Síntesis

La Iglesia de San Isidro Labrador de la Estancia Jesuítica de Jesús María, Departamento Colón, Córdoba (Argentina), se encuentra en tierras del Valle regado por las aguas del Guanusacate. La Estancia fue adquirida por la Orden de los Jesuitas en 1618 configurándola, al igual que otras que poseían a lo largo de Córdoba, para garantizar el sustento económico y alimentos al Colegio Máximo y la Compañía de Jesús;  como, así también, destinarse a las tareas de evangelización. Con estilo propio de los medievales monasterios europeos la edificación consta de dos plantas que, rodeando un patio central, era destinada a los claustros. A esta construcción se integra, además, la iglesia de líneas austeras. En 1767 se produce la expulsión de los Jesuitas que se conoció como 'extrañamiento'; para esos años la Estancia había crecido de modo significativo habiéndose incorporado numerosas propiedades linderas que se destinaron a multiplicar el espacio aprovechado en huertas donde en mayor medida, sobresalía la producción de viñedos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La Página Web "Capillas y Templos" está registrada en la DNDA (Ver detalle)

 

 

IGLESIA DE LA ESTANCIA

ESTANCIA JESUITICA DE JESUS MARIA (MHN)

 

 

 

"... primeramente por la puerta principal entrada al Patio de las casas, contiguo al Pórtico de la Iglesia, la cual es de madera de algarrobo, vieja, corriente de Zerrojo, Zerradura y Llabe con sus goznez de fierro, una campanita de bronce y un lienzo de pared de mampostería de los dos lados, cuia puerta esta á la parte del Sur".

En el inventario y tasación de la Junta de Temporalidades de 1769, se describe minuciosamente todo lo que posee la Estancia de Jesús María.

Más de trescientos ochenta años han pasado desde los comienzos y han llegado a nuestros días, la gran iglesia y el pintoresco patio claustrado en dos de sus lados, carente del ala sur este, de la cual solo se habían hecho los cimientos al momento de la expulsión.

El patio cuadrangular y la iglesia en el lado sur recuerdan a la de Alta Gracia, respondiendo a la planta genérica del monasterio medieval.

 

 

La construcción se desarrolla en dos plantas. En el ala noroeste, dada la importante pendiente del terreno, en planta baja solo tiene galerías y en planta alta galería y habitaciones. Por el parejo del muro que contiene al suelo en planta baja, todo en piedra bola entera, es probable que sea la parte  más antigua de la construcción. 

Los arcos del claustro, de gran solidez, tienen en sus enjutas pintorescos óculos cuadrifolios y en este sector, a pesar de tener las impostas para las bóvedas, el techo es plano de tirantería y bovedillas.

 

 

El ala noreste incluye en planta baja, el amplio local de la vieja bodega y sobre ella, las habitaciones de los jesuitas. Este es el sector que, según los documentos, se le atribuye, en forma directa al Hermano Bianchi (Ver Biografía).

 

 

La hermosa iglesia, que no llegó a concluirse en su totalidad, esta descripta por el Padre Damacio Sobrón S. J., en claros términos "... es de planta muy simple: cruz latina con crucero ancho cuanto la nave, pero menos profundo que el presbiterio. La nave es de tres tramos bien diferenciados por robustos contrafuertes a manera de pilastras, que soportan los arcos fajones de la bóveda".

 

 

"Está cubierta por una bóveda de cañón corrido con cúpula sobre el crucero, algo rebajada, sin tambor pero con linterna. El arranque de la bóveda esta marcado por una gruesa cornisa que gira por todo el interior, acompañando los resaltes de los muros que cobran así, aspecto de verdaderas pilastras. Tiene además, una rica decoración, patentemente posterior, de claro aire germánico".

 

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Desde el presbiterio, algo profundo, se accede a las dos sacristías. La de la derecha, tiene una elaborada cubierta de cuatro pabellones y linterna, que parece haber sido pensada como en elegante baptisterio barroco o capilla de planta central.

 

 

Exteriormente, está  terminada con una cúpula que remata en un bulbo apuntado, propio de la cultura centroeuropea.

En su parte posterior, por una escalera se accede a la hermosa espadaña, estructura de piedra, resuelta en tres niveles con dos orificios en el segundo  y uno en  el tercero,  para alojar sendas campanas. Se ubica diagonalmente a la fachada posterior.

 

La fachada principal orientada al este-sureste, no estaba concluida a la hora de la expulsión. Es de factura posterior y está comprendida por algunas de las restauraciones que han dañado su calidad original y alterando sus valores.

Al respecto, el Arquitecto Mario Buschiazzo, dice que "... cuando sorprendió a los jesuitas el Decreto de Carlos III, la fachada del templo se encontraba inconclusa, pues esas columnas desgarbadas que soportan un entablamento sin gracia alguna, se avienen muy mal con el resto de la arquitectura, mostrando que se trata de una solución improvisada, probablemente durante el siglo pasado. La piedra sapo de la parte superior, con el anagrama 'Jesús María', es un agregado indudable. El pequeño campanario que corona la fachada también es relativamente moderno, pues fue construido en 1877 y donado por el señor Pío León".  

Por su parte, Carlos A. Page asegura que, "... el revoque de la fachada, en todo el plano, fue ejecutado en 1914".

