Síntesis

La Capilla Vieja y Museo Histórico y de Arte Religioso Santa Rosa de Lima, se ubica en la localidad de Santa Rosa de Calamuchita, Departamento Calamuchita, Córdoba (Argentina). Fue construída en tierras adquiridas por Sebastián Carranza y de la Torre en 1642, terrenos que sumó a otros entregados en Merced. Una fracción de la Estancia Santa Rosa es adquirida por el Presbítero Vicente Peñaloza a herederos de Carranza y es allí donde inicia la construcción siendo completada en 1784. Casi un siglo después, en 1876, la capilla estaba en estado ruinoso y su recuperación es encarada por Estanislao Baños. La piedra fundamental de la actual Capilla Santa Rosa de Lima se coloca en 1907 siendo el Cura Juan Rodríguez el responsable de la obra. En 1997 el Centro Huasi Ctalamochita es quien gestiona que se la declare Museo Histórico.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Home
Objetivos
Busqueda
Busqueda por Nombre
Busqueda por Localidad
Mapas
Las Capillas y el Arte
Fiestas
Biografias
Patrimonio
Glosario
Contacto

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Página Web "Capillas y Templos" está registrada en la DNDA (Ver detalle)

 

 

CAPILLA VIEJA - MUSEO HISTORICO Y DE ARTE RELIGIOSO

"SANTA ROSA DE LIMA"

 

En pleno Siglo XVIII, la Capilla cobra vida en la Estancia Santa Rosa. El Presbítero Vicente Peñalosa quien fue cura y vicario del Valle de Calamuchita entre los años 1784 a 1796, la manda construir, tras adquirir la propiedad a herederos legítimos de Don Pedro Carranza. Las obras ya estarían concluidas en 1784, designándole patrona a Nuestra Señora de Luján. La historia asigna a José Hilario Luján, un esclavo de dos meses, el honor de haber sido el primer bautizado en la misma, en el mencionado año. Le siguió María del Rosario Acosta, de ocho meses de edad, hija de pardos libres.  Al año siguiente, según el “Libro de bautismo de los blancos”, fueron bautizados Luis Carranza y María Josefa Ramallo. Todos ellos recibieron óleo y crisma por parte del Padre Vicente Peñalosa

Contiguo a la capilla, como era habitual se ubicó el cementerio, hoy señalizado con una cruz y una placa recordatorio de aquel camposanto; en el que en 1795,  fueron sepultados José Felipe Arce y al siguiente año, María Melchora Berde, Petrona Sarsfield, Juan de Dios y Pascual Mansilla.

 

Click para ampliar

Click para ampliar

 

Cuando en 1802, la Estancia del ya fallecido Vicente Peñalosa pasa a manos de su nuevo dueño Don Pedro Núñez, la Capilla inicia un proceso de deterioro que la deja practicamente derrumbada 70 años después.

En el año 1876 el señor Estanislao Baños se dirige al obispo de Córdoba, ofreciéndole  hacerse cargo de la reconstrucción de la capilla, prácticamente desde los cimientos, con la condición de que debía ser convertida en sede permanente de un cura.

Será entonces que al año siguiente,  Estanislao Baños casado con una nieta heredera  de Don Pedro Núñez,  de nombre Mercedes Prado Núñez, ante escribano público y con escritura, hacen una donación a la iglesia de la Villa de Santa Rosa , departamento de Calmuchita que consta “… de una cuadra cuadrada de terreno de mi propiedad ubicada en esa misma localidad quedando la iglesia en la mitad de una cuadra con frente al norte y fondo al sur , para que en dicha tierra se pueda poblar …”, más luego continúa diciendo: “… agregándose también en la dicha donación el terreno que ocupa el cementerio que hay actualmente y que ocupa cuarenta y cinco varas de naciente a poniente y cuarenta varas de sur a norte …”.

Baños  pone manos en la reconstrucción de la Capilla y en 1877, le comunica al canónigo Uladislao Castellanos, que a pesar de haber sufrido serios infortunios económicos que le obligaron a desprenderse de parte de sus bienes, ha concluido con las obras de la capilla, tal como lo había prometido el año anterior.

 

Click para ampliar

Click para ampliar

 

Unos meses después el obispo responde con el nombramiento del Padre Domingo Guerra como cura permanente en Santa Rosa.  

