CAPILLA VIEJA - MUSEO HISTORICO Y DE ARTE RELIGIOSO
"SANTA ROSA DE LIMA"
En
pleno Siglo XVIII, la Capilla cobra vida en la Estancia Santa
Rosa. El
Presbítero Vicente Peñalosa quien fue cura y vicario del Valle
de Calamuchita entre los años 1784 a 1796, la manda construir,
tras adquirir la propiedad a herederos legítimos de Don Pedro
Carranza. Las obras ya estarían concluidas en 1784, designándole
patrona a Nuestra Señora de Luján. La historia asigna a José
Hilario Luján, un esclavo de dos meses, el honor de haber sido
el primer bautizado en la misma, en el mencionado año.
Le siguió María del Rosario Acosta, de ocho meses de edad, hija
de pardos libres. Al año siguiente, según el “Libro de bautismo
de los blancos”, fueron bautizados Luis Carranza y María Josefa
Ramallo. Todos ellos recibieron
óleo
y crisma por parte del Padre Vicente Peñalosa
Contiguo a la capilla, como era habitual se ubicó el cementerio,
hoy señalizado con una cruz y una placa recordatorio de aquel
camposanto; en el que en 1795, fueron sepultados José Felipe
Arce y al siguiente año, María Melchora Berde, Petrona Sarsfield,
Juan de Dios y Pascual Mansilla.


Cuando en 1802, la Estancia del ya fallecido Vicente Peñalosa
pasa a manos de su nuevo dueño Don Pedro Núñez, la Capilla
inicia un proceso de deterioro que la deja practicamente
derrumbada 70 años después.
En
el año 1876 el señor Estanislao Baños se dirige al obispo de
Córdoba, ofreciéndole hacerse cargo de la reconstrucción de la
capilla, prácticamente desde los cimientos, con la condición de
que debía ser convertida en sede permanente de un cura.
Será
entonces que al año siguiente, Estanislao Baños casado con una
nieta heredera de Don Pedro Núñez, de nombre Mercedes Prado
Núñez, ante escribano público y con escritura, hacen una
donación a la iglesia de la Villa de Santa Rosa , departamento
de Calmuchita que consta “… de una cuadra cuadrada de terreno
de mi propiedad ubicada en esa misma localidad quedando la
iglesia en la mitad de una cuadra con frente al norte y fondo al
sur , para que en dicha tierra se pueda poblar …”, más
luego
continúa diciendo:
“… agregándose también en la dicha donación el terreno que
ocupa el cementerio que hay actualmente y que ocupa cuarenta y
cinco varas de naciente a poniente y cuarenta varas de sur a
norte …”.
Baños pone manos en la reconstrucción de la Capilla y en 1877,
le comunica al canónigo Uladislao Castellanos, que a pesar de
haber sufrido serios infortunios económicos que le obligaron a
desprenderse de parte de sus bienes, ha concluido con las obras
de la capilla, tal como lo había prometido el año anterior.