El Arquitecto Buschiazzo brinda más información en el "Cuaderno X de Documentos de Arte Argentino" de 1940, consignando que, "... interiormente, y a pesar de su ruinoso estado, el templo es todavía hermoso. Cabe notar que, entre los edificios de las estancias cordobesas, es el que muestra más a las claras la participación de obreros indígenas, visible en los motivos que decoran las pechinas y el tambor de la cúpula. En la imaginería sobresalen los dos crucifijos, especialmente el de la sacristía, de patético y exagerado realismo, tan grato a la mentalidad de los indios. El altar mayor ha desaparecido. Solo quedan el sagrario y dos trozos del retablo, las tres piezas son verdaderas obras de maestras de talla ejecutada a cuchillo, en madera de algarrobo, dorada 'a la hoja'. En las hornacinas del altar moderno se conservan dos imágenes de la época colonial: una Dolorosa de muy discreto mérito y un San Isidro Labrador, tosco e ingenuo, pero acaso el más venerado de todos los santos del templo porque era el patrono de la estancia".

 

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Es difícil precisar, con la documentación disponible y la redacción de la misma, las fechas de ejecución de  las distintas construcciones y los autores actuantes, proyectistas y directores técnicos; entendiendo además, que el proceso fue muy largo y por tanto, pueden haber intervenido varios responsables.

En 1956, el sacerdote Oscar Dreidemie concluye que "... lo único que podemos afirmar con certeza, y a vista de los documentos, es que en 1628 ya había casa habitación formada por cuatro aposentos cocina y fregadero y ya se había comenzado la bodega. Esa casa habitación forma hoy el lado Oeste de los edificios y es precisamente lo único que no pudo restaurarse. Fue primitivamente construcción de adobe y, al hacerse la restauración del edificio hubo de demolerse por amenazar ruina. Ante varios testimonios y alusiones opino que la iglesia ya estaba prácticamente terminada al fin del siglo XVII". 

El Padre Furlong, el arq. M. Buschiazzo, A. Lascano Gonzalez, entre otros, le atribuyen al H. Bianchi (Ver Biografía) la autoría del templo, pero son solo supuestos sin documentación que los avalen.

El Padre Dalmacio H. Sobrón S. J. (1927-1996), en cambio, lee tres etapas en la construcción de la iglesia. La primera correspondiente al presbiterio y la sacristía, por su perfecta unión con los claustros del oeste. Esto le hace pensar que pertenecen al diseñador de los planos del conjunto y quien, seguramente, comenzó la construcción. Según sus conclusiones y sin asegurar la autoría, "... la sacristía [que ya estaba en 1721] tan elaborada en su cubierta de cuatro pabellones y linterna, que parece más haber sido pensada para un elegante baptisterio barroco o capilla de planta central muestra un aire cercano al origen bohemio de Krauss. Es notable la cubierta exterior de su cúpula, que remata en un bulbo apuntado de cultura centro europea".

La segunda etapa cree que abarca el crucero y las dos primeras crujías de la nave. En esta pueden haber intervenido Prímoli o Bianchi y puede haberse desarrollado entre los años 1718 a 1720. Los brazos poco profundos del crucero, si bien armonizan con la cúpula rebajada, desentonan con la profundidad del presbiterio. Cúpula y crucero tiene una concepción, según su juicio, más "... lombarda".

La tercera etapa sería la última crujía. Que en realidad más que tramo de la nave, es el nártex, determinado por la bóveda de sostén del coro alto, que va desde la última pilastra hasta el muro del frente de la iglesia.

 

Es manifiesta la rusticidad en la técnica constructiva de esta etapa, comparada con las anteriores.

En el año 1701, se suscitó el enojoso pleito entre los Jesuitas y el Obispo Mercadillo por cuestiones del diezmo. Los enviados de este último, en la iglesia de Jesús María, quitaron la pila bautismal, bajaron las campanas y por último, suspendieron el culto, clavando para ello las puertas.

En ese momento todavía no se había terminado la espadaña con su escalera a la sacristía, pues aquellos señores vieron “a las espaldas de la dicha iglesia estar colgadas dos campanas en unos horcones que servían de campanario”. La espadaña conserva una piedra con la fecha 1762, seguramente el año de su terminación.

 

En las Cartas Anuas de 1720-1730 escribían: "... hace poco se construyó desde los cimientos el nuevo edificio de la viña de Jesús María con su comedor y ocho aposentos estando la obra todavía sin acabar". En las Anuas de 1735-1740 se anota que: "...  en la estancia de Jesús María se ha construido una cómoda y sólida casa habitación para los nuestros y una nueva bodega de vino". A lo largo de esos 40 años nada se dice de la iglesia.

En el memorial del Padre Provincial José de Aguirre, en su visita del 28 de septiembre de 1721, puede leerse que, "... para cautelar los inconvenientes que puede haber en que el negrito salga fuera muy de mañana para tocar a Ave María, y de noche a las Ánimas, se hará una escalera para las campanas en el aposento del rincón con una tribuna para la iglesia". En este mandato, se evidencia la ubicación de la nueva capilla que habría de suplantar la primitiva de 1660.

La escalera sugerida se construyó direccionada al campanario, uniendo las plantas baja y alta entre la capilla y "... el cuarto del rincón", que sería destinado al sacristán.

Después del segundo escalón, un descanso permitía el ingreso a la capilla, actual sacristía, siendo probable que, con antelación y según Pedro David Cufré, "... haya marcado el ingreso a una tribuna construida según las órdenes del provincial y se encuentre alojada en el espesor del muro y limitada simplemente por una reja, siendo ésta una forma común en la arquitectura cordobesa".