El 3 de enero de 1879 se expide un auto de designación para la capilla de Santa Rosa como Iglesia Parroquial del curato de Santa Rosa,  quedando las demás capillas públicas como vice parroquias, las que serían atendidas por el párroco de Santa Rosa.  Este era un nombramiento no oficial.

El Obispo Dr. Álvarez visita la capilla en el año 1888, para analizar si se la oficializaba como parroquia  ya que los curas no habían permanecido en ella en forma permanente desde 1885,  con el agravante de que carecía de las habituales dos o tres habitaciones en las cercanías,  para alojamiento de los feligreses que provenían de largas distancias para asistir a las ceremonias religiosas. 

En el año 1896, todo seguía igual, por lo que Estanislao Baños, muy molesto se dirige al Obispo reprochándole que a pesar de que él había reconstruido la capilla con la condición de que se la declarara parroquia y se le  proveyera de cura permanente, lo cual había sido aceptado de buen agrado por el Obispo; a veinte años de aquel entonces, nada se había cumplido razón por la cual, nadie asistía en los días festivos.

Juan Rodríguez, cura y vicario del Curato de Santa Rosa, en 1905, escribe desde San Agustín que la capilla “… esta en mal estado desde sus fundamentos …”  Ofrece hacerse cargo de la reconstrucción si se le concede la gracia de cederle los derechos por dispensa de proclamas, parentescos y matrimonios en domicilio particular, a fin destinarlos a solventar el costo de la obra.  En virtud de que estimaba que la obra  de reconstrucción demandaría dos años, por igual tiempo solicitaba la gracia.

Cuando llega la orden de reconstrucción, a la hora en que ni los cimientos de podían recuperara, esto es en 1907,  se coloca la piedra fundamental  y se comienza la reconstrucción, poniéndose al frente de la misma el padre Rodríguez, como lo describe en un escrito del 1 de diciembre de ese año.

 

Parroquia Santa Rosa de Calamuchita - Archivo Fotográfico de Córdoba

Album del Departamento Calamuchita - Inventario nº 24

 

Desobedece órdenes del secretario del obispado, en el sentido de aprovechar algunos muros que estaban en pie y hacer algunas habitaciones a la altura del altar y la sacristía. Esto se debe a que el cura disponía de fondos para solventar la obra y con perspectiva de conseguir algo más.

Tenemos que ubicar en éste momento, el nacimiento de la Capilla Vieja que hoy podemos contemplar. Los techos tomaron la forma actual abovedada, soportados por una planta definida en cruz. Por su parte el frente adopta un estilo románico reforzado con la personalidad de dos torres cuadradas  a cada flanco que se coronan en campanarios.

 

Click para ampliar Click para ampliar

Click para ampliar

 

 

Será circa 1930 que los ebanistas se abocan a darle forma neoclásica a la madera para gestar el altar principal así como púlpito y retablo mayor. De este modo las hornacinas del viejo retablo integradas al muro original quedarán ocultas tras la nueva obra.

 

  

 

Las presencias de la Virgen de la Merced  y de Santa Rosa de Lima  son inconfundibles.

 

Click para ampliar Click para ampliar

Click para ampliar

 

Estuvo abandonada durante largo tiempo hasta que la Municipalidad de Santa  Rosa, a instancias del Centro de Historia Huasi Ctalamochita, en 1990, procede a su restauración. Se la declara Museo Histórico el 29 de agosto de 1997 inscribiéndose en el ICOM como Patrimonio Histórico Cultural.

Será en marzo de 2006 que la Capilla Vieja es reintegrada a la tutela de la Iglesia Parroquial convirtiéndose en un "Centro de difusión para la pastoral de turismo", asumiendo al turista como "peregrino" desde la perspectiva de la fe.

Piezas de gran valor histórico podrán apreciarse en la recorrida: desde un candelero de vestir del Siglo XVIII ornamentado con la imagen de la Inmaculada hasta la rústica y artesanal cruz tallada en madera por manos aborígenes que perteneció a los Jesuítas; instrumentos musicales, indumentaria sacerdotal y pinturas, entre otras, de San Antonio de Padua y San Francisco de Sales.