Unos
meses después el obispo responde con el nombramiento del Padre
Domingo Guerra como cura permanente en Santa Rosa.
El 3 de enero de 1879 se expide un
auto de designación para la capilla de Santa Rosa como Iglesia
Parroquial del curato de Santa Rosa, quedando las demás
capillas públicas como vice parroquias, las que serían atendidas
por el párroco de Santa Rosa. Este era un nombramiento no
oficial.
El Obispo Dr. Álvarez visita la
capilla en el año
1888, para analizar si se la oficializaba como parroquia ya que
los curas no habían permanecido en ella en forma permanente
desde 1885, con el agravante de que carecía de las habituales
dos o tres habitaciones en las cercanías, para alojamiento de
los feligreses que provenían de largas distancias para asistir a
las ceremonias religiosas.
En el año 1896, todo seguía igual,
por lo que Estanislao Baños, muy molesto se dirige al Obispo
reprochándole que a pesar de que él había reconstruido la
capilla con la condición de que se la declarara
parroquia y se le proveyera de cura permanente, lo cual había
sido aceptado de buen agrado por el Obispo; a veinte años de
aquel entonces, nada se había cumplido razón por la cual, nadie
asistía en los días festivos.
Juan Rodríguez, cura y vicario del
Curato de Santa Rosa, en 1905, escribe desde San Agustín que la
capilla “…
esta en mal estado desde sus fundamentos
…” Ofrece hacerse cargo de la
reconstrucción si se le concede la gracia de cederle los
derechos por dispensa de proclamas, parentescos y matrimonios en
domicilio particular, a fin destinarlos a solventar el costo de
la obra. En virtud de que estimaba que la obra de
reconstrucción demandaría dos años, por igual tiempo solicitaba
la gracia.
Cuando llega la orden de
reconstrucción, a la hora en que ni los cimientos de podían
recuperara, esto es en 1907, se coloca la piedra fundamental y
se comienza la reconstrucción, poniéndose al frente de la misma
el padre Rodríguez, como lo describe en un escrito del 1 de
diciembre de ese año.

Parroquia Santa Rosa de Calamuchita - Archivo
Fotográfico de Córdoba
Album del Departamento Calamuchita - Inventario
nº 24
Desobedece órdenes del secretario del obispado, en el sentido de
aprovechar algunos muros que estaban en pie y hacer algunas
habitaciones a la altura del altar y la sacristía. Esto se debe
a que el cura disponía de fondos para solventar la obra y con
perspectiva de conseguir algo más.
Tenemos que ubicar en éste momento, el nacimiento de la Capilla
Vieja que hoy podemos contemplar. Los techos tomaron la forma actual abovedada, soportados por una
planta definida en cruz. Por su parte el frente adopta un estilo
románico reforzado con la personalidad de dos torres cuadradas
a cada flanco que se coronan en campanarios.



Será circa 1930 que los ebanistas se abocan a darle forma
neoclásica a la madera para gestar el altar principal así como
púlpito y retablo mayor. De este modo las hornacinas del viejo
retablo integradas al muro original quedarán ocultas tras la nueva
obra.

Las presencias de la Virgen de la Merced y de Santa Rosa de
Lima son inconfundibles.


Estuvo abandonada
durante largo tiempo hasta que la Municipalidad de Santa Rosa, a
instancias del Centro de Historia Huasi Ctalamochita, en 1990,
procede a su restauración.
Se la declara Museo
Histórico el 29 de agosto de 1997 inscribiéndose en el ICOM como
Patrimonio Histórico Cultural.

Será en marzo de 2006 que la Capilla Vieja es reintegrada a la
tutela de la Iglesia Parroquial convirtiéndose en un "Centro de
difusión para la pastoral de turismo", asumiendo al turista como
"peregrino" desde la perspectiva de la fe.
Piezas de gran valor histórico podrán apreciarse en la recorrida:
desde un candelero de vestir del Siglo XVIII ornamentado con la
imagen de la Inmaculada hasta la rústica y artesanal cruz tallada
en madera por manos aborígenes que perteneció a los Jesuítas;
instrumentos musicales, indumentaria sacerdotal y pinturas, entre
otras, de San
Antonio de Padua y San Francisco de Sales.