El Padre Sobrón suma otra opinión, juzgando que "... podría ser también, y es lo más probable que de la iglesia existiese el presbiterio y la sacristía, con una parte del muro del crucero a ella perpendicular. Toda esta sección del edificio por sus características, la cubierta de bovedillas, la sacristía tan movida, y los pilares de rústica solidez se las debe considerar anterior a las intervenciones de Bianchi". El sacerdote, además, agrega la hipótesis que el posible diseñador de la Sacristía/Capilla sea Juan Kraus S. J.

 

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De las mercedes, compras y donaciones de tierras

 

06 – octubre – 1576

(merced)

El Teniente General de Gobernador de las Provincias del Tucumán. Don Lorenzo Suárez de Figueroa, en nombre de Su Majestad  y del Señor Gobernador, hizo merced al vecino de la ciudad de Córdoba Don Pedro Deza, … de un pedazo de tierra que tenga una legua en el río de Guanusacate, de una parte y la otra del río, con media legua de ancho la tierra adentro, y hacia las sábanas para sus chacaras y heredamientos de riego y con la que pueda sacar toda el agua del río en asequias para regarlo, el cual  pedazo corre y se cuente mas abajo del camino real por donde pasan de presente los españoles y carretas … que hacía la dicha merced para siempre jamás … atento que la dicha tierra no há sido ni es labrada ni cultivada de los naturales del dicho valle de Guanusacate ni de otros.

09 – agosto – 1588

(merced)

El Gobernador y Capitán General Don Juan Ramírez de Velazco, desde Santiago del Estero, hizo merced a Don Alonso de la Cámara, de unas tierras de media legua de largo por media de ancho, ubicadas sobre el arroyo de Guanusacate y aguas arriba hacia la sierra, de las tierras linderas de Don Pedro Deza.

20 – noviembre – 1605

(compra)

El  Alférez Real Gaspar de Quevedo, compra a Don Alonso de la Cámara, … un pedazo de tierra de las que tengo en Guanusacate, término y jurisdicción de esta dicha ciudad de la otra banda hacia Santiago del Estero, las cuales dichas tierras de presente se riegan de la asequia que viene al molino Continúa la escritura determinando el uso y partición del agua de regadío.

19 – Junio – 1606

(venta)

Por ante el escribano Juan Díaz de Ocaña, Alonso de la Cámara vendió a Gaspar de Quevedo, un molino de moler trigo que yo tengo y poseo en las tierras y asiento de Guanusacate de la banda del río y hacia las tierras de Miguel de Ardiles, con las piedras y aderezos que tiene, y casa, y un pedazo de tierra que está entre el molino y unas tierras que vendió a Juan Rodríguez Cordero y el susodicho la vendió la dicho Gaspar de Quevedo … le bendo el dicho molino por precio y cuantía de 300 pesos de plata.

17 – noviembre – 1615

(amojonamiento)

En la fecha comparecieron Don Gaspar de Quevedo, que estaba extendiendo, por compras, su propiedad  y Don Miguel de Ardiles, señor de la chacra y estancia y viña, llamada Chinsacate y de común acuerdo convienen en mojonar sus límites para evitar discusiones.

15 – enero – 1618

(compra de la estancia)

 

Con la intervención del escribano Alonso Nieto de Herrera, el Provincial de la Compañía, R.P. Pedro de Oñate S.J. adquirió para el Colegio, la estancia de Quevedo. Dice la escritura: Sepan cuantos esta escritura vieren, como yo, Gaspar de Quebedo vecino y Alferez Real de la Ciud. De Córdoba, Prov.a de Tucumán ... otorgo por la presente que por mí y por mis herederos y sucesores, vendo realmente a el Colegio de la Cía. de el Ne. de Jesús de esta dicha ciudad, y en su nombre y para el dicho Colegio al P. Pedro de Oñate, Provincial de la dicha Cía. Es a saber: las tierras y chácaras que tengo y poseo en Guanusacate , ocho leguas poco más o menos de esta ciudad, que son las que hube y compre del general D. Alonso de la Cámara y Juan Rodriguez Cordero, persona que las hubo del dicho D. Alonso ... que la cantidad que son se declara en la merced que hizo el Gral. D. Lorenzo de Figueroa a Pedro Deza vecino que fue de esta ciudad que se entiende, todas las tierras que están del la otra banda del río  hacia el norte, que lindan con tierras de Miguel de Ardiles y por la otra banda del río, que es la banda que cae hasta la ciudad… las cuales le vendo con veinte mil cepas de viña, poco más o menos ... que está cercada con tapias ...

Continúa enumerando todo lo clavado y plantado: molino, agua, ganados,  tinajas, barriles, esquilmo de la viña todo lo vendo por precio y cuantía de ocho mil pesos corrientes de a ocho reales.

Tres días después, los jesuitas tomaron posesión de las tierras.

13 – febrero - 1618

(donación de tributos)

Don Gaspar de Quevedo y su esposa, Doña Mariana de Aguilar,  hicieron la siguiente donación:  In solidum decimos que por cuanto tenemos particular devoción con la religión del nombre de Jesús … hacemos gracia y donación al Colegio de la Cía. de esta ciudad de los tributos y tasa … que nos pertenecen de los indios … todos los cuales estan poblados en las tierras de Guanusacate … y gocen de la tasa y tributos que nos pertenecen como encomenderos que somos de ellos.

01 – mayo - 1618

(merced)

Con la idea de ir eliminando las fracciones de terreno que quedaban dentro de los límites de sus tierras, el Gobernador Luis de Quiñones Osorio, a petición del Provincial P. Pedro de Oñate hizo merced al Colegio Máximo, de dos leguas de una tierras vacas que lindan con tierras de dicho Colegio que antes eran del Alferez Gaspar de Quevedo y corren dos leguas río debajo de Guanusacate, hacia las tierras que llaman de Cavinda … Para sustento y conservación de dicho Colegio.   