 

 

De las tierras de la Estancia:

 

12 de agosto 1642 Don Sebastián Carranza y de la Torre, casado con Petronila Suarez de Cabrera,  compra tierras en Calamuchita que serán incrementadas por merced de Sobras. Le fueron otorgadas en merced en la fecha mencionada, por el gobernador Don Alonso de Mercado Villacala. Eran linderas de las propiedades de Hernando de Tejeda y Juan de Tejeda y Mirabal. A su fallecimiento heredan Pedro y Sebastián, sus dos hijos.
Año 1690 Fallece Don Pedro Carranza y Cabrera  quien se había casado con Agustina de Luna y Cárdenas. Testa por medio de su albacea Don Gabriel Bazán de Pedernera y al haber quedado menores de edad como herederos, es necesario practicar el inventario de bienes. Fueron sus hijos: Pedro, que fue presbítero; Juliana, que se radicó en Santiago del Estero junto a su esposo Martín de Argañaraz; Sebastián que se hace cargo de la encomienda de Soconchillo, quedando José como dueño de las tierras de Santa Rosa.
Mayo de 1691 Entre los papeles del inventario puede leerse la descripción de la casa: una sala con tres puertas de algarrobo y una ventana, dos aposentos uno hacia el sur y otro hacia el norte, más una despensa, una cocina, todos con techo de caña y paja. Acompañaba a la casa un corral de palos.
22 de mayo de 1691 Se concluye el inventario de todos los bienes. De ellos se desprende que los Carranza no solo eran ganaderos, según la importante cantidad de ganado mular y caballar, sino que además, eran agricultores, en especial de sementeras de maíz.
Año 1719 José de Carranza y Luna  al fallecer deja cinco hijos menores: Fernando, Bartolomé, José, Rosa y Narciza. Además, deja a su familia inmersa en papeles de títulos de tierras, obligaciones de pagos y reclamos de acreedores, lo que motivó el pedido de inventario y tasación de bienes.
Julio de  1720 El alcalde ordinario de la ciudad de Córdoba, Don Luis de Tejeda y Guzmán aprueba los inventarios y ordena su tasación. En los inventarios de las tierras de Santa Rosa puede leerse que poseía una casa ubicada junto a un molino, una chácara de cerco de chañar en la que plantó veinte manzanas, durazneros y membrillos, contaba con dos corrales y muy cerca de ellos había una quebrada con higuera y un nogal.
  En el testamento de Pedro Damián Carranza se nombran los bienes que fueron heredados a la muerte de su madre Doña Petronila Villafañe Navarrete, estando entre ellos la Estancia que tenía en Santa Rosa, que con todo lo edificado y plantado , más un molino fue dada como capital suyo al contraer matrimonio en segundas nupcias con Doña María Mercedes Acosta. Las tierras ocupaban gran parte de lo que hoy es Santa Rosa de Calamuchita.
  El Dr. Vicente Peñalosa compra a los herederos legítimos de Pedro Carranza la Estancia de Santa Rosa, que en esos momentos limitaba, al Norte con Isidro Villafañe; al este con Juan Luján; al sur con Antonio Ortiz, perteneciente a la familia que adquiere la estancia San Ignacio de los Ejercicios y al oeste con José A. Offiz, Josefa de Arce y Fernando Carranza. El Cura Peñalosa es quien hace levantar la primera Capilla en la estancia.
Año 1820 Pedro Núñez casado con María Gregoria Ortiz compra la estancia al padre Peñalosa. Don Pedro es heredado por su hija Juana Josefa Núñez, que a su vez, es heredada por su hija Mercedes Prado Núñez. Esta se casa con Estanislao Baños, quien tendrá una fuerte vinculación con la Capilla.

 

Click para ampliar

Click para ampliar

 

 

De los Curatos de la zona:

 

Año 1570 Se creó la Diócesis de Tucumán, a cuyo cargo estaba el Obispo Francisco de Victoria, el cual fue sucedido por Hernando de Trejo y Sanabria, quien fuera gran admirador de los jesuitas y tuvo vinculación con la creación de la Universidad de Córdoba.
Año 1699 Se traslada a la ciudad de Córdoba por considerar a esta ciudad como más adecuada para el desarrollo de las funciones de la diócesis.
Año 1672 Se tienen noticias de la creación del Curato de Río Tercero. El licenciado  Francisco de Venegas fue su primer párroco. A pesar de las grandes distancias y la dificultad de los caminos, dos veces por año recorría toda su jurisdicción llevando la palabra de Dios.
Año 1731 El Curato de Río Tercero es desmembrado al crearse el Curato de Río Cuarto y el Anejos, en el que se encontraba Calamuchita. De este Curato se hace cargo el presbítero Dr. José Noriega en su sede de Soconcho.
Año 1784 El presbítero Dr. Vicente Peñalosa se hace cargo del Curato.
Año 1869

Dada la extensión de este Curato lo que dificultaba su atención, fue dividido en dos sectores, teniendo al río Grande como línea limítrofe.  Al sur, el Curato es llamado de Río de los Sauces (después Curato de la Cruz), con sede en la Parroquia Nuestra Señora de la Mercedes de La Cruz; el otro se lo denominó de Santa Rosa o Antiguo Curato de Calamuchita. Este se quedó con todos los elementos y el archivo del viejo curato con sede en la parroquia de Santa Rosa.

