SAN
PEDRO DE TOYOS
Los terrenos pantanosos, los bañados. Fango que moldea historia
y a la que honraban los naturales del lugar llamándolo toyo o
tuyo. Tierra con nutrientes que alentaban la siembra. Tierra de
distancias sin límites, de elevaciones que ayudaban, desde la
cima, a hurgar con la miraba en búsqueda de esas fronteras.
Naturales que, desde lo alto, disfrutaban ver sus cultivos;
descansaban mientras veían la gesta de su labor. Naturales
sorprendidos al ver al desconocido que invadía su pequeño mundo
cambiándolo todo; mutando todo, definitivamente.

Según registros relevados por Aníbal Moldes el territorio de
Cabisacate (no confundir con Cavisacate que corresponde a la
actual Villa del
Totoral) o Linsacate, luego Ojos de Agua de Toyos, Aguada de
Toyos y finalmente Toyos, encuentran a Miguel de Ardiles como
primer propietario, en carácter de merced. El registro se ubica
en 1595 dando cuenta que las tierras estaban "... bacas pues
los indios fueron reduzidos a otra parte".
Sin
embargo, dice Luis
Q. Calvimonte: “…Este paraje se corresponde a una de las
primeras mercedes de tierras que se concedieron en el Valle de Ischilín en el año 1670. Su primer dueño fue el sargento mayor
Cristóbal Torres Dávila, casado con doña Teresa de Cabrera.
Luego de sucesivas ventas, la heredad pasó a poder de Domingo
Rodríguez que la dividió en sus cuatro hijos Uno de ellos
llamado Pedro, construyó una capilla, la que indudablemente, la
dedicó al santo de su nombre.”
Aníbal Montes, en sus investigaciones, confirma a Torres Dávila
como propietario aunque lo identifica como Juan; de hecho, da
cuenta que en 1691 será él quien le venderá las propiedades a
Domingo Rodríguez Nerón (suponemos el mismo al que hace mención
Calvimonte).
Al sitio en cuestión, Montes en sus trabajos, lo ubica a una
legua al oeste de la Estancia del Tambo (actual
Dean Funes). Otra
referencia que consigna es El Barrial que lo coloca a 3/4 de
legua al poniente de los Ojos de Agua de Toyos.
Reproduciendo un relato de un testigo de la época al que
identifica como Ladrón de Guevara, el investigador describe a la
zona como un "... pueblo de unos indios nombrado Cabisacate
comunmente conocido por una aguada llamada Toyos".
Alteraron vidas e historias; lo que no se atrevieron a cambiar
es el nombre con que aquellos homenajearon a la tierra: Toyos.
Así fue como la aguada de Toyos creció y supo dibujar parte del
Camino Real que ayudó a unir la Posta del Divisadero con la de
Los Algarrobos.
Conquistadores, religiosos, aventureros, militares moldearon
aquella tierra de Toyos, cuidaron los polvorientos caminos donde
permanentemente transitaron las mulas hacia el Alto Perú. Tierra
sobre la que nació, en 1790, Manuel Isidoro Pino que lleva el
triste honor de ser el primer cordobés muerto en las guerras por
la Independencia. Con 20 años y en plena Batalla de Suipacha
(07/11/1810)
nutre con su sangre la savia de la Patria a punto de nacer.

Tierra donde supo tomar cuerpo la Capilla de San Pedro de Toyos,
a fines del siglo XIX, sin que se conserven antecedentes de la
vieja capilla.


Con
sus paredes encaladas, su arquitectura de estilo clásico exalta
la sencillez. A la izquierda de la fachada, que está orientada
al oeste, posee una torre campanario , que culmina en forma
piramidal. Tiene escalera posterior de acceso, con la cual
también se accede al coro alto. Lamentablemente el paso del
tiempo, ha hecho que la torre perdiera su verticalidad,
peligrando su estabilidad.


Posee un atrio
con muro alto y puerta de reja. El ingreso a la nave se produce
por un vano con arco de medio punto a un pequeño nartex, bajo el
coro alto, y puerta de madera de dos hojas.

Sobre ella
una ventana rectangular ilumina el coro alto, interrumpiendo la
base del tímpano. Este simula ser sostenido por un doble par de
columnas planas, a cada lado del portal de ingreso.

La nave es
rectangular de 22,10 mts. de largo por 4,60 mts. de ancho Un
cielorraso de sección trapezoidal oculta las cabreadas de par y
nudillo. El piso es de adoquines de algarrobo, sin pulir. El
muro que da al norte posee una ventana que ilumina la nave.
Dos
altares, el principal de mampostería y pintado sobre el muro
este, tiene tres hornacinas conteniendo la central, la antigua
imagen del Santo Patrono: San Pedro.

Lateralmente, del lado de la epístola, hay otro altar de menor
dimensión y parecidos materiales dedicado a la Virgen del
Carmen.

Tiene
sacristía del lado del evangelio de 6,60 m por 3,25 m,
contrasacristía de igual dimensión y varias dependencias
agregadas del lado de la epístola.





Datos complementarios:
San Pedro
de Toyos se halla a casi 12
km del crucero de Deán Funes, la
ausencia
del ferrocarril
congeló su
progreso.
Es
en la mitad del siglo XIX cuando alcanzó su plenitud a fuerza de
ganadería e industria textil.

Datos Complementarios:
Latitud: 30º 27' 14,53”
S
Longitud : 64º 26' 41,62” W
Altitud : 704 m.


Fuentes de consulta:
-
CALVIMONTE, Luis Q. – Las antiguas Capillas y devociones
religiosas en el norte de Córdoba – Junta Provincial de
Historia de Córdoba, Córdoba, 2006.
-
CALVIMONTE, Luis Q. y MOYANO ALIAGA, Alejandro - El antiguo
Camino Real al Perú en el Norte de Córdoba; Editorial El
Copista, Córdoba, 1996.
-
MONTES, Aníbal - "Fondo Documental Aníbal Montes -
Inventario General" - 2012
-
Agradecemos a Norma del Valle Cesar y familia, las atenciones
recibidas

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