/07/1918; n°1067 del
15/03/1919; N°1078 del
31/05/1919; Nº1140 del 07/08/1920; N°1169 del 26/02/1921;
N°1285 del 19/05/1923; N°1524 del 17/12/1927 -
Biblioteca Nacional de España.
-
Revista "PBT": n°273 del
12/02/1910 - Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer
Kulturbesitz.
-
Revista "Fray Mocho":
N°34 del 20/12/1912, N°47 del 21/03/1913 y N°95 del
20/02/1914 - Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer
Kulturbesitz.
-
Semanario y Magazine Argentino "La Vida
Moderna" - N°148, de fecha 9 de febrero de 1910 -
Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer Kulturbesitz.
-
Mallet, Enrique C.: "Algunos
antecedentes históricos de Capilla del Monte y sus bellezas
panorámicas" - Revista "El Hogar" n°1096 - 17 de
octubre de 1930 - Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer
Kulturbesitz.
-
Ashaverus (seudónimo de Amado J.
Ceballos): "Tierra Adentro - Sierras de Córdoba"
-
Imprenta Cooperativa, Buenos Aires, 1897 - Biblioteca
Virtual Miguel de Cervantes.
-
Darío, Rubén: Prólogo del libro "Tierra
Adentro - Sierras de Córdoba" de Ashaverus - Diario La
Nación de fecha 23 de febrero de 1897 - Archivo del
Instituto en Arte y Cultura "Dr. Norberto Griffa", Colección
"Rubén Darío", Universidad Nacional de Tres de Febrero.
-
Diario "Los Principios": "Las
fiestas de Capilla del Monte" - Córdoba, 01/02/1910.
-
(1) Archivo Fotográfico de Córdoba - Documento Fotográfico -
Álbum de Departamento Punilla - Inventario: Nº 65.
|