En esta capilla reside el Padre Domingo Guerra. De las ocho capillas que debía hacerse cargo este cura, cuatro eran públicas y se encontraban en buen estado; eran ellas: de Los Molinos, de Los Reartes, de Santa Rosa y  de Yacanto, pudiendo ser propuestas como posibles sedes de los párrocos.  Se encontraban en construcción la de La Boca del Río (hoy San Agustín), Soconcho y Amboy. La octava era la de Calmayo. Fue el padre Guerra quien propuso a la Capilla de Santa Rosa como sede del Curato del mismo nombre dada su posición central dentro del territorio que comprendía y cuyos límites estaban cuatro leguas y media hacia el norte;  ocho y media hacia el naciente; cuatro y media hacia el sur y diez leguas hacia el poniente. La dimensión es importante. Los feligreses tenían problemas para recibir los sacramentos y mucho más, en casos de urgencia. Se piensa en una nueva división como paliativo a esta situación.

Año 1833 En épocas del Padre Francisco Martínez, se produce;  quedando el Curato de Santa Rosa con sede en la Capilla homónima y el Curato de San Agustín, con Pedanías de Monsalvo y Los Molinos, con sede en la Villa de La Boca del Río.
Año 1890

El cura y vicario Juan Martínez eleva un informe de situación del Curato de Santa Rosa de Calamuchita y dice: que noventa personas habían pagado primicias de maíz, trigo y porotos; que había ocho cementerios en buenas condiciones y uno en condiciones deficientes, teniendo a su cargo, además,  un cementerio de disidentes; que eran siete las capillas existentes un buenas condiciones a excepción de una, y eran dos los oratorios. Siete mil sumaban los habitantes del curato en aquellos tiempos, de los cuales unos novecientos eran los que frecuentaban los sacramentos, existía la consagración del Sagrado Corazón de Jesús y habían sido bautizados ciento setenta y ocho niños.

                    La Capilla en 1930 y en 1981

 

 

Datos complementarios:

Latitud : 32º 03´S

Longitud : 64º 32´W

Altitud : 602 m

 

 

 

Fuentes de consulta:

  • SIGNORILE Analía, BENSO Griselda – La Capilla Vieja de Sta. Rosa de Calamuchita – Imp. Rojo, 1998.

  • BENSO Griselda de las Mercedes, SIGNORILE Analía María -    Calamuchita, un valle con historia de base religiosa – Primeras Jornadas de Historia de los Pueblos de Paravachasca, Calamuchita y Xanaes. Alta Gracia, 1999.

  • SIGNORILE Analía, BENSO Griselda -  En Calamuchita dos estancias vecinas: San Ignacio de los Santos Ejercicios y Santa Rosa – II Jornadas de Historia de los Pueblos de Paravachasca, Calamuchita y Xanaes. Alta Gracia, 2001.

  • Agradecemos a Analía Signorile la información suministrada.

 

 

 

ll Home ll Objetivos ll Búsqueda ll por Nombre ll por Localidad ll Mapas ll Patrimonio ll Glosario ll

ll Fiestas ll Las Capillas y el Arte ll Biografías ll

 

La Página Web "Capillas y Templos" es una iniciativa privada sin fines de lucro que no mantiene vinculación alguna

con los distintos templos aquí descriptos como así tampoco con la Iglesia Católica

ni con ningún otro Credo Religioso u Organismo Gubernamental.

 

La Página Web "Capillas y Templos" se encuentra registrada

en la Dirección Nacional del Derecho de Autor:

Ver DETALLE

 

Se prohibe la copia y/o reproducción parcial o total del material contenido en la presente Página

sin la expresa autorización de los autores de la misma.

De modo explícito, no autorizamos ningún tipo de utilización del presente contenido

que signifique fines comerciales y/o rentables.