06 – octubre – 1628

(venta)

Diego Negrete de la Cámara , hijo de Alonso de la Cámara, vendió al Colegio de la Cía. un sitio de una cuadra poco más o menos que tengo en las tierras  de Guanusacate, junto al Molino de la dicha Compía. con más, el asiento de las casas que dicho Colegio há edificado … y un pedazo de tierra que tengo en el mismo sitio de Guanusacate, lindando con tierras de Miguel de Ardiles a la parte del norte … dos cuadras mas o menos. El valor de la venta fue de $50.-

Año 1631

(compra)

Los jesuitas compran  al sureste las tierras identificadas como San Cristóbal (o Camta), ampliadas en años posteriores con dos mercedes.

Año 1640

(donación)

Don Francisco de Avendaño hace donación, al Rector  Francisco Väzquez Trujillo, de “media legua en cuadro” y otros pedazos de tierra al sur oeste. En este año la estancia se extiende hasta el poblado indígena de Ministalalo, cuyas tierras recibe en merced.

12 – mayo - 1672

La audiencia de Buenos Aires falla a favor de los jesuitas con respecto al pleito sobre “el quinto de aguas del río Guanusacate” que venían sosteniendo con Don Luis Ponce de León y otros, desde alrededor de trece años atrás. Un larguísimo entredicho, que siempre tuvo fallos favorables para el Colegio, pero los supuestos damnificados, continuaban apelando en todas las instancias posibles. El último recurso se interpuso ante la Audiencia de Chuquisaca.

Año 1678

(venta)

Don Luis Ponce  les vende sus tierras y viñas de Guanusacate, a los jesuitas,  por la suma de 3.500 pesos.

      Año 1683 (compras)

Se compran finalmente las posesiones de Nintes y Cabinda, situadas al noreste del las construcciones originarias.

15 – julio - 1767

(extrañamiento)

Los soldados del rey, leen el decreto de extradición a los jesuitas de Jesús María. Se interrumpe esta increíble obra.

21 - enero - 1775

(ventas)

Administrada por la Junta de Temporalidades hasta ese año sale a remate. El mendocino Don Félix Correas la adquirió por 28.500 pesos fuertes, siendo las viñas su principal interés en la compra. La producción de la hacienda, no es suficiente para afrontar la deuda con la Junta de Temporalidades, por lo que sale a remate la estancia  dos veces más, logrando la familia mantenerla en su propiedad.

Año1863

(compra)

Don Pío León compra una gran parte de las tierras, ciudadano paraguayo que desde hace tiempo vive en la región y se casó con una cordobesa, Doña Saturnina Berrotarán.  Ya en el año 1860, León se desempeña como autoridad en el departamento Totoral y será el fundador de la actual ciudad  de Jesús María.

Año 1683

(compras)

Se compran finalmente las posesiones de Nintes y Cabinda, situadas al noreste del las construcciones originarias.

15 de junio de 1767

(extrañamiento)

Los soldados del rey, leen el Decreto de Extradición a los Jesuitas de Jesús María; que significa la inevitable interrupción de esta increíble obra.

21 de enero de 1775

(ventas)

Administrada por la Junta de Temporalidades hasta ese año sale a remate. El mendocino Don Félix Correas la adquirió por 28.500 pesos fuertes, siendo las viñas su principal interés en la compra. La producción de la hacienda, no es suficiente para afrontar la deuda con la Junta de Temporalidades, por lo que sale a remate la estancia  dos veces más, logrando la familia mantenerla en su propiedad.

Año 1863

(compra)

Don Pío León compra una gran parte de las tierras, ciudadano paraguayo que desde hace tiempo vive en la región y se casó con una cordobesa, Doña Saturnina Berrotarán.  En el año 1860, León se desempeña como autoridad en el departamento Totoral.

Año 1871

Se Encomienda al ingeniero italiano Conde José de Taefferer el trazado de lo que sería, con el tiempo, la ciudad de Jesús María.

15 de noviembre de 1877

(venta)

Don Pío León vende la Estancia a Don Julio Correas y Cástulo Peña; reservándose las tierras destinadas al nuevo trazado urbano.

20 de agosto de 1878

(fecha fundacional)

Se autoriza la fundación por Ley Provincial n°769, tomándose dicho día como fecha fundacional de Jesús María.

Foto de principios del siglo XX

 

Foto publicada en la Revista "Fray Mocho" n°658 de 1924

 

Foto de 1944 (Autor: C. Cabrera Pauli)

 

   8 de febrero de 1947

(expropiación)

Por Decreto Nº 3453, la Nación inicia la expropiación de la  Estancia de Jesús María y unas pocas hectáreas a su alrededor. Al completarse la restauración se habrá de transformar en el Museo Jesuítico Nacional.

 Año 1942

(sesión en custodia)

El Arquitecto Mario Buschiazzo consiguió la sesión en custodia de las poco más de 17 ha, en las que se emplazaba la estancia que estaban en poder del Banco Hipotecario. 

  febrero de 1945

Banco Hipotecario

La cesión en custodia del Banco Hipotecario duró poco tiempo; ya que, en su carácter de propietario, decide rematar la propiedad. Ante el formal reclamo del Ministro de Justicia e Instrucción Pública, las Autoridades de la Entidad, le explicaron que "... el Banco Hipotecario no puede adjudicarle la propiedad y solo puede intervenir en su carácter de acreedor hipotecario".