De las tierras de la Estancia:
12 de agosto 1642 |
Don Sebastián Carranza y de la Torre, casado con Petronila
Suarez de Cabrera, compra tierras en
Calamuchita que serán
incrementadas por merced de Sobras. Le fueron otorgadas en
merced en la fecha mencionada, por el gobernador Don Alonso
de Mercado Villacala. Eran linderas de las propiedades de
Hernando de Tejeda y Juan de Tejeda y Mirabal. A su
fallecimiento heredan Pedro y Sebastián, sus dos hijos. |
Año 1690 |
Fallece Don Pedro Carranza y Cabrera quien se había casado
con Agustina de Luna y Cárdenas. Testa por medio de su
albacea Don Gabriel Bazán de Pedernera y al haber quedado
menores de edad como herederos, es necesario practicar el
inventario de bienes.
Fueron sus hijos: Pedro, que fue presbítero; Juliana, que se
radicó en Santiago del Estero junto a su esposo Martín de
Argañaraz; Sebastián que se hace cargo de la encomienda de
Soconchillo, quedando José como dueño de las tierras de
Santa Rosa. |
Mayo de 1691 |
Entre los papeles del inventario puede leerse la descripción
de la casa: una sala con tres puertas de algarrobo y una
ventana, dos aposentos uno hacia el sur y otro hacia el
norte, más una despensa, una cocina, todos con techo de caña
y paja. Acompañaba a la casa un corral de palos. |
22 de mayo de 1691 |
Se concluye el inventario de todos los bienes. De ellos se
desprende que los Carranza no solo eran ganaderos, según la
importante cantidad de ganado mular y caballar, sino que
además, eran agricultores, en especial de sementeras de
maíz. |
Año 1719 |
José de Carranza y Luna al fallecer deja cinco
hijos menores: Fernando, Bartolomé, José, Rosa y
Narciza. Además, deja a su familia inmersa en
papeles de títulos de tierras, obligaciones de pagos
y reclamos de acreedores, lo que motivó el pedido de
inventario y tasación de bienes. |
Julio de 1720 |
El alcalde ordinario de la ciudad de Córdoba, Don Luis de
Tejeda y Guzmán aprueba los inventarios y ordena su
tasación.
En los inventarios de las tierras de Santa Rosa puede leerse
que poseía una casa ubicada junto a un molino, una chácara
de cerco de chañar en la que plantó veinte manzanas,
durazneros y membrillos, contaba con dos corrales y muy
cerca de ellos había una quebrada con higuera y un nogal. |
|
En el testamento de Pedro Damián Carranza se nombran los
bienes que fueron heredados a la muerte de su madre Doña
Petronila Villafañe Navarrete, estando entre ellos la
Estancia que tenía en Santa Rosa, que con todo lo edificado
y plantado , más un molino fue dada como capital suyo al
contraer matrimonio en segundas nupcias con Doña María
Mercedes Acosta. Las tierras ocupaban gran parte de lo que
hoy es Santa Rosa de Calamuchita. |
|
El Dr. Vicente Peñalosa compra a los herederos
legítimos de Pedro Carranza la Estancia de Santa Rosa, que
en esos momentos limitaba, al Norte con Isidro Villafañe; al
este con Juan Luján; al sur con Antonio Ortiz, perteneciente
a la familia que adquiere la estancia
San Ignacio de los
Ejercicios y al oeste con José A. Offiz, Josefa de Arce
y Fernando Carranza. El Cura Peñalosa es quien hace levantar
la primera Capilla en la estancia. |
Año 1820 |
Pedro Núñez casado con María Gregoria Ortiz compra la
estancia al padre Peñalosa. Don Pedro es heredado por su
hija Juana Josefa Núñez, que a su vez, es heredada por su
hija Mercedes Prado Núñez.
Esta se casa con Estanislao
Baños, quien tendrá una fuerte vinculación con la Capilla. |