8 de febrero de 1947

(expropiación)

Por Decreto Nº 3453, la Nación inicia la expropiación de la  Estancia de Jesús María con  siete hectáreas a su alrededor. Al completarse la restauración se habrá de transformar en el Museo Jesuítico Nacional, Estancia de Jesús María, inaugurado en 1946.

 

Video - Año 2004

 

 

 

Restauración

 

Refiriéndose a la Estancia de Jesús María, la Dra. Josefina Piana dice que, "... para el año de la expulsión de la Orden en 1767, la forma de “U” que conforma el patio estaba terminada y se había comenzado a construir el ala este para cerrar completamente el patio. Según la tasación de temporalidades, la Capilla estaba casi terminada a excepción de su fachada y la carencia de un retablo en el altar mayor, había en esta ala un cuarto que hacía las veces de tribuna hacia el transepto, mientras que otro cuarto permitía el acceso al coro alto siempre desde la planta superior. La capilla tenía anexada la sacristía y la contra sacristía. Una serie de habitaciones se construyeron en la planta baja de esta ala, paralelas a la nave mayor del templo y daban hacia esa galería cubiertas con bóvedas de arista. La galería del piso superior estaba sin terminar, pero se podía ver la intención de cubrirlas con el mismo método".

Después de la expulsión de los jesuitas todo decayó rápidamente. Ambrosio Funes, hermano del Dean, en 1785, decía que "... Alta Gracia y Jesús María están tan perdidas que hoy nadie se atrevería dar 20.000 pesos, con sus negros, por cada una".

Al terminar 1918, cuando la señora Margarita Correa de Llerena era propietaria de la Estancia de Jesús Maria la Revista "Plus Ultra" del 12 de diciembre, le dedica un par de páginas para retratar el espíritu de paz que en ella se vivía y el aire puro que se respiraba, siendo la delicia de los pocos turistas que al lugar se llegaban. (Acceda al artículo haciendo Click Aquí)

Fuera del ámbito de historiadores, en la Revista "El Hogar" de 1935 y bajo el título "San Isidro de Córdoba: un Santuario Nacional próximo a desaparecer", el periodista Armando Maffei relata la situación de la estancia por esos días.

Más allá de los errores históricos que comete, manifiesta lo poco conocido que es este bien patrimonial, incluso para los mismos moradores de la zona y que, además, el estado calamitoso en que se encuentra no llama la atención de ninguna autoridad de Gobierno.

Según el cronista " ... el techo de la enorme casa se está descarnando, como si fuera desollado a pedazos. El musgo amarillo decora la tristeza. Y aunque se han hacinado las viviendas de los moradores, alternando entre hombres y bestias, todo se transforma ante la imponencia de su nobleza. Se anuncia una próxima venta de todo aquello en subasta pública, y es una institución oficial la encargada, como un verdugo de la herejía. A lo mejor no hay siquiera el interés trivial del comprador. Terminará fatalmente, por el despojo de nuestro criminal desprecio, en un pesebre o en un conventillo". (Acceda al artículo haciendo Click Aquí)

 

Galería lateral del templo, plantas alta y baja, previo a la restauración

(CAYETANO BRUNO - Historia de la iglesia en la Argentina - 1967)

 

Distintas imágenes previas a la restauración

(CAYETANO BRUNO - Historia de la iglesia en la Argentina - 1967)

 

Fachada (Buschiazzo)

 

Izquierda: Antes de la restauración (Grenón) - Derecha: Después de la restauración (Plattner S. J.)

 

La creación de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos (hoy Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y Bienes Históricos), por Ley 12.665 del 30 de septiembre de 1940, tuvo gran influencia en la revalorización de los monumentos de Córdoba.

Siendo Presidente el Dr. Ricardo Levene encomendó al Arquitecto Mario Buschiazzo la producción de un estudio de los monumentos de Córdoba. El Profesional viaja a la Provincia en 1939 y al año siguiente emitió un informe de la situación de los monumentos en ese momento; que, en el caso de Jesús María, era lamentable.

El relevamiento, proyecto y ejecución de la restauración se encomendó al Arquitecto Carlos Luis Onetto (1909-2005), uno de los profesionales especialistas más prestigiosos de su época.

 

Plano de Planta Baja - Arquitecto Carlos Onetto - 1942

CeDIAP - Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública, AABE

Agencia de Administración de Bienes del Estado

 

Plano de Fachadas - Arquitecto Carlos Onetto - 1942

CeDIAP - Centro de Documentación e Investigación de la Arquitectura Pública, AABE

Agencia de Administración de Bienes del Estado

 

En 1941, la Comisión propone el "Plan de conservación de monumentos históricos del país". Su Presidente recomendó al Ministro de Obras Públicas Dr. Salvador Oría que se llevara adelante, entre otras obras y según Carlos Page la "... restauración de la Iglesia y Convento de San Isidro de Jesús María".

Al momento de la restauración la Estancia de Jesús María, se encontraba en un estado de total abandono, lo cual puede apreciarse por las fotografías de archivos, los relevamientos y las cartas e informes enviados a la Comisión Nacional. En momentos en que era Presidente de ella, el Sr. Ricardo Levene dirige una carta escrita al Arquitecto Enrique Quiscke, Director General de Arquitectura de la Nación con fecha 12 de junio de 1944, donde expresó que "... tengo el agrado de dirigirme al Sr. Director General transmitiéndole parte de una carta del Banco Hipotecario en la que se informa sobre el estado ruinoso de la reducción jesuítica de Jesús María en los siguientes términos: 'la iglesia y el convento están completamente abandonados, si se exceptúa la primera nave de la iglesia solo sirven en la actualidad y es de lamentar por tratarse de un monumento nacional, de depósito de toda clase de desperdicios y hasta deyecciones de animales en los lugares anteriormente dedicados a bodega según me explicaron. Un contrafuerte ya el terreno en venta que da a la ruta nacional Nº 9 se halla completamente caído. De los alambrados solo el que linda con el norte se halla en discretas condiciones, los demás destruidos y casi inservibles. Firmado: Manuel G. Álvarez'".

En la carta de fecha 11 de junio de 1945 que le dirige al Presidente de la Comisión Dr. Levene, Presidente de la Comisión, Mario Buschiazzo en su carácter de Arquitecto adscripto, se puede determinar la fecha de terminación de los trabajos de restauración haciéndolo en los siguientes términos: "Durante los días 6, 7 y 8 del corriente mes inspeccioné los trabajos de restauración que se están efectuando en varios monumentos de la Provincia de Córdoba; con tal motivo, informo a Ud. acerca de los mismos, así como sobre otros asuntos vinculados a la Comisión Nacional".

Comienza informando sobre el templo y Residencia de la Compañía y luego sobre la Estancia Jesuítica de San Isidro Labrador de Jesús María consignando que "... los trabajos prosiguen activamente y sin tropiezos. Prácticamente se ha dado fin a la restauración de la parte de la residencia y talleres, iniciándose en estos momentos la restauración del templo. Se ha retirado para conservar bajo custodia, diversos elementos que pertenecieron a la época jesuítica, a fin de ser recolocados una vez concluidos los trabajos ... de no mediar inconvenientes en la provisión de los materiales, la restauración de Jesús María quedará terminada a fines del año en curso". Continúa, luego, con el informe sobre la Posta de Sinsacate.

 

El diario La Nación de Buenos Aires, de fecha 10 de octubre de 1945, se hace eco de la noticia y encabeza una nota con el título "Va a ser restaurada la antigua Iglesia de San Isidro Labrador".

(Acceda al artículo haciendo Click Aquí)

 

En febrero de 1947, se produce la expropiación del casco de la Estancia con siete hectáreas de terreno al Banco Hipotecario que, por entonces, era el dueño de la propiedad.

En mayo de 1965, el arquitecto Mario Buschiazzo, después de un viaje de inspección por el centro del país, le envía al Presidente de la Comisión Nacional de Museos y Monumentos Históricos Don Leónidas de Vedia, las impresiones recogidas en el marco de los trabajos describiendo, en su texto, detalles del Museo y la obra del Padre Dreidemie. Según su opinión "... solo dos detalles relativos a la obra de restauración merecen discreta objeción: la fachada del templo y el cerco del atrio. La fachada que debió tener el templo nunca fue terminada, debido a la expulsión de los jesuitas en 1767. A fines del siglo pasado un modesto albañil de Jesús María adosó al inconcluso muro de piedra una fachada de ladrillo revocado harto modesta y tosca, que es la que todos hemos conocido. (véase Documentos de Arte Argentino, Cuaderno X, Lámina II) y que a mi juicio no debió alterarse. Recientemente se la ha modificado, eliminando toda parte lisa del revoque y dejando solamente las columnillas. De tal modo, aparte que se ha producido una alteración que no hay razón que la justifique, ha quedado convertida la fachada en una alternancia en zonas de piedra rojiza (las que corresponden al primitivo muro de fachada) y esas columnillas del siglo XIX. A mi juicio no debió tocarse nada, o en última instancia eliminar todo ese telón de revoque incluso las columnillas y dejar el muro original íntegramente al descubierto, como seguramente quedó en 1767. El atrio está cercado con unas rejas que provienen parte del Paseo Sobremonte de la ciudad de Córdoba y parte, una imitación de las mismas que se hizo en tiempos de Sarmiento. Si bien es muy ponderable la intención del Padre Dreidemie de salvar esas rejas, no coinciden con el resto del edificio. Lo que correspondía era cercar el atrio con una “pirca” de piedra, como se ve en toda esa zona, y colocar esas rejas en lugar menos visible y aparente. De todos modos, y salvo estas dos observaciones que no son fundamentales, es digno de hacer notar la eficacísima labor del Padre Dreidemie, que ha conseguido sin mayores recursos formar un notable museo, con el digno marco confiado a su custodia".

El Diario "Los Principios" de la ciudad de Córdoba en su edición del domingo 19 de mayo de 1946, bajo el título "Se inauguraron las obras de restauración del Convento de San Isidro y Posta de Sinsacate", hace un pormenorizado relato de tan importante acto, realizado el día anterior, al que concurren numerosas personalidad relacionadas con el acontecimiento. (Acceda a la nota completa y los respectivos discursos, haciendo click aquí)

 

Imagen de Agencia Córdoba Turismo

 

Con respecto a la denominación

 

Tres son los nombres que, a lo largo de la historia, ha recibido esta Estancia: Guanusacate, Jesús María y San Isidro.

El primitivo nombre y seguramente el del primitivo poblado aborigen fue el de Guanusacate. El Padre  Dreidemie (Ver Biografía), opina que debió estar sobre la margen derecha del río, en los terrenos aledaños a la actual casa jesuítica. D. Gaspar de Quevedo es el único encomendero que conserva este antiguo nombre.

Jesús María es auténticamente jesuítico. No figura en las escrituras de compra ni en donaciones. En las Cartas Anuas 1618-1619, donde se narran los acontecimientos de esos años, se la nombra como Jesús María, por lo que desde 1620, se la identifica con ese nombre, atribuyéndosele al Provincial del Paraguay, P. Pedro Oñate.