De los Curatos de la zona:
Año 1570 |
Se creó la Diócesis de Tucumán, a cuyo cargo estaba
el Obispo Francisco de Victoria, el cual fue
sucedido por Hernando de Trejo y Sanabria, quien
fuera gran admirador de los jesuitas y tuvo
vinculación con la creación de la Universidad de
Córdoba. |
Año 1699 |
Se traslada a la ciudad de Córdoba por considerar a esta
ciudad como más adecuada para el desarrollo de las funciones
de la diócesis. |
Año 1672 |
Se tienen noticias de la creación del Curato de Río
Tercero. El licenciado Francisco de Venegas fue su
primer párroco. A pesar de las grandes distancias y la
dificultad de los caminos, dos veces por año recorría toda
su jurisdicción llevando la palabra de Dios. |
Año 1731 |
El Curato de Río Tercero es desmembrado al crearse el
Curato de Río Cuarto y el Anejos, en el que se
encontraba Calamuchita. De este Curato se hace cargo el
presbítero Dr. José Noriega en su sede de Soconcho. |
Año 1784 |
El presbítero Dr. Vicente Peñalosa se hace cargo del Curato. |
Año 1869 |
Dada la extensión de este Curato lo que dificultaba su
atención, fue dividido en dos sectores, teniendo al río
Grande como línea limítrofe. Al sur, el Curato es llamado
de Río de los Sauces (después Curato de la
Cruz), con sede en la
Parroquia
Nuestra Señora de la Mercedes
de La Cruz; el otro se lo denominó de Santa Rosa o
Antiguo Curato de Calamuchita. Este se quedó con todos
los elementos y el archivo del viejo curato con sede en la
parroquia de Santa Rosa.
En esta capilla reside el Padre Domingo Guerra. De las ocho
capillas que debía hacerse cargo este cura, cuatro eran
públicas y se encontraban en buen estado; eran ellas: de
Los Molinos, de
Los Reartes,
de Santa Rosa
y de Yacanto, pudiendo
ser propuestas como posibles sedes de los párrocos. Se
encontraban en construcción la de La Boca del Río (hoy San
Agustín), Soconcho y Amboy.
La octava era la de Calmayo. Fue el padre Guerra quien
propuso a la Capilla de Santa Rosa como sede del Curato del
mismo nombre dada su posición central dentro del territorio
que comprendía y cuyos límites estaban cuatro leguas y media
hacia el norte; ocho y media hacia el naciente; cuatro y
media hacia el sur y diez leguas hacia el poniente.
La dimensión es importante. Los feligreses tenían problemas
para recibir los sacramentos y mucho más, en casos de
urgencia. Se piensa en una nueva división como paliativo a
esta situación. |
Año 1833 |
En épocas del Padre Francisco Martínez, se produce;
quedando el Curato de Santa Rosa con sede en la Capilla
homónima y el Curato de San Agustín, con Pedanías de
Monsalvo y Los Molinos, con sede en la Villa de La Boca del
Río. |
Año 1890 |
El cura y vicario Juan Martínez eleva un informe de
situación del Curato de Santa Rosa de Calamuchita y dice:
que noventa personas habían pagado primicias de maíz, trigo
y porotos; que había ocho cementerios en buenas condiciones
y uno en condiciones deficientes, teniendo a su cargo,
además, un cementerio de disidentes; que eran siete
las capillas existentes un buenas condiciones a excepción de
una, y eran dos los oratorios. Siete mil sumaban los
habitantes del curato en aquellos tiempos, de los cuales
unos novecientos eran los que
frecuentaban los sacramentos, existía la consagración del
Sagrado Corazón de Jesús y habían sido bautizados ciento
setenta y ocho niños.

La Capilla en 1930
y en 1981
|
Datos complementarios:
Latitud :
32º 03´S
Longitud :
64º 32´W
Altitud :
602 m




Fuentes
de consulta:
-
SIGNORILE Analía, BENSO Griselda –
La Capilla Vieja de Sta. Rosa de Calamuchita –
Imp. Rojo, 1998.
-
BENSO Griselda de las Mercedes,
SIGNORILE Analía María - Calamuchita, un valle con
historia de base religiosa – Primeras Jornadas de Historia
de los Pueblos de Paravachasca, Calamuchita y Xanaes. Alta
Gracia, 1999.
-
SIGNORILE Analía, BENSO Griselda -
En Calamuchita dos estancias vecinas: San Ignacio
de los Santos Ejercicios y Santa Rosa – II Jornadas de
Historia de los Pueblos de Paravachasca, Calamuchita y Xanaes.
Alta Gracia, 2001.
-
Agradecemos a Analía Signorile la información suministrada.

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