Fue muy triste la suerte corrida por las estancias después de la expulsión de los jesuitas. La imagen de la “Pura y Limpia Concepción” fue desplazada de su sitial  y reemplazada por la de San Isidro Labrador, patrono de las viñas y las sementeras. San Isidro, como nombre de la estancia, fue usado por primera vez en una de las campanas  de la iglesia, en 1828: “A Sn Ysido 1828”

Conviene aclarar que el nombre de “convento“, en derecho canónico, se reserva para las casas habitadas por monjes o frailes. Los jesuitas no son, ni lo uno ni lo otro,  por lo que  sus casas se llaman: “Casas “, “Residencias” o “Colegios”.  Entonces, no es correcto decir: “Iglesia y Convento de San Isidro”, sino Iglesia, Casa y Estancia de Jesús María.

 

Invierno de 1767

 

En su Diario del Destierro, el Padre José Manuel Peramás S.J., para el día 15 de julio de 1767, acota en dos párafos: “Lo que pasó en Jesús María”:

32. En Jesús María estaba el P. Quiñones y los H. H José Fernández y José Caparroso. Era muy temprano y cuando llegó el oficial al aposento del P. le dijo que ya sabía estaba enfermo é indispuesto, y así que se quedase en la cama y desde allí oír el decreto. Entonces el P. le dijo: “Señor, si V. M. trae cédula del Rey que intimarme, es preciso me levante y me ponga de pié, que no es bien oiga en la cama las ordenes de mi Rey”.  

33. El H. José Fernández oyendo musitar á los soldados que decían entre sí: “Este padre fue Teniente de Dragones”, les dijo: “Si lo fuí y tuve promoción y nombramiento de capitán; más ahora aunque me ofrecieran ser Capitán General no dejara la sotana”. Entre tanto que se disponía la marcha de estos sujetos, murió sin Sacramentos un esclavo ó sirviente y otra quedaba moribunda. Sobre la plata de Caroya y Jesús María se llevaron un ingente petardo, y tanto fue mayor, cuanto mayor era la esperanza que llevaban; pues en Jesús María pensaban encontrar no más de cincuenta mil pesos, y no encontraron un maravedís. Y lo mismo fue en Caroya.

 

Viajeros

 

Muchos son los viajeros que pasaron por la zona con motivos diversos.

El primer Astrónomo de la Tercera Partida Demarcadora de Límites en Santa Cruz de la Sierra, J. Sourryère de Souillac, en su "Itinerario de Buenos Aires a Córdoba", comenta:

“… Salí por la mañana del día 6 de julio de 1784, [aniversario de la fundación de Córdoba] con dirección al Molino de Caroya, distante a 12 leguas al rumbo del N. 13ºO: inmediatamente pasé el río de la Ciudad, al que dan el nombre de Primero: su fondo e inmediaciones son muy pedregosas, su caudal mediano, y de uno y medio pies de profundidad, siendo su agua regular: el camino es de pendientes suaves y de buen piso : el campo todo de bosques y árboles, más o menos poblado; hay algún pasto, pero según he examinado es mucho menos de la cantidad que se dice, y hay, como en todo, mucha ponderación. A las 10 leguas pasé el río Seco, que lo estaba enteramente. A las 12 leguas llegué a un pequeño arroyo,  que llaman la Acequia, porque lo es del molino, en donde hay un puentecito para poder pasarlo cómodamente: su agua es mediana. Los árboles del campo son entre otros, algarrobos, chañar, quebracho, espinillo y garabato. En las inmediaciones del expresado arroyo  hay varios ranchos pobres”.

“Por la mañana me puse en marcha para Totoral Chico, distante 10 leguas cortas: el camino es regular de suaves bajadas y subidas, campos de bosques y árboles muy poblados por todas partes, dejando por muchas artes el camino incapaz de pasar carruajes: el terreno arenoso en la superficie, y tierra negra en el fondo”.

“… A la primera legua después de la salida, se ve en una pequeña colina inmediata y a la izquierda del camino un conjunto de ranchos que llaman la Hacienda de Caroya, perteneciente al colegio de Monserrat (fue de los jesuitas). A 2 leguas se pasa un cristalino arroyo de buena agua, después del cual hay otra hacienda, con una grande y buena capilla, que también era de los expulsos, [Estancia de Jesús María] y hoy de don Félix Correa vecino de Córdoba. A las 2 y media leguas hay otra hacienda con su capilla, [Posta de Sinsacate], correspondiente a D. N. Figueroa: desde aquí no se halla ni se ve más hacienda hasta el Totoral Chico.

 

La foto

 

Don Pío León, el dueño de la Estancia de Jesús María y también de la Iglesia y la Residencia de San Isidro, antes de fundar la ciudad, mira hacia la margen derecha del río, donde se levantará la nueva y hermosa población. Foto de 1868 a la salida de misa, donde está su familia y la de Nemesio González.

 

Fotografía de autoría de Jorge B. Pilcher (1880)

 

Monumento Histórico Nacional

 

Con sustento en el Decreto Nº 90732 del 14 de mayo de 1941, decláranse Monumento Histórico Nacional diversos inmuebles, algunos del dominio provincial y otros pertenecientes a la Iglesia y a particulares en la Provincia de Córdoba. Entre ellos, "la Iglesia y Convento de San Isidro (Estancia Jesuítica de Jesús María), antigua reducción jesuítica de mediados del siglo XVIII, con vasto y hermoso conjunto de edificación colonial, por su construcción y motivos ornamentales que revelan la intervención de artesanos indígenas". Tal lo expresado por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos.

 

Patrimonio Cultural de la Humanidad

 

La declaración oficial de la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad se realizó desde Cairns, Australia, durante la 24º Sesión del Comité del Patrimonio Mundial, el 29 de noviembre de 2000. Los lugares elegidos pasaron la aprobación del Bureau Técnico formado por 23 especialistas, quienes tuvieron que decidir entre 81 propuestas de todo el Mundo.

El antiguo complejo de la Manzana Jesuítica, junto con cinco de las estancias homónimas  está comprendido en la declaración.

 

Ubicación

 

Latitud 30º 58’ 13,87" Sur

Longitud 64º 05’ 50,34" Oeste

Altitud: 541 msnm

 

 

 

 

 

Fuentes de consulta:

  • BUSCCHIAZZO, Mario J.: "Estancias Jesuíticas de Córdoba" - Ed. Bond Hermanos, Buenos Aires, 1969.

  • BUSCHIAZZO, Mario J.: "La estancia de Jesús María" - Documentos de Arte Argentino, Cuaderno X - Publicaciones de la Academia Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires, 1940.

  • CALVIMONTE, Luis Q. y MOYANO ALIAGA, Alejandro: "El antiguo Camino Real al Perú en el Norte de Córdoba" – Ediciones El Copista, Córdoba, 1996.

  • CUFRE, Pedro David: Dottorato di Ricerca in "Science e Tecnologie per L´Acheologia e i Beni Culturali" - "Aproximaciones a los problemas de interpretación y conservación arqueológica arquitectónica en la Estancia Jesuítica de Jesús María, Córdoba Argentina" - Università degli Studi di Ferrara – 2012/2014.

  • Diario "Los Principios": "Se inauguraron las obras de restauración del Convento de San Isidro y Posta de Sinsacate" - Córdoba, 19 de mayo de 1946.

  • DREIDEMIE, Oscar J. S. J. (Ver Biografía): "La Estancia Jesuítica de Jesús María" – Boletín de la Comisión de Museos y Monumentos Históricos, Año IX, Nº 9 – Buenos Aires, 1948.

  • DREIDEMIE, Oscar  J. S. J. (Ver Biografía): "Los establecimientos rurales de los Jesuitas en los siglos XVII y XVIII" - Ciencia y Fe, Año XII Nº 46 - Colegio Máximo de San José, San Miguel, Buenos Aires, 1956.

  • FURLONG CARDIFF, Guillermo, S. J.: "Arquitectos Argentinos durante la dominación hispánica" - Editorial Huarpes, S.A. - Buenos Aires, 1945.

  • FURLONG CARDIFF, Guillermo, S. J.: "Padre Oscar Dreidemie, 11 de agosto de 1903- 14 de agosto de 1069" - ARCHIVUM XI - Junta de Historia Eclesiástica Argentina - Buenos Aires, 1969.

  • GALLARDO Rodolfo, (Ver Biografía): "La Arquitectura en Córdoba y su Historia", Compilación de sus escritos -  Editorial Nuevo Siglo, Córdoba, 1995.

  • GONZALEZ WARCALDE,  Luis: "Por la ruta de la historia" -  Edición del autor, Jesús María, 1971.

  • GRACIA, Joaquín, S. J.: "Los Jesuitas en Córdoba, Tomo III" - Editorial Universitaria Católica Córdoba, EDUCC, Córdoba, 2006.

  • LAZCANO GONZALEZ,  Antonio: "Monumentos Históricos de Córdoba Colonial" - S. de Amorrortu e hijos, Buenos Aires, 1941.

  • PAGE, Carlos A.: "El lento proceso de valoración del legado cultural de la antigua Provincia Jesuítica del Paraguay" - Estudios del Patrimonio Cultural Nº9 – Noviembre de 2012.

  • PAGE, Carlos A.: "La conservación del Patrimonio Jesuítico en Córdoba. Un siglo de labor entre la reconstrucción y la búsqueda de autenticidad"

  • PERAMÁS, José Manuel, S.J.: "Diario del Destierro" - Editorial Universitaria Católica, Córdoba, EDUCC – Córdoba, 2008.

  • Periódico Ilustrado "El Album" Vol. I n°7 del 26/03/1881 - Biblioteca Argentina Dr. Juan Alvarez - Municipalidad de Rosario.

  • PIANA, Josefina: "Las estancias de Caroya y Jesús María: la documentación histórica y construcciones originales visibles como sustento para investigaciones arqueológicas".

  • Revista "Plus Ultra" n°32 de 1918 - Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer Kulturbesitz.

  • Revista "Fray Mocho" n°658 de 1924 - Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer Kulturbesitz.

  • Revista "El Hogar" n°1352 de 1935 - Ibero Amerikanisches Institut Preuβischer Kulturbesitz.

   

  • SOBRÓN, Dalmacio H.: "Giovanni Andrea Bianchi, un arquitecto italiano en los albores de la arquitectura colonial argentina" - Editorial Corregidor, Buenos Aireas, 1997.

  • KRONFUSS, Juán: "Arquitectura Colonial en la Argentina" -  Editorial A. Biffignandi, Córdoba.

  • J. SOURRYÈRE de SOUILLAC: "Nuevo Camino para Facilitar Comunicaciones de Buenos Aires con Chile" – Colección Pedro de Angelis, Tomo VIII, Volumen A, Editorial Plus Ultra, Buenos Aires, 1972.

  • CAYETANO BRUNO: "Historia de la iglesia en la Argentina" - 1967.

 

Dibujos de Juan Kronfuss

 

 

 

 

 

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